Allen Quesada Pacheco, director de la Escuela de Lenguas Modernas, advierte que hay un número creciente de empresas que están solicitando personal que domine otras lenguas diferentes al inglés y el país no las está formando.
Foto: Anel Kenjekeeva.Allen Quesada Pacheco es el director de la Escuela de Lenguas Modernas. Su pasión por el inglés surgió a los seis años, cuando un grupo de voluntarios extranjeros se hospedó en su casa y los escuchó a hablar en un idioma distinto. Ahí nació su interés por aprender aquella lengua que le era desconocida. Por eso se convirtió en un estudiante sumamente aplicado del inglés tan pronto ingresó al Colegio de Palmares de Alajuela.
Al llegar a tercer año, su profesor de inglés lo seleccionó a él y otros dos estudiantes más para hacer una especie de pasantía en la comunidad cuáquera de Monteverde de Puntarenas. Fue un fin de semana de exposición intensiva al inglés pagado del mismo bolsillo del docente… su primera beca para estudiar inglés.
Ya en la Universidad de Costa Rica se decantó por estudiar la lengua inglesa aunque también la apasionaban las Artes. Terminada su carrera, obtuvo una beca de la Embajada de los Estados Unidos para estudiar una maestría en Nueva York y, posteriormente, con otra beca otorgada por la misma Universidad cursó su doctorado en Kansas, Estados Unidos.
Para Quesada, el uso del inglés en el mundo comenzó a popularizarse desde el siglo XVI a partir de la circulación de las principales teorías científicas y en la academia. Posteriormente, empezó a utilizarse en el comercio y en la diplomacia, pero consolidó su presencia a lo largo del siglo XX gracias a manifestaciones culturales como la música, el cine y la literatura y al desarrollo tecnológico que caminó de la mano del Internet, donde la mayoría de los contenidos siguen siendo en este idioma.
Allen Quesada Pacheco, director de la Escuela de Lenguas Modernas
Como parte del proceso que está colocando al inglés como lengua franca en el mundo, Pacheco señala que hay una tendencia creciente al uso del inglés como medio de instrucción en la educación secundaria y superior. De esta manera, hay universidades que ofrecen carreras completas en inglés aunque no sea la lengua oficial del país donde se encuentran.
En el caso costarricense, la Escuela de Lenguas Modernas está impartiendo cursos de inglés con propósitos específicos para carreras como Administración Aduanera y Comercio Exterior, Estadística, Economía y Medicina. De esta manera, cada generación estudiantil de estas especialidades llevan de cuatro a seis cursos de inglés en su área específica de conocimiento, lo cual garantiza un dominio intermedio-alto de la lengua.
En este sentido, Quesada menciona que hay ciertas carreras universitarias que utilizan mucha bibliografía y recursos audiovisuales en inglés porque la información más actualizada solo se encuentra en ese idioma. Esto incrementa la presión sobre el estudiantado de perfeccionar su manejo del idioma para no quedarse rezagado.
Allen Quesada Pacheco, director de la Escuela de Lenguas Modernas
“Cada vez toma más relevancia el inglés como medio para acceder a la comunicación científica y académica, pero hay gente crítica del uso exclusivo del inglés en las universidades porque vivimos en un mundo globalizado y plurilingüe donde es importante conocer otros idiomas para tener acceso a la información académica y científica que no está en inglés”, sopesa Quesada.
De acuerdo con el académico, el llamado “Only-English” (solo inglés) puede limitar las oportunidades de divulgación del conocimiento científico que no se genera en ese idioma en vista de que las revistas científicas más prestigiosas solo publican en lengua inglesa. Similares consecuencias puede tener la cooperación internacional.
“Otra de las críticas es el inglés como un instrumento de poder. Lo ven como una forma de controlar el conocimiento científico-académico. En cierta forma, esto nos pone en desventaja. Puede ser que algunas personas consideren de menor calidad cualquier desarrollo científico en español o en otro idioma que no sea el inglés, solo por el hecho de que está en otro idioma”, advirtió Quesada.
Para el director de la Escuela de Lenguas Modernas, el inglés ya se ha posicionado como lengua franca en el comercio y en el mundo de los simposios y de las conferencias internacionales. Sin embargo, señala que, por más neutral que quiera verse, este fenómeno no deja de tener una implicación de poder, porque el monopolio lingüístico tiende a darle menor validez a otras lenguas. Esto puede provocar que el conocimiento en idiomas diferentes al inglés sea invisibilizado por completo.
Allen Quesada Pacheco, director de la Escuela de Lenguas Modernas
En este sentido, es del firme pensamiento de que la agenda país debe orientarse hacia el plurilingüismo, en el que se incluyan no solo idiomas extranjeros, sino también la Lesco y las lenguas autóctonas. En relación con estas últimas, destaca la importancia de fomentar el conocimiento de la lingüística y de la cultura de cada una de ellas. Al respecto, subraya los aportes que ha realizado la Escuela de Filología, Lingüística y Literatura en el estudio de estas lenguas y en la elaboración de materiales para preservar su uso.
Para Quesada, la política nacional que enfatiza el multilingüismo está cayendo en el olvido por la enorme presión política por el aprendizaje únicamente del inglés. Según explica, esto obedece a la instalación de empresas transnacionales en el país que requieren personal con un dominio intermedio-alto o alto del inglés.
“Creo que la ruta país debe ser el plurilingüismo, incluso la Universidad de Costa Rica. Debe haber una política clara. Creo que no la tenemos como Institución y me parece que es hora de que haya una política donde se enfatice el plurilingüismo y el multiculturalismo, porque estamos cada vez más insertados en un mundo globalizado, donde el inglés es muy importante, pero también estamos viendo alianzas con otros países, como Alemania, Brasil, Portugal, China, Italia, por decir algunos países. Hay una importancia en colaboraciones de equipos interdisciplinarios donde el inglés no necesariamente es la lengua franca”, opinó el director.
En esta línea, señaló que el término de “lengua franca” está evolucionando del inglés a una especie de interlenguaje en el que se integran varios idiomas. Así, cada persona hace un esfuerzo para hablar las lenguas de sus interlocutores aunque no las domine plenamente. Se trata de una forma de comunicarse y hacerse entender en ambientes informales de simposios y conferencias.
Allen Quesada Pacheco, director de la Escuela de Lenguas Modernas
Quesada resalta que, desde sus inicios, la Escuela de Lenguas Modernas ha ofrecido las carreras de inglés y francés. También ofrece cursos de portugués, italiano, alemán, japonés y ruso. Además, cuenta con el Instituto Confucio, donde se puede aprender chino mandarín. Asimismo, ha contribuido con el Ministerio de Educación Pública en el diseño curricular y evaluación del chino mandarín, el alemán y el italiano, aparte de las contribuciones más visibles en francés e inglés.
A pesar de esto, Quesada reconoce que el inglés sigue siendo el idioma en el que se invierten más recursos por la demanda nacional de formación en ese idioma. No obstante, advierte que hay un número creciente de empresas que están solicitando personal que domine otras lenguas que el país no está formando.
“Cuidado y a la vuelta de unos pocos años sean otros idiomas los que dominen el mundo, en lugar del inglés”, advirtió.