La investigación y la innovación generadas en la UCR suelen ser una herramienta indispensable para la producción en la industria costarricense. (Foto con fines ilustrativos)
Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.Las patentes de invención son títulos que otorgan los Estados a los inventores para que puedan explotar de manera exclusiva sus invenciones durante un periodo determinado, generalmente de 20 años. Desde esta perspectiva, el sistema de patentes constituye un contrato social entre el Estado y el inventor. Este último revela y divulga la información obtenida a través de proyectos de investigación y desarrollo (I+D), a cambio de la exclusividad temporal en la explotación de su invención. Al expirar dicho plazo, cualquier persona puede replicar y comercializar la invención sin incurrir en infracción alguna, ya que pasa a ser de dominio público.
Es fundamental que la invención cumpla con tres requisitos materiales para que pueda ser protegida por una patente. Estos serán evaluados antes de presentar la solicitud de protección y deben cumplirse simultáneamente para obtener la protección:
1) Novedad, que implica que la invención sea nueva y se distinga del estado de la técnica a nivel mundial.
2) Nivel inventivo o altura inventiva, lo cual significa que la invención no debe ser obvia o un resultado esperable para un experto en la materia.
3) Aplicación industrial, que se refiere a que la invención debe poder utilizarse comercialmente.
Es un error común percibir los derechos de propiedad intelectual (entre ellos las patentes) como un fin en sí mismos. Proteger una invención sólo por el deseo de hacerlo, sin una estrategia clara, puede resultar en una pérdida de recursos y credibilidad. Patentar por patentar, sin un objetivo claro, convierte a la propiedad intelectual (PI) en una herramienta ineficaz.
Sin embargo, la PI tiene múltiples propósitos que pueden ser aprovechados estratégicamente, entre ellos:
No siempre es viable ni rentable proteger por patente todos los resultados de los proyectos de investigación. A continuación se detallan algunas de las razones más importantes que justifican esta afirmación:
Cuando hablamos de patentes, nos referimos a un derecho de exclusión y no de uso. Esto significa que no es necesario patentar una invención para poder utilizarla, pero la protección sí garantiza que otros no puedan explotarla sin el consentimiento del titular. Este es precisamente el derecho de exclusividad se otorga por el periodo de vigencia de la patente.
Para universidades públicas con recursos limitados, como la UCR, la propiedad intelectual, y en particular la protección por patentes, no debe percibirse como un fin en sí mismo. La protección sin una estrategia clara es un error que puede comprometer los recursos de la institución. En lugar de patentar para mejorar indicadores, las universidades deben enfocarse en proteger aquellos desarrollos con un claro potencial de transferencia al sector productivo, para garantizar que los resultados de la investigación beneficien a la sociedad de la manera más efectiva y eficiente posible.
Evaluar la calidad de la investigación universitaria en función del número de patentes es una visión limitada que no considera los múltiples indicadores disponibles para medir la innovación. La Universidad de Costa Rica ha demostrado que la calidad de su investigación no depende únicamente de la cantidad de patentes, sino de la efectividad con la que sus resultados se integran a la sociedad. De lo anterior se refleja que, no por casualidad, una universidad como la UCR, es catalogada como la mejor universidad de Centroamérica y el Caribe, y de las mejores de América Latina y del mundo.
Mediante esos procesos de transferencia -que requieren necesariamente de la PI como herramienta- la UCR ha logrado posicionar en el sector socioproductivo distintas tecnologías mediante contratos de licencia, principalmente secretos industriales y obtenciones de vegetales. Es decir, innovaciones que no necesariamente están protegidas como patentes. También mediante estos contratos ha generado e incentivado la creación de empresas derivadas de conocimiento universitario para la comercialización de esas tecnologías. Todo lo anterior sin olvidar que ha contribuido significativamente al desarrollo científico y tecnológico del país con toda la investigación que realiza y decide divulgar de manera libre.