A partir de agosto de 2024, la Sede Rodrigo Facio y las sedes regionales de la Universidad de Costa Rica, que tienen consultorios médicos y odontológicos, contarán con el servicio de recolección y manejo profesional de desechos de medicamentos vencidos o no utilizados y sus embalajes.
Asimismo, la comunidad universitaria podrá disponer medicamentos que no utilicen o estén vencidos en los 14 recolectores o puntos seguros UCR Ambiental. Allí podrán depositar tabletas, blisters, jarabes, cremas, geles, frascos de insulina y sus empaques.
Los contenedores están rotulados con información sobre el tipo de residuos que se pueden depositar y advierte a los usuarios de no depositar residuos electrónicos, punzocortantes, bioinfecciosos u ordinarios que contaminan el material y deben llevar otro tipo de tratamiento.
La Dra. Victoria Hall Ramírez, del Centro Nacional de Información de Medicamentos (CIMED), explica los principales peligros asociados al mal manejo y disposición de los medicamentos no utilizables de origen doméstico:
Los contenedores también están a disposición de la comunidad universitaria para contribuir a que este tipo de residuos no vayan a un relleno sanitario sin ningún tratamiento o a alguna fuente de agua, ya que los medicamentos contienen ingredientes farmacéuticos activos (IFA) que pueden tener efectos negativos en la salud de los ecosistemas y de los seres humanos.
“Hay evidencia de que la exposición ambiental a los IFA tiene efectos nocivos para la salud de los ecosistemas y los seres humanos (por ejemplo, al seleccionar bacterias resistentes a los antibióticos, feminizar los peces y aumentar la susceptibilidad de los peces a la depredación)” acotan Wilkinson, J. L., Boxall, A. B. A., Kolpin, D. W., & Teta, C. (2022) en su artículo publicado en el 2021 por la Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Dicho estudio, en el que se muestrearon 104 países en todos los continentes, reveló que los contaminantes con las concentraciones más altas fueron paracetamol, cafeína, metformina, fexofenadina, sulfametoxazol (antimicrobiano), metronidazol (antimicrobiano) y gabapentina.
En Costa Rica, un estudio realizado por científicos del Centro de Investigación en Contaminación Ambiental (Cica) de la Universidad de Costa Rica, publicado en la revista Springer Nature en el 2023, reveló un total de 25 compuestos de peligrosidad media o alta (de 37 compuestos detectados) y permitió identificar una lista crítica de nueve productos farmacéuticos: cafeína, difenhidramina, acetaminofeno, lovastatina, gemfibrozil, ciprofloxacina, ibuprofeno, doxiciclina y norfloxacina.
El monitoreo realizado comprendió un total de 163 puntos de muestreo: plantas de tratamiento de aguas residuales, nueve efluentes hospitalarios, aguas residuales de granjas ganaderas, 64 puntos de muestreo de aguas superficiales continentales y 61 puntos de muestreo de agua de mar costera.
En esa lista aparecen antibióticos, analgésicos y medicamentos para bajar colesterol. Estos son grupos de medicamentos que usualmente en palabras de pacientes “les caen muy pesados al estómago”, y por eso, es que las personas los dejan de tomar, explicó la Dra. Victoria Hall, del Centro Nacional de Información de Medicamentos (CIMED).
“En el caso de los antibióticos, resulta que, además de los efectos adversos, está el asunto que la gente se siente bien al tercer día. Entonces esa es una razón por las cuales las personas dejan de utilizarlos, y con el caso, por ejemplo, de medicamentos para el colesterol y triglicéridos, donde no hay una sintomatología presente, las personas suelen abandonar los tratamientos”, detalló la doctora.
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Esta idea nació en la Facultad de Farmacia en el año 2022, cuando se instalaron los primeros 2 Puntos Seguros en la UCR. Dicha unidad académica se propuso, además de colaborar con el ambiente y la salud de la población, “motivar a otras unidades académicas de la Sede Rodrigo Facio, sedes y recintos de la UCR a unirse a la iniciativa”.
Al respecto, la Dra. Victoria Hall, quien impulsó dicha iniciativa, destacó la importancia de extender este esfuerzo, mediante el cual, la institución contribuye a solventar un problema para la salud de las personas y la salud ambiental, como lo es, el inadecuado desecho de medicamentos.
“Me parece que es una inversión que la universidad hace también devolviéndole a la sociedad costarricense, porque esto no es únicamente para beneficio de la U, al final de cuentas es en beneficio de la salud del país” acotó la farmaceútica.
Así mismo, el Dr. Gustavo Sáenz García, director ejecutivo del Programa Punto Seguro, reconoció el valor de sumar a la Universidad de Costa Rica como alidada estratégica con el fin de fortalecer, mediante la educación, una cultura del desecho adecuado de medicamentos en nuestro país.
Con el propósito de educar a la población universitaria, la Unidad de Gestión Ambiental brindará durante el segundo semestre, capacitación a las unidades que cuentan con recipientes y a las participantes de Galardón Ambiental sobre el uso adecuado de los contenedores, el impacto ambiental de los medicamentos y cómo se deben gestionar de forma responsable.
Además, la UCR recibe medicamentos y sus embalajes en las campañas institucionales de reciclaje que se realizan tres veces al año en el edificio de estacionamientos de la Facultad de Ciencias Sociales.
Para hacer realidad esta propuesta a nivel institucional, la Vicerrectoría de Administración (VRA) acogió el proyecto por medio de la Unidad de Gestión Ambiental (UGA) y la Sección de Servicios Contratados de la Oficina de Servicios Generales (OSG) instancias involucradas en la gestión de los residuos que se generan en la Universidad de Costa Rica.
Con este fin se contrató a la empresa especializada para el manejo de residuos bioinfecciosos, punzocortantes y residuos farmacéuticos, Manejo Profesional de Desechos (MPD), autorizada por el Ministerio de Salud, la cual, se encargará de recolectar y procesar todos los medicamentos y embalajes que se depositen en los Puntos Seguros UCR Ambiental.
“Es parte de la responsabilidad ambiental y social de la institución”, manifestó Ana Calvo Mora, salubrista ambiental de la Oficina de Servicios Generales (OSG), ya que, por cumplimiento legal, todos los centros de salud deben tener recolección especializada para los residuos de medicamentos que se generan en el establecimiento. La coordinadora de la Sección de Servicios contratados de la OSG, además subrayó la importancia de hacer un uso adecuado de los contenedores, pues el servicio tiene un costo para la institución.
El contrato con la empresa se realizó por 1 año, iniciando en agosto de 2024 y tiene la posibilidad de 3 años de prórroga. La misma cuenta con todos los permisos al día y realiza el tratamiento conforme a los reglamentos vigentes en una planta especializada para el tratamiento de este tipo de residuos.
“Todo ello para asegurarnos de que la disposición se realice de la manera adecuada y cumpliendo todos los criterios ambientales y de seguridad”, acotó Calvo.
Punto Seguro es un programa de responsabilidad extendida del fabricante y de todos los demás actores relacionados con la comercialización o que favorecen el acceso de medicamentos que tiene como propósito hacer una gestión adecuada y ambientalmente responsable de los medicamentos vencidos y sus residuos postconsumo de origen doméstico.
Este programa inició en el 2018 y es reconocido a nivel nacional por sus contenedores amarillos para la recolección de medicamentos, que ya son más de 120, ubicados en farmacias, clínicas, consultorios médicos e instituciones.
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