Dra. Montserrat Sagot Rodríguez
Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.La reciente visita de la destacada académica de origen nigeriano, Oyèrónkẹ́ Oyěwùmí, a la Universidad de Costa Rica (UCR), nos recuerda la necesidad de cuestionar algunos conceptos de uso común en nuestras investigaciones e incluso en el lenguaje cotidiano que damos por sentados.
Oyěwùmí, quien nació en Nigeria y es profesora de Sociología de la Universidad de Stony Brook en Nueva York, argumenta sobre la importancia de producir conceptos desligados de los paradigmas teóricos europeos, ya que estos responden a una mirada universalizante y colonial, y no a las realidades de los pueblos no occidentales.
En su conferencia: La invención de las mujeres: tres décadas de reflexiones y perspectivas sobre género, colonialismo y decolonialidad, ofrecida el 23 de mayo en nuestra institución, lo primero que hizo Oyěwùmí fue declarar su lugar de enunciación y presentarse como africana.
Desde ese posicionamiento geográfico y epistemológico planteó que el año de 1492 marcó el inicio de una era de terror, que generó un proceso traumático de gran alcance para todas las poblaciones que se vieron sometidas a las atrocidades de la conquista y la colonización.
En diálogo con algunos autores y autoras decoloniales de origen latinoamericano, como Walter Mignolo, Enrique Dussel, Aníbal Quijano y María Lugones, Oyěwùmí contrastó también la realidad de la destrucción y el despojo coloniales con la narrativa de la civilización, el respeto a la ley y el progreso que se desarrolló en Europa como justificación para el ejercicio del poder colonial.
Es en este proceso que se construye la idea de la raza como parte de una nueva estructura de dominio, de organización del trabajo y de las relaciones sociales. Sin embargo, como recordó Oyěwùmí, citando a María Lugones, no hay raza sin género.
Es decir, la constitución de un sistema de raza/género fue fundamental para la organización del mundo colonial y se mantendrá como elemento central del sistema moderno capitalista y su necesidad de construir zonas de no ser (zones of non-being).
El sistema de raza/género fue fundamental también en la construcción de la supremacía blanca y de la idea de los europeos como superiores.
Con estos antecedentes, Oyěwùmí pasó a explicar el argumento central de su libro: La invención de las mujeres. Una perspectiva africana sobre los discursos occidentales del género, que se publicó originalmente en inglés en 1997.
Este libro, producto de su tesis de doctorado en sociología de la Universidad de Berkeley, inició como un estudio del género en la sociedad yoruba contemporánea, pero poco a poco la autora se fue distanciando de los marcos teóricos disciplinarios occidentales brindados por la sociología y los estudios de género.
Ella afirma que esos marcos teóricos chocaron con la realidad africana, en particular con la del pueblo yoruba, en la que no existe la categoría “mujer” como subordinada de lo masculino.
En ese sentido, argumenta Oyěwùmí, la narrativa del género, al igual que la de la raza, es producto de la colonización occidental y es una construcción cultural que no se puede aplicar en todos los contextos.
Para el desarrollo de su estudio, Oyěwùmí, analizó la sociedad yoruba así como su lengua y determinó que en dicha sociedad no existen divisiones sociales ni instituciones basadas en el género, así como tampoco pronombres para denotar las diferencias anatómicas de sexo.
El argumento de la autora es que, antes de la colonización de Occidente, el principio organizador básico de la sociedad oyo-yorubá, del occidente de Nigeria, era un sistema basado en la edad o “senioridad” (seniority), definido en forma relacional.
Sin embargo, con la llegada del dominio colonial se impuso en los yoruba una visión binaria de la diferencia sexual biológica que llevó a que, como resultado de esa imposición, apareciera el género como una forma relevante de ordenamiento de las prácticas sociales. Antes, no se hacían distinciones sociales ni diferencias de estatus basadas en la anatomía, sino que la edad relativa era el principio organizador de las relaciones sociales yoruba.
Un elemento adicional que fue criticado por Oyěwùmí fue la incongruencia de la teoría feminista occidental de asumir la existencia del género y de la subyugación de las mujeres como universales. Según ella, la construcción de las mujeres africanas como oprimidas por parte del feminismo occidental les ha permitido a las mujeres blancas presentarse como las salvadoras de estas mujeres que provienen de mundos supuestamente primitivos y no civilizados.
Ella rechaza, en ese sentido, el relato de que la opresión de las mujeres está presente en todas las culturas. Oyĕwùmí cuestiona entonces que las categorías desarrolladas por el feminismo occidental para entender las dinámicas sociales puedan ser trasladadas sin reparos a todos los contextos, en particular a la sociedad yoruba.
Como parte de sus argumentos para criticar al feminismo occidental, Oyĕwùmí hizo referencia a Judith Butler y a su nuevo libro “¿Quién le teme al género?” (Who´s Afraid of Gender?), publicado en 2024.
En este libro, Butler argumenta que el género se ha convertido en un fantasma que mueve los miedos y ansiedades más profundas de los sectores conservadores, pero que ese miedo es realmente injustificado. Oyĕwùmí plantea, por el contrario, que para las mujeres africanas el miedo está totalmente justificado. Para ellas, la imposición del sistema sexo-género occidental fue un arma de dominación colonial.
Desde esa perspectiva, las mujeres africanas deberían tener miedo porque el género y la definición occidental de lo que es una mujer siempre ha sido usada como un instrumento de control y exclusión.
Para ilustrar este punto puso como ejemplo a las atletas africanas Christine Mboma, Beatrice Masilingi y Caster Semenya, quienes han sido excluidas de competencias internacionales por tener altos niveles de testosterona natural que exceden los límites de lo que debería tener una mujer según el Comité Olímpico Internacional. Estas decisiones están cargadas de racismo, sexismo y valores coloniales según la autora.
Aunque no fue mencionado por Oyĕwùmí, es importante destacar que su perspectiva ha sido criticada incluso por otras académicas africanas. Por ejemplo, Bibi Bakare-Yusuf, académica nigeriana, en su texto, Los Yoruba no hacen género: Una revisión crítica de La invención de la Mujer, ha planteado que, si bien las críticas de Oyewùmí a la universalización de las categorías de género como principio organizador en todas las sociedades son adecuadas, su metodología pudo llevarla a errores.
Según Bakare-Yusuf, Oyĕwùmí, asumió acríticamente que el lenguaje puede capturar completamente la realidad social. Sin embargo, la desigualdad de género puede existir por otros medios a pesar de su ausencia en el discurso. En el caso de los yoruba, esa desigualdad estaría oculta en el sistema jerárquico de edad y antigüedad. Una esencialización de la cultura yoruba llevó a Oyĕwùmí a no reconocer esa desigualdad, afirma Bakare-Yusuf.
Con un diagnóstico pesimista sobre el contexto actual, la autora cerró su conferencia volviendo la mirada a África, afirmando que no quiere ser vista como una teórica decolonial ya que le interesa rescatar la larga historia de África antes del dominio occidental.
Un continente lleno de tradiciones y resistencias. Un continente, dijo, que estaba ahí incluso antes de que el hombre blanco inventara al hombre blanco.
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