Para llegar a Grano de Oro de Turrialba, una pequeña población rural que se ubica en el distrito de Chirripó, es mejor llevar un vehículo alto y, si se puede, doble tracción. Se tarda una hora y 15 minutos desde Turrialba centro sobre una carretera sin asfaltar. Si usted va en bus, el trayecto obviamente es mucho más pesado.
Unos cientos de personas se enfrentan a esta realidad, en una comunidad donde conviven indígenas y no indígenas, con barreras de acceso impuestas por la topografía, las condiciones económicas y el mal estado de la carretera, lo que dificulta un desarrollo integral de la comunidad.
Por estas razones, el proyecto de extensión docente Fortalecimiento de las capacidades de comercialización en Grano de Oro, Turrialba, de la Sede del Atlántico de la Universidad de Costa Rica (UCR), eligió este sitio para llevar a cabo una serie de capacitaciones gratuitas y abiertas a cualquier persona que tuviera un negocio o quisiera crear uno.
Tatiana Solano Pereira, una de las docentes encargadas de este proyecto de acción social y extensión docente de la Escuela de Economía Agrícola y Agronegocios, explicó que la capacitación que se ha impartido a estas personas está enfocada en las áreas de contabilidad, mercadeo, gestión ambiental y económica financiera.
Solano remarca que la gente que capacitan carece, en su mayoría, de escolaridad, por lo que los contenidos tuvieron que adaptarse a su realidad. Además, en casi todos los casos no había un negocio previo, por lo que debieron empezar “de cero”. Sin embargo, ella señala que los conocimientos técnicos ofrecidos por las académicas expertas, así como la unión con un trabajo comunal universitario (TCU) de la Escuela de Economía Agrícola y Negocios, han sido muy provechosos para quienes han recibido estas formaciones.
Un ejemplo es la creación de camas hidropónicas para cultivar diferentes tipos de hortalizas, como la lechuga, el apio y el culantro. El proyecto provee los materiales, las semillas y los almácigos. Una vez que el producto está listo para cosechar, se hace una pequeña venta entre los mismos individuos participantes.
Cada cierto tiempo, el proyecto y el TCU visitan la zona para ver los cultivos y hacer correcciones o mejoras en su siembra. Asimismo, se espera en un futuro próximo el poder realizar una feria del agricultor en Grano de Oro, de modo que estas personas puedan vender sus productos sin tener que salir hasta Turrialba, algo que es caro y dificultoso.
La idea de este proyecto de extensión docente surgió en el 2022, justo al finalizar la pandemia. Al inicio, las organizadoras intentaron contactar a líderes comunales para motivar a la población a acercarse a las capacitaciones, pero la asistencia fue escasa. Fue ahí cuando entendieron que debían ir casa por casa para exponer a la población de Grano de Oro las ventajas de vincularse con estas formaciones.
Después de ese visiteo comprendieron un poco mejor la problemática social del lugar y que debían involucrarse más en la realidad comunal. Entonces empezaron a hacer campañas de recolección de basura, campañas de ocio, talleres con niños y niñas, lo cual dio resultado, pues la gente empezó a tomar más confianza y comenzaron a aproximarse a las capacitaciones.
Una de esas personas fue doña Yanet Chavarría López, dueña de la soda y hospedaje El Dorado. A sus casi 65 años, ella lidera este emprendimiento que también ha recibido la asesoría de este proyecto de acción social de la Sede del Atlántico.
Ella confirmó que este proyecto le ha brindado nuevos conocimientos, principalmente en temas como contabilidad, la atención al cliente y mejora del servicio, aunque sea un negocio pequeño manejado con recursos limitados.
A mediano plazo, Solano se muestra esperanzada en que Grano de Oro sea una zona que ofrezca atracciones turísticas para dinamizar un poco más la economía del lugar, que por lo pronto es ganadera en su mayoría. De hecho, la idea es empezar trabajando con fincas agroturísticas que coloquen, poco a poco, a esta comunidad como un imán de visitación.
Para que este proyecto tenga éxito, será necesario el apoyo de las fuerzas vivas del cantón, empezando por la Municipalidad de Turrialba y por entidades del Estado ligadas a este tipo de iniciativas.
Eso sí, todavía queda superar la dificultad más grande, ya fue mencionada: mejorar el trayecto entre Turrialba y Grano de Oro que, si bien no es tan largo, no tiene aún las condiciones para facilitar el traslado e incentivar la visita. Este un reto que tiene por superar el cantón turrialbeño.
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