Según el Índice de Expectativas Empresariales, el sector construcción es el que muestra más positivismo en la economía del país de cara al segundo trimestre del 2024.
Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.Las previsiones económicas del empresariado costarricense continúan siendo alentadoras en este 2024. Así lo afirman los resultados del Índice de Expectativas Empresariales (IEE) para el segundo trimestre de este año, el cual tuvo una calificación de 57,5 puntos, prácticamente el mismo de la última encuesta realizada para el primer trimestre del 2024 (56,9 puntos).
Además, hay una leve mejoría si se compara el resultado más actual con el promedio de los segundos trimestres de los últimos años, que el dato más actual supera por 3,5 puntos porcentuales. De hecho, es la mejor nota dada por el empresariado para un segundo trimestre desde la registrada en el 2012 (57,8).
Según la última Encuesta Trimestral Sobre Opinión de Empresarios (ETOE) realizada por el Instituto de Investigación en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR), esta situación se replica en prácticamente todos los sectores que se suelen consultar: agropecuario, construcción, comercio y servicios. Este último análisis se realizó del 19 de febrero al 7 de marzo de este año, para el cual se consultó a personas de 415 empresas de los sectores económicos mencionados.
Solo en el caso de manufactura se detectó una baja importante (-3,1 puntos) aunque esta es insuficiente para minar las promisorias expectativas de este sector (59,5 puntos). También cabe destacar que la única actividad económica que aún no alcanza el “terreno optimista” es el agro (puntaje de 48,9), aunque tuvo una mejora simbólica de 1,4 puntos con respecto a la encuesta anterior de finales del 2023. En términos generales, donde están las opiniones más optimistas es en construcción (63,0), lo cual no deja de ser llamativo, ya que hace dos años era el sector más pesimista.
Al menos el 63 % de los sectores consultados espera mantener su planilla sin cambios, número muy similar al que arrojó la encuesta pasada. De esa cifra, un 29 % afirma que su decisión se basa en que realizó contrataciones en los últimos tres meses.
Si se toman en cuenta todas las respuestas, casi siete de cada 10 participantes en la encuesta no esperan hacer cambios en el número de su planilla, mientras el 21,7 % sí se plantea integrar nuevos miembros y el 8,7 % cree que hará reducciones.
Esto significa un balance neto de 13 puntos porcentuales (posibles contrataciones menos posibles despidos), es decir, existe una perspectiva de empleo más negativa que hace tres meses, cuando este porcentaje fue de 19 puntos porcentuales (p. p.). A la inversa, hay más optimismo en este dato si se le compara con el balance para el segundo trimestre de los últimos 14 años (3,9 p. p. en promedio).
Por su parte, las respuestas sobre un posible incremento del personal para este segundo trimestre en las empresas varían entre el 15 % del agropecuario y el 33 % de construcción.
Si se toma en cuenta el tamaño de la empresa y los movimientos de planilla, las “pequeñas” son las que esperan una mayor contratación, con un 52,2 % de respuestas, seguidas de las “medianas” y “grandes” (18,9 % y 16,5 %, respectivamente) y, por último, las “microempresas”, con un 13,3 %.
El balance del empresariado que estima un buen segundo trimestre para las ventas y la producción es superior al que presentaba la encuesta para el primer trimestre, con mejoras de entre 14 y 37 puntos porcentuales, dependiendo del sector. Incluso, la diferencia es mejor que la mostrada, en promedio, el año pasado.
Ya por áreas de actividad económica, la que más espera un aumento en las ventas y producción es la agropecuaria, con un 44 %; seguida de construcción, con un 38 %. En cambio, la que más negativa se muestra es la de servicios, pues el 20 % cree que estos factores disminuirán en el trimestre en curso.
El empresariado más positivo considera que existe una mayor producción y capacidad en las ventas, además de que ha visto mejoras en el movimiento de su mercado, así como una mayor capacidad de producción e implementación de nuevos productos y distintas presentaciones. En el sentido opuesto, el más pesimista se queja de los factores estacionales durante los meses analizados, el comportamiento del dólar y la competitividad de su sector.
Al igual que con las ventas y la producción, los resultados de la encuesta también reflejan una mejora en la esperanza de mayores utilidades para los negocios en el segundo trimestre del 2024. De hecho, para todos los sectores menos el agropecuario, es superior la expectativa de que estas mejoren a que se mantengan o bajen.
Así ocurre en construcción (67 %), manufactura (50 %), comercio (48 %) y servicios (45 %). En el agropecuario, prima la idea de que las utilidades se mantendrán iguales (54 %) y es el que más teme que estas puedan bajar, aunque con un porcentaje reducido (20 %). Si se comparan esas cifras con los datos promedio del último año, nuevamente es el sector construcción el que presenta la mayor mejora, seguido del de servicios. En cambio, para los otros existe un empeoramiento en su perspectiva de entre el 1 % y el 6 %.
A pesar de que la gran mayoría del empresariado prevé que la posición competitiva de su negocio se mantenga o mejore, si se comparan las respuestas netas con los resultados en promedio del último año, estos son menos halagüeños en todos los sectores.
Ahora bien, si se desagregan los resultados por área, comercio es la que espera una mejor competitividad de sus operaciones, con un 52 %, mientras el agropecuario es el que presenta la perspectiva más negativa, con un 15 %. Pero, en términos generales, las respuestas mayoritarias asumen que el panorama competitivo en su sector se mantendrá igual, con respuestas que oscilan entre el 45 % y el 54 %.
También, de forma mayoritaria, las empresas no prevén realizar nuevas inversiones en elementos como herramientas y equipo, infraestructura, maquinaria, tecnologías de información y comunicación y software, y otros. Las dos áreas que más plantean atreverse a realizar este tipo de adquisiciones son manufactura (18,0 %) y servicios (17,5 %), mientras que el menor porcentaje es el del comercio (12,3 %). Los porcentajes que no saben si realizarán nuevas compras de esta índole oscilan entre el 23,6 % y el 33,6 %.
En promedio, el empresariado que estaría haciendo nuevas inversiones es el 16,1 %, esto son 2,4 p. p. más de lo dicho para el primer trimestre. En este sentido, el sector que mejoró más su expectativa (con respecto a la encuesta anterior) de inyectar más recursos a su empresa en los elementos mencionados fue el de construcción (+ 4,7 p. p.).
Al igual que ha ocurrido en otras encuestas anteriores, la mayor parte de los individuos consultados por el IICE (55,2 %) manifestaron que el precio del dólar en el país no tendrá grandes variaciones. De ese porcentaje, 4 de cada 10 respuestas señalaron que este efecto no afectará la posición competitiva de sus empresas; una cuarta parte afirmó que les beneficiará, mientras tres de cada 10 más bien dijo que una situación así perjudicará a sus negocios.
El sector que más apuesta por la estabilidad en el tipo de cambio es el agropecuario (68,3 %). Cabe destacar que, durante el periodo de aplicación de la encuesta, el dólar mantuvo un valor promedio de 517,2 colones y durante la consulta para el primer trimestre el precio promedio fue de 518,8 colones, es decir, hubo una estabilidad clara en este factor.
En tanto, el tipo de negocio que más considera que la divisa estadounidense bajará aún más es el manufacturero (18,2 %). En el sentido contrario, el que más afirma que esa moneda aumentará su valor en el segundo trimestre es construcción, donde una tercera parte de las respuestas así lo señaló.
Si se desglosan estos resultados entre empresas exportadoras y no exportadoras, el 61 % de las primeras sostienen que el valor del dólar les afectará negativamente, el 30,6 % señala que no provocará ningún efecto y solo el 8,2 % considera que les beneficiará. En el caso de las segundas, el mayor porcentaje se concentra en el empresariado que afirma que el tipo de cambio no surtirá ningún efecto en sus operaciones (46,9 %), el 30,7 % se muestra esperanzado en que los beneficiará y el 22,3 % que los perjudicará.
Finalmente, el 20,6 % de las empresas consultadas aseveró que exportan sus productos (únicamente entre los sectores agropecuario y manufactura). Dentro de este grupo, el 42,0 % indicó que exporta menos de una cuarta parte de su producción, el 39,0 % exporta más de la mitad y el 12,0 % exporta entre una cuarta parte y la mitad, mientras que el 7,0 % no respondió.