Los retos, desafíos e incertidumbres que rondan a la Universidad como institución ante el cambio de época merecen una detallada reflexión y compromisos estructurales en esta “sociedad actual del conocimiento que está totalmente disperso, diluido y está en todas partes”. Esta idea se desprende de la disertación hecha por el Dr. Joan Subirats Humet, especialista en temas de gobernanza, gestión y análisis de políticas públicas, problemas de innovación democrática y sociedad civil, durante la Lección Inaugural de la Universidad de Costa Rica, el pasado 10 de abril.
El Dr. Subirats, catedrático de Ciencia Política e investigador del Instituto de Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad Autónoma de Barcelona, España, destacó que estamos viviendo una profunda transformación de la vida social, económica, formativa y tecnológica, vital en todas nuestras sociedades cada vez más globalizadas e interconectadas. En medio de ese cambio, afirmó el especialista, hay voces muy críticas sobre el futuro de la universidad.
“Hay voces que nos dicen que la universidad en una sociedad del conocimiento —donde este ya está totalmente disperso y diluido— ya no tiene el papel central que ha tenido en los últimos más de mil años”. Sin embargo, frente a esas perspectivas, Subirats sostiene que “hay poquísimas instituciones que puedan presentar un legado y una trayectoria milenaria a lo largo del tiempo, de producción, generación y difusión del conocimiento, como ha sido el papel de las universidades”.
A lo que convoca esa profunda transformación social, refirió el profesor Subirats, es a un oportuno momento en el cual las universidades deben detenerse a pensar en lo que acontece como Universidad de Costa Rica, como Universidad de Barcelona, etc., y plantearse ¿cuál es el papel actual de la universidad y cuál es su perspectiva futura?
Para Subirats, en la Universidad encontramos una institución que ha demostrado una gran resiliencia. Tiene esa capacidad de resistir cambios muy potentes que se producen a su alrededor y, a pesar de todo, seguir siendo capaz de reaccionar. El catedrático señaló que las universidades lograron salir de las ataduras de las religiones que controlaban el ámbito de las ciencias, hasta desplegarse en la época de la ilustración, de la revolución industrial y de la educación de masas.
“Las universidades tenemos una relación entre humanismo y ciencia que las convierte en esa generación de ciencia y conocimiento abierta a la formación y, al mismo tiempo, preocupadas por los grandes retos que se plantean socialmente, por ejemplo, con una vinculación entre universidad y desarrollo económico, social y personal. Una universidad que relaciona ciencia y humanidades”.
Seguramente, la Universidad está hoy en un momento histórico que no tiene parangón. Así lo destacó el conferencista. Para Subirats no tiene comparación por los retos civilizatorios que se presentan. “La emergencia climática, el negacionismo, la negación de la evidencia científica, el reconocimiento de la diversidad (que se me reconozca en mi ser distinto) en términos sexuales, de género, culturales, es decir, de muchos tipos”.
Todo lo anterior, aseguró Subirats, “está generando las guerras culturales, la idea de un cierto negacionismo a la posibilidad de convivencia de identidades de carácter muy distinto”.
En este contexto de una nueva época, Subirats retomó el verdadero valor de alcanzar un título universitario. Señaló que el título es importante, pero que también está el reto de ayudar a los estudiantes a crear su portafolio de habilidades para interactuar con el mundo. “Esas capacidades que el mundo actual les demanda, cómo añadimos también a su propia experiencia en el ámbito universitario”.
Y, paralelo a ese valor de la obtención de un título, Subirats agregó que otro reto que esta época del conocimiento disperso le presenta a la Universidad es el porqué de la presencialidad, cuál es el valor agregado de ir presencial a una universidad. El especialista rescata ante tal reto “la coincidencia de grupo, el aprender juntos, el tener retos compartidos, aprender unos de los otros; todo como experiencia vital de riqueza de la vida universitaria que acompañará al estudiante durante toda su vida”.
Ese reto demanda que la experiencia de aprendizaje sea más significativa, que no se centre solo en la transmisión de conocimiento. “Debemos desarrollar estudios de caso, clínicas jurídicas, por citar un par de ejemplos. También la experiencia de internacionalización, de movilidad internacional”.
“Hoy vivimos una tensión entre lo especializado y lo básico, entre lo globalizado y lo específico. Debemos contemplar elementos básicos fácilmente adaptables y, luego, la especialización de manera secuencial. Una mezcla de lo teórico y lo aplicado”.
🔴Transmisión en vivo de la Lección Inaugural: "La Universidad en el cambio de época. Incertidumbres y fortalezas". Impartida por el Dr. Joan Subirats Humet, exministro de Universidades de España (2021-2023).
10 de abril de 2024
Respecto a esa tensión, Subirats retomó que se debe fortalecer la legitimidad de la universidad: con investigación, con transferencia e intercambio de saberes. “Fortalecer la relación de la universidad con el territorio”.
Subirats concluyó reafirmando que “debemos asegurar que los elementos de cambio de esta nueva época refuercen la posición social de la universidad y su capacidad de servicio”.