El equilibrio caracterizó a la mayoría de los resultados de este último estudio realizado en febrero, en comparación con los obtenidos en noviembre del año pasado. Imagen con fines ilustrativos. Fotografía de Freepik libre de derechos.
La población consumidora del país sigue teniendo la misma percepción sobre el panorama económico que en la última encuesta de este tipo realizada en noviembre. Así lo señalan los datos de la I Encuesta del Consumidor 2024, cuyo Índice de Confianza del Consumidor (ICC), alcanzó en febrero los 50,1 puntos.
La investigación fue presentada este miércoles 6 de marzo por la Escuela de Estadística (EEs) y la Unidad de Servicios Estadísticos (USES) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Este resultado indica que la confianza de la población en la economía es prácticamente neutra (ni positiva, ni negativa). No obstante, es la primera vez desde febrero del 2011 que este índice pasa la barrera de los 50 puntos (50,3 en aquella ocasión).
Así, el minúsculo crecimiento del ICC de 0,2 puntos no debe llamar a engaños: se ubica dentro del error de muestreo de la encuesta: ±1,8 puntos, por lo que se puede decir que no tuvo variación desde finales del año pasado.
Para este análisis se entrevistaron a 719 personas mayores de 18 años, del 5 al 19 de febrero, en todo el territorio nacional de manera aleatoria, usuarias de teléfono celular, lo que significa una cobertura proyectada que supera el 97 % de habitantes en el país.
Además del error de muestreo ya mencionado para el ICC, la encuesta tiene un margen de error de ±3,7 puntos porcentuales (p. p.) en el caso de los porcentajes y una confianza del 95 %.
En mediciones previas del ICC ha sido habitual que la mayoría de las personas se sigue percibiendo como “ni pesimista ni optimista” (ambivalentes) sobre la economía nacional. No obstante, en esta ocasión existe la particularidad de que esta fracción poblacional fue la única que sumó respuestas con respecto a noviembre, pues pasó de un 50,1 % a un 56,0 %.
Lo anterior explica que la sensación que existe en torno al consumo haya quedado prácticamente intacta. De la misma manera, la brecha del ICC por sexo permaneció con números similares: el índice masculino llegó a los 54,7 puntos, mientras que el femenino a los 46,0 puntos.
Tomando en cuenta las edades y siguiendo con la tendencia de mantener números similares al estudio anterior, no hubo grandes diferencias en las tres categorías etarias que componen este análisis. Es decir, los movimientos en los puntajes en cada una se ubicaron dentro del error de muestreo. Las poblaciones menores de 34 años obtuvieron 57,4 puntos (las únicas en el rango del positivismo), las de entre 35 y 49 años alcanzaron 48,6 puntos y las de 50 años o más, 46,0 puntos.
Si se toma en cuenta el nivel educativo, la población universitaria sigue siendo la que tiene una mejor percepción de su consumo: obtuvo un puntaje de 55,1 en febrero. Con esto supera el índice de personas con educación secundaria (53,2) o primaria o menos (43,7).
En cuanto a la cantidad de personas que trabajan en el hogar, aquellas que mencionaron que ninguna labora sumaron 42,3 puntos. Esta categoría sigue teniendo el puntaje más bajo en comparación con hogares donde trabajan una o dos personas (49,9 puntos) o tres o más (55,5).
El ICC realiza dos mediciones: el Índice de Condiciones Económicas Actuales (ICEA) y el Índice de Expectativas Económicas (IEE). El primero valora la confianza de las personas consumidoras en la coyuntura económica presente y el segundo lo hace como una previsión hacia el futuro.
En esta oportunidad, los movimientos de cifras en el ICEA y en el IEE con respecto a la encuesta anterior están dentro del error de muestreo. El ICEA contabilizó 46,8 puntos en febrero, en una escala de cero a 100.
Por su parte, el IEE permaneció prácticamente igual a la encuesta anterior y registró 52,3 puntos. Esto quiere decir que el futuro de la economía nacional continúa siendo más promisorio para la población que el contexto actual (5,5 puntos), una tendencia que se ha mantenido en las últimas encuestas.
En cuanto a las opiniones que esperan una mejora económica personal durante los próximos 12 meses, estas alcanzaron el 56,2 % en febrero. Quienes aguardan ingresos similares (14,6 %) o peores (26,1 %) no sufrieron mayores cambios en comparación con noviembre.
Tampoco hubo variaciones significativas al preguntar sobre el comportamiento que tendrán las tasas de interés: un 49,6 % cree que estas podrían incrementarse. El 12,3 % afirmó lo contrario y el 30,8 % considera que estas se mantendrán sin variables.
Tanto las diferencias en las opiniones negativas sobre la política económica de la Administración Chaves Robles (40,8 en noviembre versus 40,9 en febrero), como en las positivas (de 21,9 % a 19,8 %, respectivamente) y quienes dicen que se hace “lo necesario” (32,5 % a 33,9 %) se ubican dentro del error de muestreo y, por lo tanto, no sufrieron variaciones con respecto a noviembre anterior.
Esta estabilidad con respecto a la última encuesta también aparece en las opiniones sobre las expectativas de pobreza: un 48,4 % dice que crecerá, un 38,08 % que seguirá igual y un 11,06 % que se reducirá.
Donde sí hay un aumento del pesimismo es en cuanto al comportamiento del desempleo para los próximos 12 meses: quienes creen que habrá más sumaron un 39,6 % (+4,6 p. p.), la gente que afirma que se mantendrá igual contabilizó un 36,0 % y aquellas personas que estiman menos desocupación son el 22,0 %.
La tendencia de pensar que no son buenos tiempos para adquirir una vivienda sigue siendo mayoritaria, pero lo es cada vez menos. Es decir, el 53,98 % así lo afirma, pero esto es un número menor que en noviembre del año pasado, cuando este porcentaje se ubicó en 58,5 %. De hecho, hay que remontarse a agosto del 2017 para encontrar un porcentaje aún más bajo (52,7 % en aquella oportunidad).
En el caso contrario, quienes piensan que es un buen momento mejoraron su número y alcanzaron el 27,89 % (+4,2 p. p. con respecto a noviembre). Este es el dato más promisorio para comprar o vender una casa desde febrero del 2008, cuando esta respuesta alcanzó el 49,9 %.
Los números que favorecen la adquisición de un carro se mantienen estables desde noviembre. Un 21,6 % de las personas consumidoras señala que son buenos momentos comprar un vehículo, el mejor número desde setiembre del 2022 (27,1 %), mientras que para el 59,50 % es un mal momento, lo que constituye una de las cifras más bajas que reporta esta medición.
Finalmente, la mayor parte de la población costarricense teme que los hidrocarburos aumenten de precio en el futuro. Así lo afirmó el 58,9 % en febrero. No obstante, esto es un descenso de 6,2 p. p. con respecto al 65,1 % de noviembre.
Con referencia a las previsiones sobre el tipo de cambio del colón con respecto al dólar, se mantienen números similares a la encuesta anterior: el 41,1 % cree que se encarecerá, el 39,1 % afirma que se mantendrá en valores similares a los actuales y el 13,9 % presiente que bajará su precio aún más durante los próximos 12 meses.
Lo anterior demuestra que, en general, la población considera que la divisa estadounidense conservará valores cercanos a los 520 colones, cotización promedio durante la realización de la encuesta según el Banco Central de Costa Rica.