Especialidades médicas

Un total de 127 nuevos médicos residentes ingresan a la mejor universidad de Centroamérica

“Recuerden que a las y a los costarricenses, así como a todas aquellas personas que les requiera, ponen su vida y su salud en sus manos. Por ello, no olviden ofrecer siempre un trato cálido y humanista, acompañado de comprensión para quienes les frecuenten. No son casos clínicos, son personas con un entorno familiar, cultural y social. No es el paciente de la neumonía, es una persona con nombre y apellido que tienen al frente”.

Con ese tono firme, pero a la vez con la más alta sensibilidad humana, el Dr. Jorge Jiménez Brizuela, director del Centro de Desarrollo Estratégico e Información en Salud y Seguridad Social (Cendeisss), dio la bienvenida a los nuevos 127 médicos generales que se formarán como especialistas en la Universidad de Costa Rica (UCR).

Ese grupo de médicos, los más sobresalientes de un arduo proceso de selección, es uno de los más grandes que ha formado la UCR a lo largo de su historia y cuyos jóvenes se distribuirán en las 36 especialidades médicas de mayor urgencia nacional, según lo solicitó la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ―ente encargado de definir la cantidad de plazas―.

En esta ocasión, los campos que concentran el mayor número de especialistas son Anestesia y Recuperación con 16 médicos residentes. En segundo lugar están Medicina de Emergencias y Psiquiatría con ocho estudiantes cada uno.

Luego, con seis alumnos por especialidad, están: Geriatría y Gerontología, Oftalmología, Cardiología, Medicina General, Ortopedia y Traumatología, Pediatría, así como Radiología e Imágenes Médicas.

Este nuevo grupo de residentes hoy le permite a la UCR alcanzar la cifra de 872 médicos que actualmente se están formando en el Programa de Posgrado en Especialidades Médicas (PPEM), del Sistema de Estudios de Posgrados (SEP) de la UCR, para subsanar el faltante de especialistas en el país.

La meta es que en menos de siete años todos estén listos para ser parte de la nueva fuerza que sostendrá la salud de toda una nación y que sean capaces de contribuir a minimizar los más grandes desafíos que afronta la seguridad social costarricense, como lo son las listas de espera.

“Nos llena de optimismo recibirles. Ahora ustedes inician un gran reto en el cual el país centra todas sus esperanzas, con la finalidad de mantener un sistema de salud sólido y respaldado científicamente. Calienten sus motores, diríjanse a la línea de meta, combinen su ilusión con la disciplina y el deseo de ser mejores, así como su valentía. No desfallezcan. La humildad debe ser su compañera fiel, sumada a la caridad y el amor al prójimo para que no pierdan de vista su esencia ni la concentración”, manifestó el Dr. Carlos Araya Fonseca, director a. i. del PPEM.

¡Las y los mejores!

Para llegar a esta etapa, las y los 127 médicos demostraron una entrega, disciplina y compromiso admirable al superar, exitosamente, dos rigurosas etapas de admisión.

La primera etapa fue un examen de conocimientos generales de medicina en las áreas de pediatría, cirugía general, medicina familiar y comunitaria, ginecología y obstetricia, psiquiatría y medicina interna.

Solo quienes aprobaran la primera etapa podían efectuar la segunda, que consistió en una evaluación particular para cada especialidad, conformada por un examen de conocimientos médicos, así como una entrevista, revisión de publicaciones médicas, cursos de educación continua y el manejo de idiomas.

Al lograr aprobar ambas etapas, la UCR le garantiza a la ciudadanía que las y los profesionales admitidos son los mejores del proceso y que, a partir de hoy, integran un selecto grupo que no solo logró comprobar sus conocimientos en medicina general de forma destacada, sino que además poseen todo lo necesario para adquirir nuevas habilidades ―con los niveles de calidad y rigurosidad exigidos―, mientras ejercen la profesión en el país bajo supervisión docente.

“Sin duda, me encuentro al frente de las y los mejores en el proceso de selección de cada una de las especialidades que oferta la UCR, con el fin de poder cubrir las necesidades de especialistas que se han proyectado para años venideros en la CCSS. La Caja y la UCR somos una simbiosis que ha funcionado de manera coordinada y efectiva a través del tiempo. Cada uno de ustedes este 2024 se convierte en estudiantes activos de la UCR y, a su vez, funcionarios de la CCSS. Esta simbiosis es necesaria, porque cuentan con grandes profesionales en la UCR, quienes transmitirán a ustedes los conocimientos teóricos necesarios para su especialidad. Pronto, les corresponderá poner esos conocimientos en práctica con la guía de nuestros especialistas y el uso de nuestros servicios e instalaciones”, agregó el Dr. Jiménez.

La preparación académica que ahora experimentarán las y los residentes en la UCR estará basada en planes de estudio actualizados, acordes a la realidad nacional y según las necesidades de Costa Rica. Asimismo, los estudiantes aprenderán haciendo bajo la supervisión docente y en un contexto real, lo que les facilitará el desarrollo de competencias específicas en relación con la especialidad y el trabajo en equipo.

Al graduarse, las y los nuevos especialistas tendrán todas las herramientas para afrontar las necesidades proyectadas por la Caja y, al mismo tiempo, dar la más alta calidad de atención a sus pacientes. También, serán capaces de modernizar la salud pública con innovadoras técnicas y procedimientos médicos. Lo anterior, siempre de la mano con la ética, la empatía y el trato humanizado.

El aporte

Desde 1964, la Caja y la UCR han funcionado como una simbiosis coordinada para la formación de especialistas de alta calidad con función asistencial.

Lo anterior ha permitido que, en tan solo los últimos 15 años, la UCR y la CCSS le entregaran a Costa Rica a más de 3 200 especialistas gestores de importantes hitos, como lo fue la separación de los siameses Samuel y Ezequiel, así como la realización del primer trasplante split simultáneo y sincronizado de hígado; ambas cirugías consideradas como parte de los procedimientos quirúrgicos de mayor complejidad en el mundo.

Actualmente, el Programa posee más de 1 200 docentes (alrededor del 70 % ad honorem) y 16 funcionarios entre equipo técnico y administrativo, con un costo de formación accesible y un fuerte liderazgo en la formación y mantenimiento del nivel de la medicina de Costa Rica, lo cual es reconocido en múltiples foros internacionales.

“El impacto del programa es evidente no solo en los índices de salud del país, como nuestra baja mortalidad infantil o nuestra alta expectativa de vida. En nuestra historia reciente, el aporte de este sistema de posgrado fue el que contuvo el principal impacto de la pandemia por el SARS-COV-2. Gracias a un ejército cercano a los 800 médicos residentes se generó, junto con muchos de los docentes hoy acá representados, que se evitara una gran cantidad de muertes y otras consecuencias de mayor impacto en la salud física y emocional. Sin ningún temor afirmo que no existe otro programa de posgrado que haya tenido tanto impacto en el país desde su creación en la UCR y ustedes son parte de ello ahora”, manifestó el Dr. Araya.

En lo mismo coincidió la Dra. Flor Jiménez Segura, decana del SEP-UCR, quien no solo resaltó la medicina como una de las profesiones más sublimes del ser humano por su búsqueda constante del bienestar y la calidad de vida de las personas pacientes, sino también por su gran responsabilidad con la CCSS.

“La Caja Costarricense de Seguro Social, gracias al convenio con la Universidad de Costa Rica para la formación de médicos especialistas, nos deposita un tesoro en nuestras manos y una gran responsabilidad de formar profesionales que impactarán en la prestación de los servicios en los establecimientos de salud de la institución. Ya lo decía Platón al afirmar que ‘donde quiera que se ama el arte de la medicina se ama también a la humanidad’. Por eso, a este especializado conocimiento hay que agregarle una gran dosis de paciencia, respeto, solidaridad, empatía, responsabilidad, compasión y una de las más importantes: el amor. Este se debe manifestar en cada persona que recibe un diagnóstico, un pronóstico o tratamiento para aliviar, curar o aminorar aquellos síntomas que alteran la salud emocional o física”, comentó la Dra. Jiménez.

La expectativa es que desde ya cada médico residente pueda llevar su proceso de aprendizaje más allá de los conocimientos técnicos o científicos, y que puedan adquirir una formación integral llena de valores, ética y moral, que dignifique una profesión tan amada como lo es la medicina.

“El inicio de la residencia está a la vuelta de la esquina. Se encontrarán en un escenario de arduas tareas de aprendizaje y perfeccionamiento. El contacto directo con el dolor, la enfermedad e, incluso, la muerte, les irá forjando el temple necesario para afrontar la adversidad. Sin duda alguna les puedo asegurar que habrá dificultades, sinsabores, largas jornadas de trabajo y noches sin dormir. Pero, como bien dice un proverbio hindú: la caminata más larga comienza con un paso”, reflexionó el Dr. Jiménez.

Las y los residentes se formarán en los hospitales rurales y urbanos de la CCSS. En esta ocasión, los principales espacios de rotación son el Hospital Calderón Guardia, el Hospital de Alajuela, el Hospital Adolfo Carit Eva, el Hospital Max Peralta, el Hospital México, el Hospital Nacional de Niños, el Hospital Nacional de Salud Mental y el Hospital San Juan de Dios.

En esos hospitales, los estudiantes deben realizar sus trámites como trabajadores de la Caja. Sin embargo, a lo largo de su residencia rotarán por diferentes centros y algunos fuera del área metropolitana.