La riqueza cultural del Territorio Norte-Norte, conformado por los cantones de Upala, Guatuso y Los Chiles, representa un enorme potencial de crecimiento para esa zona, que además de sus atractivos turísticos es una de las grandes productoras de cacao, raíces y tubérculos del país. Fotomontaje Eduardo Muñoz.
El Territorio Norte-Norte costarricense es una de las zonas del país con enormes potenciales para el crecimiento económico, social y productivo, pero que requiere el acompañamiento técnico para que el talento humano adquiera las habilidades y conocimientos que complementen los saberes aprendidos a lo largo de generaciones.
Con ese fin en la mira, el proyecto de Acción Social denominado “Innovación y valorización de productos agroalimentarios y turísticos, vinculados a sistemas asociativos en los territorios de Upala, Guatuso y Los Chiles”, que tuvo su origen en una solicitud del Consejo Territorial de Desarrollo Norte-Norte (CTDNN) al Conare a finales del año 2020. El proyecto realizó el pasado 29 de noviembre 2023, una devolución de resultados, en el Campus Tecnológico, en el cantón de San Carlos.
Para esta entrega de resultados se convocaron a personas productoras de cacao, raíces, tubérculos y emprendimientos turísticos compartieron, se reencontraron y siguieron definiendo una ruta para el mejoramiento de su región, con el objetivo último de ofrecer más y mejores posibilidades de organización comunitaria, empleo y comercio justo de la producción de esa rica zona.
Desde la aprobación por parte del Conare a la solicitud del CTDNN, las universidades públicas realizaron jornadas de trabajo para sistematizar una propuesta de intervención a partir de proyectos en ejecución en la zona, y finalmente se agruparon en nueve temáticas, a saber: emprendimiento, turismo, cultura, educación, gestión ambiental, migración, modernización del aparato municipal, infraestructura, capacitación y asistencia técnica a productores, y gestión del riesgo de desastres.
Las cinco universidades públicas: la de Costa Rica (UCR), la Nacional (UNA), la Técnica Nacional (UTN), la Estatal a Distancia (UNED) y el Tecnológico de Costa Rica (TEC) articularon un plan de trabajo para diseñar protocolos y planes estratégicos a partir de procesos de cocreación, innovación y transferencia tecnológica para la implementación de los sectores productivos y turísticos.
En este proceso las universidades, además de aportar los saberes de docentes e investigadores, contaron con el apoyo de estudiantes comprometidos con la Acción Social. Con el trabajo del estudiantado se realizaron los mapeos de actividades grupos de productores, talleres y capacitaciones y brindaron apoyo en la evaluación de los procesos realizados.
Mediante un proyecto de Acción Social, el CONARE brindó apoyo técnico, logístico y asesorías para la articulación entre los sectores productivos del Territorio Norte-Norte (Upala, Guatuso y Los Chiles), un acompañamiento que procuró encuentros entre productores de raíces, tubérculos, cacaoteros y emprendimientos agroturísticos. Foto Mauren Rodríguez
Entre los logros se destacan la construcción de redes entre cantones, mismas que han favorecido las relaciones entre personas productoras y emprendedoras, que se constituyen en un factor para futuras colaboraciones comerciales y oportunidades de crecimiento para las comunidades involucradas.
Además, mediante el intercambio de experiencias se han fortalecido los canales de distribución y comercialización, gracias al conocimiento adquirido en las capacitaciones y las discusiones entre las organizaciones sobre las mejoras formas de colocar lo producido y promocionar los atractivos del Territorio Norte-Norte.
Para Rebeca Marchena Quirós, representante de la comunidad indígena Maleku y una de las líderes de la plataforma del cacao, este proceso “ha sido todo un reto, ha implicado días de sacrificio para trabajar juntos, nos hemos hecho una comunidad y tenemos grupos que nos pasamos información indiferentemente de la comunidad. Esa iniciativa de conformar una plataforma fue eficaz para nosotros porque a veces tenemos escasez de cacao, y ahora puedo contactar a compañeros de Upala y decirles ‘no tengo cacao, necesito semilla para poder abastecer a un cliente’”.
“Yo soy una mujer cacaotera, de 25 años, y hace tres años no sabía nada sobre el cacao y poder unirme con todas estas personas que tienen muchos conocimientos ha sido de mucho enriquecimiento no solo a nivel personal, sino de trabajo. He tenido ‘toures’ de cacao, y no sabía las variedades, pero ahora nos ayudamos y no estamos en esa rivalidad que teníamos antes de este proyecto de Conare; ahora Upala, Guatuso y Los Chiles estamos en una sola plataforma”, agregó Marchena.
Por su parte, Marta Alvarado, vecina de Upala e integrante de la Asociación de Productoras y Productores de Tubérculos y Raíces, recalcó que “ser productora, madre, jefe de familia y estudiante es bien difícil, hay que hacer estrategias para sacar todas estas tareas”. Además, afirmó, que “todo esto ha sido de gran aprovechamiento porque hemos aprendido cómo manejar los suelos y sacar provecho de los recursos naturales. Nos capacitamos en muchas áreas, y nos integramos porque a veces no estamos acostumbrados a compartir con otra gente, antes de esto estábamos carentes de conocimiento lo cual es como una herramienta sin filo que no puede funcionar; pero ahora somos como una herramienta con filo que ya puede utilizarse”.
Coincidiendo con Alvarado, el productor Vicente Rojas Ortiz comentó que aunque tenían conocimientos básicos para la producción de tubérculos, gracias al apoyo brindado por las universidades públicas lograron “comprender que los análisis de los suelos nos ayudan a ahorrar en fertilizantes, que podemos producir insumos naturales y planificar nuestras cosechas para tener una mejor comercialización. Como grupo organizado nos beneficiamos porque nos conversamos entre nosotros y buscamos la manera en que podemos innovar, dándole valores agregados a nuestros productos, y con el acceso de las semillas mejoradas que nos han dado las universidades tenemos menores riesgos en las cosechas y así volver a cosechar otras cosas que no hemos cultivado antes por las enfermedades y plagas”.
Tras la conclusión del proyecto, las organizaciones y personas participantes destacaron las posibilidades de organización y articulación entre los sectores participantes, quienes a partir de ahora se abocaran a potenciar lo alcanzado durante el proceso. Para Fernando Sandí Castro, expresidente de la Cámara de Turismo y Comercio de Los Chiles (CATUCHI), que uno de los aspectos destacados de este trabajo entre universidades y comunidades fue “la formalización del destino turístico, de las microempresas que están naciendo y otras que ya están pero les faltaba alguna cosa, pero ya se habla de pensar en más grande y tener las pólizas de seguros y todos los permisos al día, así como mejorar la seguridad para visitantes. Lo que estamos buscando es calidad de primera porque en turismo no hay segunda oportunidad y estamos agradeciendo a las universidades públicas que nos han ayudado y esperamos que este 2024 y 2025 sigan pensando en la importancia de este acompañamiento que ustedes dan a la zona”.
Durante su participación Campus Tecnológico, en el cantón de San Carlos, el pasado 29 de noviembre, y con la llegada del Conare se empezó a discutir sobre las necesidades y aspiraciones para impulsar los emprendimientos turísticos y darles un nuevo rumbo. “El Territorio Norte-Norte está lleno de atractivos históricos, naturales, gastronómicos, de ríos, montañas, volcanes. Estamos buscando su visibilización para lo que se hace necesario la formación del recurso humano y que las personas se vayan con ganas de regresar; y en esto las universidades han sido un aliado importantísimo en este trabajo”.
El proyecto “Innovación y valorización de productos agroalimentarios y turísticos, vinculados a sistemas asociativos en los territorios de Upala, Guatuso y Los Chiles”, además de vincular a asociaciones de personas productoras y turísticas contó con el acompañamiento de aliados estratégicos como el Ministerio de Agricultura y Ganadería, el Instituto de Desarrollo Rural, el Instituto Costarricense de Turismo; así como cámaras locales de Turismo Local, de Exportadores de Raíces y Tubérculos, y diversas organizaciones no gubernamentales que aportaron su experiencia.
Con el proyecto del CONARE, grupos de mujeres productoras y emprendedoras de las comunidades de Upala, Los Chiles y Guatuso se unieron para adquirir más y mejores habilidades para la organización comunitaria, productiva y comercialización de los productos y servicios que se ofrecen en esa zona. Foto Mauren Rodríguez-VAS
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