Las investigadoras del proyecto llevaron a cabo diversas mediciones y observaciones en las mascotas, también realizaron una entrevista en profundidad a los dueños. Fotos: cortesía del proyecto “Análisis del estado nutricional de perros utilizados como mascotas en Costa Rica”.

Paco tiene cinco años, es un perro de tamaño pequeño, vive con su dueña en San Pedro de Montes de Oca, come alimento concentrado, también le gusta el queso y el atún, y sale a caminar dos veces al día. Cuando va a visitar al papá de su dueña, él le hace guisos especiales y le regala galletas. Paco es un miembro más de la familia, muy querido y chineado.

Esta es la historia de muchos perros en nuestro país. La tenencia de una mascota en las familias costarricenses va en aumento. Los datos de la Encuesta Nacional de Hogares 2024 (Enaho) así lo demuestran. Se estima que en Costa Rica viven 1 783 871 perros en los hogares.

Sin embargo, aunque el cariño por ellos es evidente, muchos canes no cuentan con prácticas alimenticias óptimas, lo cual puede impactar su salud y bienestar a largo plazo.

Dada dicha situación, existe una gran necesidad en el país de contar con información y datos científicos que respalden las maneras más adecuadas para asegurar el bienestar de estos animales, en diversos ámbitos.

Desde el Centro de Investigación en Nutrición Animal (CINA) de la Universidad de Costa Rica, se desarrolla el proyecto “Análisis del estado nutricional de perros utilizados como mascotas en Costa Rica”. Tal trabajo tiene como objetivo principal realizar una descripción del manejo nutricional de los perros para evaluar su estado nutricional y relacionarlo con su bienestar.

Esta iniciativa, que es pionera en el tema, surgió por la inquietud de las investigadoras de determinar con datos la situación actual de salud de dichos mamíferos relacionada directamente con su nutrición.

La Lic. Karolina Moncada Barrientos, investigadora principal del proyecto, señaló que existe mucho desconocimiento sobre la alimentación de los perros.

Actualmente, se presentan problemas como obesidad, sobrepeso, alergias y otro tipo de padecimientos que se relacionan, en la mayoría de los casos, con los hábitos alimenticios y nutricionales del animal. Por ello, los datos que se obtengan gracias a este trabajo serán de utilidad y guía para las personas que poseen canes.

En busca de los datos

Como preámbulo, el equipo de investigación está llevando a cabo un proyecto paralelo que complementa la información que se desea recabar, el cual se denomina “Sondeo preliminar sobre el manejo nutricional de perros y gatos”.

Este estudio complementario consiste en entrevistar a personas dueñas de mascotas para conocer el manejo que les dan a los animales. Además, se les consulta sobre la percepción que tienen sobre el nivel nutricional de sus perros o gatos.

Moncada explicó que se realiza una serie de preguntas a los dueños. En caso de que se encuentren acompañados del animal, este se evalúa para corroborar la percepción inicial. Los datos obtenidos son valiosos para entender qué está pasando con las mascotas actualmente en el país.

Para complementar el estudio y sus resultados, el trabajo de investigación sobre el análisis nutricional en perros contempla otros aspectos.

La Dra. Andrea Brenes Soto, directora del CINA y participante del proyecto, manifestó que este busca datos técnicos y científicos, los cuales se obtendrán de la observación directa y de la revisión física de los animales, así como de la entrevista a los dueños.

El proceso inició con una recopilación de centros veterinarios en San José, que pudiesen brindar un espacio para trabajar con las mascotas y sus propietarios.

El trabajo de campo se ha llevado a cabo en clínicas veterinarias, donde las investigadoras reciben al paciente y le efectúan una evaluación completa a nivel físico y nutricional. Al final del estudio, se espera contar con la información de alrededor de 385 perros.

Conocer el estado nutricional de los perros ayudará a tener datos científicos, que guíen a sus dueños para que sus mascotas tengan una mejor calidad de vida. Fotos: cortesía del proyecto “Análisis del estado nutricional de perros utilizados como mascotas en Costa Rica”.

Según relató Moncada, las evaluaciones del estado físico-nutricional de los canes incluyen la observación de su estado corporal y muscular, así como de sus dientes, pelaje y piel.

Además, se elaboran mediciones de la cintura, el cuello y el pecho, las cuales se relacionan con la raza o el tamaño del animal, para obtener datos más precisos.

Las investigadoras explicaron que, tanto la observación directa como las revisiones físicas, son métodos que se utilizan para analizar el estado corporal y muscular del perro. Tal análisis permite determinar la proporción que existe entre los huesos, los músculos y la grasa; eso es fundamental para evaluar su salud.

“Aparte de eso, se revisa la piel y el pelo, para ver si la piel está seca, si tiene algún tipo de descamación, algún tipo de caspa o granos, o más bien, está muy grasosa. Se observa si el animal tiene alopecia, o sea, partes donde no hay pelo, o si este está muy seco o muy erizado y no es una raza que normalmente presente estas características.

Asimismo, se examina la cavidad bucal. Se evalúan las encías y los dientes para ver si hay infecciones, inflamación o pérdida de piezas dentales, que a veces pueden presentarse por mala higiene bucal o mala alimentación”, señaló Brenes.

Luego de obtener todos esos datos, se lleva a cabo una entrevista en profundidad con la persona propietaria de la mascota. Se le pregunta sobre los hábitos alimenticios y nutricionales, el tipo de alimento utilizado, el comportamiento, la actividad física que realiza, los hábitos de sueño, si existe alguna condición de salud diagnosticada, si se ofrecen golosinas, entre otros, para obtener un perfil completo del animal.

En redes sociales y otros medios, existe mucha información sobre la nutrición de los perros, pero no necesariamente es la adecuada. Foto: Laura Rodríguez.

Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

Moncada recalcó que existe mucho contenido en redes sociales y otros medios sobre la nutrición de los perros, pero no necesariamente es la adecuada. Por eso, a las personas que han participado en el proyecto se les guía y se les proporcionan herramientas para medir el estado corporal, conocer cómo almacenar el alimento, leer las etiquetas nutricionales, determinar la cantidad adecuada de alimento para la mascota, así como escoger el mejor alimento para ese perro en específico.

Ambas profesionales coincidieron en que, actualmente, puede identificarse una serie de errores comunes que se cometen en la alimentación de los canes.

Entre estos, destacaron la cantidad de veces que se le da alimento al animal y la forma de hacerlo (las necesidades de comida de un perro son muy distintas a las de una persona), lo cual puede provocar sobrealimentación y problemas de ansiedad en las mascotas.

Otro aspecto es el mal manejo de las golosinas y otros productos aparte de su dieta principal, así como la práctica de mostrar cariño o atención por medio de la comida.

De igual manera, las científicas señalaron que la insistencia de los dueños en seguir recomendaciones sobre la dieta del animal, provenientes de personas que no son profesionales en el área, puede ser perjudicial. Indicaron que, en el mercado, sobre todo en el informal, hay dietas que no son balanceadas o adecuadas para todos los tipos de perros, ya que deben considerarse aspectos como la edad y las condiciones de salud de cada uno para brindarle una dieta acorde a sus necesidades.

Además, fueron enfáticas al señalar que estos errores, a largo plazo, tendrán consecuencias adversas en la salud; por ejemplo, alergias, aumento de inconvenientes en los riñones o el hígado, y problemas conductuales, que afectarán la calidad de vida de las mascotas que nos acompañan cada día.

Con la información que se obtenga del trabajo investigativo, se conocerá de mejor manera el estado nutricional de los perros en Costa Rica, y así se contará con datos que contribuyan a la toma de decisiones para asegurar el bienestar de estos animales.