El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) alcanzó los 52,6 puntos en noviembre, lo que significa que la confianza de la población en sus capacidades de consumo se mantiene casi al mismo nivel que en agosto, cuando ese puntaje fue de 51,7.
Esta diferencia de apenas 0,9 puntos entra dentro del margen de error de ±1,8 puntos de la IV Encuesta del Consumidor 2024, por lo que se asume que no hubo cambios en los resultados presentados este miércoles 4 de diciembre por la Escuela de Estadística (EEs) y la Unidad de Servicios Estadísticos (USES) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Sin embargo, la encuesta destaca que este es el mejor resultado que ha tenido el ICC en los últimos 14 años. Para encontrar una mejor calificación hay que remontarse a mayo del 2010, cuando este indicador puntuó un 53,5.
Para este análisis se entrevistaron a 701 personas mayores de 18 años, del 1 al 25 de noviembre, en todo el territorio nacional, de manera aleatoria, usuarias de teléfono celular, lo que significa una cobertura proyectada que ronda el 97 % de habitantes en el país.
El análisis tuvo un error de muestreo de ±3,7 puntos porcentuales (p.p.) y una confianza del 95 %. Este estudio es coordinado por la investigadora y docente de la Escuela de Estadística, Fernanda Alvarado Leitón.
El grueso de la población consumidora sigue considerándose como “ni pesimista ni optimista” (ambivalentes) sobre la economía nacional (54,8 %, aumento de 4,2 p. p. con respecto a noviembre). Los otros dos grupos no tuvieron mayores movimientos: las opiniones pesimistas fueron el 14,6 % p. p., y las opiniones optimistas conformaron el 30,6 %.
De acuerdo con el informe de la EEs y de la USES, hubo una leve mejora en la percepción de la economía en los hombres, donde pasó de 54,3 a 57,6 puntos (+3.3). En el caso de las mujeres se dio prácticamente el mismo resultado que en agosto (49,2 puntos). Esto significa que la brecha de género en el ICC volvió a ensancharse y ahora se ubica en 9,5 puntos (4,4 puntos en agosto).
El Índice también tuvo un crecimiento en las poblaciones con educación primaria o menos (48,7 puntos; 4,1 puntos más que en agosto). En grupos con niveles académicos más altos, la calificación permaneció similar. También destacó la mejoría entre quienes viven en una familia donde ninguna persona está trabajando (49,2 puntos; +8,1).
En los hogares donde se pueden realizar gastos discrecionales, el ICC se redujo en 2,4 p. p., quedando con una calificación de 59,4. No obstante, este grupo mantiene una diferencia de confianza en el consumo de 15,5 puntos con respecto a quienes no pueden hacer este tipo de erogaciones (que sumaron 43,8 puntos).
En términos generales, el informe de la encuesta señala que las brechas del ICC continúan siendo evidentes en su favorecimiento a los hombres, a personas de 34 años o menos, a quienes tienen educación universitaria y a quienes perciben ingresos mensuales de más de medio millón de colones.
El ICC realiza dos mediciones: el Índice de Condiciones Económicas Actuales (ICEA) y el Índice de Expectativas Económicas (IEE). El primero valora la confianza de las personas consumidoras en la coyuntura económica presente y el segundo lo hace como una previsión hacia el futuro.
En el caso del ICEA, hubo una mejora de 1,9 puntos en comparación con agosto, para una nota de 50,0 puntos. En cambio, el IEE quedó casi en el mismo valor para un total de 54,3 puntos. Como ha sido la tónica en estas encuestas, la previsión sobre el futuro de la economía sigue valorándose mejor que el momento presente, solo que en esta ocasión esa diferencia se redujo, pues pasó de 6,0 a 4,3 puntos, siempre a favor del IEE.
Las opiniones sobre la situación actual de la economía familiar, comparándola con un año atrás, permanecieron sin mayores variantes con respecto a agosto: el 49,0 % aseguró estar igual, el 29,8 % dijo que mejor y el 21,0% aseguró que peor.
Además, una tercera parte de la muestra que participó en el estudio afirmó que son buenos tiempos para la compra de artículos grandes para el hogar. Esto significa un crecimiento de 6,7 p. p. con respecto al análisis anterior. Según el informe de la encuesta, eso puede deberse al mercadeo propio de noviembre como “mes negro” para encontrar mejores precios en algunos comercios.
En cuanto al IEE, destacaron dos cambios. El primero, que se redujo el porcentaje de personas que espera tener una mejoría económica dentro de un año (42,0 %; -4,6 p. p.). Y el segundo, que la cantidad que dijo que estará igual subió 7,9 p. p. En general, el número de personas que espera estar peor en 12 meses quedó con cifras parecidas a agosto (12,9 %).
También las expectativas hacia la situación económica personal quedaron prácticamente iguales a como estaban en agosto.
La mala percepción en la gestión de la economía desde el Ejecutivo continúa en este reciente estudio, sin que la brecha entre opiniones negativas y positivas haya tenido algún cambio significativo (-21 p. p. a favor de las opiniones desfavorables hacia el Ejecutivo en este tema).
Las opiniones de que estas políticas son “pobres” sumaron un 43,2 % y se mantienen sin mayores cambios con respecto a agosto pasado. No obstante, en términos históricos, este sería el segundo peor resultado que da la población para la Administración Chaves Robles específicamente sobre este tema, solo superado por el que alcanzó en mayo de este año (44,1 %).
Con respecto a las consideraciones de que el Gobierno hace un trabajo “bueno”, estas sumaron un 22,4 %, también sin fuertes variantes. Lo mismo ocurrió con la cantidad de personas que piensan que el Ejecutivo hace apenas “lo necesario” (30,4 %).
Tampoco ha cambiado en mayor medida el negativismo hacia la generación de más pobreza en los próximos 12 meses (40,9 %). Lo que sí disminuyó es el número de personas que espera mayor desempleo (28,8 %; -5,3 p. p.).
Es evidente la diferencia mayoritaria a favor de las opiniones negativas ante la pregunta de si son buenos tiempos para comprar casa o carro. Con respecto a la posibilidad de adquirir una vivienda, el 26,7 % dijo que son buenos tiempos (sin variantes significativas en relación con la pasada encuesta), mientras el 54,7 % dice que son “malos tiempos” (casi igual que en noviembre) y el 13,6 % afirma que “ni lo uno, ni lo otro” (también sin modificaciones de peso en el porcentaje).
En esta encuesta la diferencia fue de 28,0 p. p. a favor de los malos tiempos, aunque se viene reduciendo desde mayo.
Las pocas variantes se repiten en cuanto a la visión de adquirir automóviles: el 21,3 % dijo que son buenos tiempos para hacerlo, el 57,1 % aseguró que son malos tiempos (sin cambios) y el 16,7 % dijo que ni uno ni lo otro (+6,7 p. p.). La diferencia entre buenos y malos tiempos fue de 35,8 p. p. a favor de estos últimos.
La cantidad de personas que aguarda un incremento en el precio de la gasolina y el diesel para los próximos 12 meses fue del 60,1 %, lo que la constituye en la previsión mayoritaria, con números similares a agosto. Al contrario, solo el 5,1 % dijo que vendrá una rebaja, una cifra también casi igual. Donde hubo un ligero cambio fue en la cantidad de la muestra que asegura que los precios seguirán iguales (29,7; +3,9 p. p.).
En tanto, la mayor cantidad de gente consultada afirmó que el precio del dólar continuará estable en ese mismo lapso: así lo consideró el 41,3 % (similar a agosto). Aquellas personas que piensan que la divisa estadounidense se encarecerá conformaron el 38,4 % y, finalmente, quienes pronostican una caída en el valor de esta moneda sumaron un 11,0 %, también sin cambios destacables.
Lo anterior se puede explicar porque durante la aplicación de la encuesta, el valor de venta del dólar osciló entre los 516 y los 513 colones, sin sufrir muchas variantes, según el precio de referencia del Banco Central de Costa Rica.