El BATT: un superaliado para personas estudiantes con discapacidad

La UCR trabaja continuamente en tratar de brindar a todos sus estudiantes las facilidades y los recursos necesarios para completar una formación académica de calidad. Dentro de estos esfuerzos, se incluye al BATT. 

Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

José Joaquín Mejía Quijano, quien vive en Esparza, es licenciado en Derecho por la Universidad de Costa Rica (UCR) y cuenta con una maestría en Docencia con énfasis en Pedagogía Universitaria por la Universidad Nacional (UNA). Alexa Torres Angulo, por su parte, es bachiller en Filología Española y Enseñanza en Castellano y Literatura por la UCR.

Rigoberto Telles Mongrío es bachiller en Ciencias de la Educación con énfasis en Orientación por la UCR y posee un certificado como Consultor de Ajedrez para Principiantes. Andrea Valerio Gómez es bachiller en Ciencias de la Educación con énfasis en Educación Especial por la UCR.

Estos cuatro profesionales tienen algo en común: son personas con discapacidad que lograron completar sus estudios universitarios y emplearse exitosamente en sus respectivos campos laborales.

Además, comparten otra similitud importante: durante su etapa estudiantil fueron usuarios del programa Bibliotecas Accesibles para Todas y Todos (BATT), el cual les permitió acceder a la bibliografía y demás recursos necesarios para completar su formación académica.

En las últimas dos décadas, gracias al BATT, el Sistema de Bibliotecas, Documentación e Información (SIBDI) de la UCR ha atendido 34 646 solicitudes de personas usuarias en condición de discapacidad. Estas solicitudes fueron resueltas según los requerimientos de cada una de ellas, mediante el uso de los servicios que ofrece el programa, como digitalización de documentos, adecuación y descripción de textos, imágenes, gráficos, y cualquier otra información que requerida.

Durante ese mismo periodo de tiempo, se han digitalizado 13 645 documentos, lo que corresponde a 588 728 páginas.

José Joaquín Mejía, Andrea Valerio, Alexa Torres y Rigoberto Telles (en orden usual) forman parte de las personas con discapacidad, quienes han hecho uso de los recursos con los que dispone el BATT. 

Foto: Esteban Quesada.

La impresión se hace en formato Braille, mediante el cual se transcriben e imprimen documentos en texto plano y documentos especiales como partituras, gráficos e incluso papeletas de votación para los procesos electorales e institucionales.

Un recurso que impulsa la inclusión y la solidaridad

El BATT ha transformado muchas vidas al proporcionar a las personas con discapacidad acceso a los recursos académicos que ofrece el SIBDI UCR, promoviendo una comunidad universitaria sea más inclusiva y accesible.

La Licda. Mónica Córdoba Guzmán, directora del SIBDI UCR, afirmó: "Esta Universidad, como Institución Benemérita de la educación y la cultura nacional, tiene como uno de sus principios básico favorecer el derecho al acceso a la educación superior, a la excelencia académica y a la igualdad de oportunidades, sin ninguna discriminación".

Precisamente, bajo este principio y con la aprobación de la Ley 7600 sobre Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad, se creó el BATT en el año 2004.

“Su objetivo es ofrecer servicios y productos especializados que permitan atender las necesidades de esta población. En la formulación del proyecto se contó con la participación del personal del SIBDI, del Centro de Asesoría y Servicios a Estudiantes con Discapacidad (CASE), de la Comisión Institucional en Discapacidad (CID), y de una persona en condición de discapacidad visual, lo cual permitió desde sus inicios contar con un panorama amplio en cuanto a lo que se deseaba alcanzar, y enriquecida desde diversas perspectivas”, señaló Córdoba.

Para poner en marcha esta iniciativa, Córdoba recordó que fue neceserio realizar cambios en la infraestructura de las bibliotecas de la UCR, con el objetivo facilitar la orientación y movilización de las personas usuarias. Asimismo, para lograr cumplir con los servicios requeridos, se adquirieron equipos y programas de cómputo especializados.

El SIBDI realizó el acto de conmemoración por los 20 años de existencia del BATT en las instalaciones de la Biblioteca Luis Demetrio Tinoco, el pasado mes de octubre.

Foto: Esteban Quesada.

“También se asumió el reto de capacitar al personal bibliotecario responsable de manejar los servicios del programa, para lo cual se coordinó con las diferentes instancias universitarias para que recibieran instrucción en el Sistema de Lectoescritura Braille, que es el lenguaje de señas costarricense”, indicó Córdoba.

Adicionalmente, se han impartido charlas de sensibilización sobre temas de discapacidad, en las que se exponen temáticas sobre cómo interactuar con esta población de forma apropiada, sobre lenguaje inclusivo, y sobre la atención de personas con diferentes condiciones de discapacidad durante una emergencia, entre otros temas. Estas prácticas se mantienen hasta la fecha, como parte de la mejora continua de los servicios.

La proyección del programa escapa de la esfera universitaria

El programa BATT también ha colaborado en diferentes procesos institucionales, como en las elecciones de la Federación de Estudiantes (FEUCR), así como con las demás universidades públicas integradas dentro del Consejo Nacional de Rectores (Conare).

Se suman también a los procesos de capacitación del personal de esas instituciones públicas de educación superior, a las que se les ha brindado al Patronato Nacional de Ciegos, al Instituto Helen Keller, y al personal de colegios de secundaria; inclusive se trascendieron las fronteras nacionales, al trabajar en conjunto con la Universidad de San Carlos, en Guatemala, en donde replicaron el modelo del programa BATT.

“Siempre hemos estado abiertos y dispuestos a brindar el servicio que la comunidad nacional requiere, desde imprimir en Braille el Reglamento General del Consejo Nacional de Cooperativas, hasta el menú de un restaurante, de modo tal que las personas en condición de discapacidad tengan acceso a la información en igualdad de condiciones”, concluyó Córdoba.

Gracias a estas iniciativas, la UCR ha logrado brindar oportunidades reales y sostenibles de acceso a la educación superior, inserción al mercado laboral y movilidad social, contribuyendo a construir una sociedad más equitativa.