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El invaluable aporte de la Licenciatura en Educación No Formal

La incidencia que tiene la Universidad de Costa Rica en el mejoramiento de la calidad de vida de la población de múltiples comunidades del país, a través de esta carrera que es única en su tipo, es palpable
7 oct 2024Sociedad
Foto 1 Licenciatura en Educación No Formal UCR

En las instalaciones de la Escuela Mariano Quirós Segura, ubicada en la comunidad de Macho Gaff, en El Guarco de Cartago, un grupo de estudiantes de la Licenciatura en Educación No Formal llevaron a cabo reuniones y entrevistas con miembros de la comunidad, para compartir información y poder desarrollar el trabajo asignado. Foto: Jimena Obando.

Existen cientos de proyectos desde la acción social, la investigación y la docencia universitaria, en los que se intercambian conocimientos con las comunidades menos favorecidas, con el objetivo de buscar soluciones a los diversos problemas que les aquejan.

Sin embargo, la Universidad de Costa Rica (UCR) tiene más de 30 años de contar con una iniciativa muy particular, cuya razón de ser es fortalecer la formación académica humanista y solidaria de las personas estudiantes, pero además, dentro de su malla curricular incluye el contacto directo y el trabajo en conjunto con las comunidades, para solventar algunas de sus problemáticas.

Se trata de la Licenciatura en Ciencias de la Educación con Énfasis en Administración de la Educación No Formal, que pertenece a la Escuela de Administración Educativa de la Facultad de Educación. Esta opción académica es única dentro de la UCR y también en toda América Latina.

Al ser una licenciatura, aquellos estudiantes que se interesen en matricularla necesitan contar con el grado de bachiller, en alguna carrera de cualquier universidad pública.

De esta forma, pueden ser partícipes del impacto positivo que procura tener esta opción académica en muchas de las comunidades de Costa Rica. Por ejemplo, hasta el momento han trabajado con las poblaciones de Hatillo, Llanos de Santa Lucía en Cartago, Alajuelita, Upala, La Legua de Aserrí, Los Guidos en Desamparados, Acosta, Santa Cruz de Turrialba, Santa María de Dota, y en la localidad de Macho Gaff, en El Guarco de Cartago, entre otras.

Esta carrera se imparte durante tres semestres, con cursos que incluyen cuatro materias por cada ciclo, y al final las y los estudiantes que participan deben elaborar el trabajo final de graduación.

Durante las clases se aprecia un amplio espectro temático, ya que el estudiantado proviene de diferentes carreras, como por ejemplo de Ciencias Básicas, Ciencias Sociales, Artes, y Letras. Este panorama permite la posibilidad de contar con diversos escenarios educativos y puntos de vista, lo que vuelve aún más interesante la sinergia académica.

Esta licenciatura trabaja en conjunto con diversas organizaciones, locales y estatales, con el fin de fortalecer las acciones en diferentes temáticas, como por ejemplo la conservación del medio ambiente y la protección de la fauna silvestre.

Estas alianzas estratégicas se han establecido con el Patronato Nacional de la Infancia (PANI); la Fundación Promotora de Vivienda (FUPROVI); algunas cooperativas; y con el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), específicamente en el Parque Nacional Los Quetzales, en Dota.

La Licenciatura en Ciencias de la Educación No Formal potencia las capacidades de sus estudiantes y de las comunidades, gracias a los métodos de participación activa que aplican, y que impulsan los cambios, tanto individuales como colectivos.

Otto Salas Murillo
Otto Salas Murillo
Periodista Oficina de Comunicación Institucional
Área de cobertura: Facultades de Ciencias Sociales y Educación
otto.saliolmasmurillo  @ucrwima.ac.cr

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