Como medida preventiva, el 3 de octubre se cerró el paso peatonal entre la Escuela de Estudios Generales y la Escuela de Química debido a la socavación del puente relacionada con el aumento del cauce de la quebrada por lluvias.
Foto cortesía de: Róger Rodríguez, jefe de la Sección de Seguridad y Tránsito.
La Universidad de Costa Rica declaró emergencia institucional por los efectos generados por las precipitaciones de los últimos meses en la Sede Rodrigo Facio, que han aumentado el riesgo de daños a la infraestructura universitaria y a las personas.
La declaratoria emitida el 25 de setiembre, mediante resolución VRA-5-2024, se da luego de que un equipo técnico especializado, convocado por la Rectoría a finales de junio, para analizar la situación de la quebrada Los Negritos, evaluara las condiciones actuales y los posibles riesgos.
El 13 de setiembre, tras conocer el Informe: EIC-Lanamme-INF- 1440-2024, este equipo interdisciplinario tomó la decisión de priorizar las intervenciones que deben realizarse en el cauce de la quebrada y recomendar a la administración la declaratoria de emergencia.
Al respecto, el Dr. Roberto Guillén Pacheco, vicerrector de Administración y vocero de la Coordinación Institucional para la Atención de Emergencias (CIAE) detalló la ruta a seguir.
El informe, presentado por el Ing. Roberto Villalobos Herrera, investigador del Lanamme y docente de la Escuela de Ingeniería Civil (EIC), incluyó los resultados de la inspección de ocho estructuras de paso, cinco obras geotécnicas y cuatro sitios de interés geotécnico en la quebrada Los Negritos a su paso por la Sede Universitaria Rodrigo Facio Brenes.
“Se identifican tres estructuras que presentan una falla inminente, problemas de erosión y socavación, tanto lateral como vertical, lo que afecta a las estructuras de paso y los muros. Por lo tanto, recomienda la implementación de medidas inmediatas para reducir la vulnerabilidad de las estructuras con riesgo de colapso”, se indica en la Resolución.
Las tres estructuras en condición de falla inminente son el puente entre la Escuela de Estudios Generales y la Escuela de Química y el puente que está entre esta escuela y la Facultad de Educación, así como el puente de servicios contiguo al edificio de parqueos del CIMAR en Finca 2.
En condición alarmante se calificó la alcantarilla de Calle Masis, sector donde las velocidades que alcanza el agua son muy altas. Con el paso de las ondas tropicales #10 y #11 de 2024, este sector colapsó debido al socavamiento del muro de contención, lo que provocó el hundimiento de la acera peatonal y la caída de la malla perimetral.
El Ing. Villalobos amplió sobre los principales hallazgos de esta evaluación realizada desde el Colegio Monterrey hasta las cercanías del Comedor Universitario, donde se concluye que la quebrada, como resultado del proceso de urbanización experimenta caudales mucho mayores a los que experimentaba hace 50 o 100 años.
El informe del Lanamme se suma a otras evaluaciones realizadas este año por la Oficina Ejecutora del Programa de Inversiones (OEPI), la Oficina de Servicios Generales (OSG) y la Unidad de Gestión del Riesgo de Desastres (UGDR) que detectaron la socavación en ambas márgenes de la quebrada y la posibilidad de obstrucciones severas en el cauce por tramos de bambú muy susceptibles a caer en este.
Debido a la rapidez con que se producen los cambios en las márgenes de la quebrada, la Unidad de Gestión del Riesgo de Desastres (UGDR) junto a los expertos realiza inspecciones periódicas para evaluar la evolución de las deficiencias detectadas, especialmente en estructuras críticas como los puentes peatonales y las alcantarillas.
Además, la Sección de Seguridad y Tránsito colabora con monitoreo constante durante las lluvias para verificar los niveles de agua en la quebrada e implementar los cierres de rutas peatonales o vehiculares necesarios para salvaguardar la integridad de quienes transitan dentro del campus.
Con la declaratoria de emergencia, la Universidad de Costa Rica podrá usar fondos no comprometidos para responder a la emergencia y realizar todas aquellas acciones y obras necesarias para dar respuesta a la afectación sufrida por la institución. La Vicerrectoría de Administración será la encargada de coordinar y ejecutar, mediante sus diferentes oficinas y unidades competentes, la presupuestación de las obras de atención y reconstrucción necesarias.
Al respecto, el Ing. Villalobos explicó: “Hay intervenciones que se pueden diseñar y que se pueden ejecutar para salvaguardar las estructuras existentes. Entonces se vuelve un tema de la necesidad de primero definir cuál es la intervención requerida, ya sea simplemente proteger estas partes del cauce que se están erosionando para proteger los puentes o si ya el problema es que los puentes son muy pequeños para el cauce que el río quiere tener hoy en día, en cuyo caso habría que pensar en una sustitución. Probablemente, con una protección de las márgenes estaríamos bien, por lo menos en el mediano plazo”.
Para continuar con las intervenciones mencionadas se requiere hacer el modelado hidrológico y el modelado hidráulico (modelo topográfico del cauce, caudales de diseño, velocidades y profundidades), para lo cual, se cuenta con el apoyo de la Escuela de Ingeniería Civil y del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE). Las obras se realizarán por etapas, de acuerdo con el nivel de riesgo existente en cada sector, según las recomendaciones de los expertos.
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