Comunidad universitaria y cuerpos policiales articularon una respuesta efectiva ante amenaza de bomba

El Dr. Roberto Guillén Pacheco, vocero de la Coordinación Institucional para la Atención de Emergencias (CIAE) junto a miembros de los comités de emergencia colaboraron con la fuerza pública.

La valoración general realizada por la Unidad de Gestión de Riesgo de Desastres (UGDR) y la Sección de Seguridad y Tránsito dio una nota positiva tanto a la comunidad universitaria como a los cuerpos policiales que lograron dar una respuesta oportuna y eficiente ante el llamado de alerta por amenaza de bomba a los edificios de la Escuela de Estudios Generales, la Biblioteca Carlos Monge y el edificio de aulas ocurrida el lunes 30 de setiembre.

Este martes 1 de octubre la de la Universidad de Costa Rica realizó una valoración de lo acontecido, la cual convocó a miembros de la Coordinación Institucional para la Atención de Emergencias (CIAE), autoridades, administrativos y docentes de la Escuela de Estudios Generales, de la Facultad de Ciencias Económicas (que co-administra el edificio de aulas) y de la Biblioteca Carlos Monge Alfaro y de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (FEUCR).

El propósito de esta reunión fue evaluar el desempeño de los actores involucrados en la emergencia con el objetivo de mejorar las capacidades de la Universidad para enfrentar este tipo de eventos y reforzar los mecanismos de prevención. Asimismo, reconocieron los aspectos a mejorar a nivel institucional, los cuales, fueron mencionados por los propios docentes y administrativos tras vivir esta experiencia.

Alrededor de 2 650 personas fueron evacuadas de los edificios de la Escuela de Estudios Generales, edificio de aulas y Biblioteca Carlos Monge Alfaro.

Un aspecto que resaltó la coordinadora de la Unidad de Gestión del Riesgo de Desastres, M. Sc. Kattia Medina Arias, es que de acuerdo con los protocolos de seguridad establecidos por la institución y con la asesoría de personas expertas se estableció un perímetro de seguridad basado en criterios tácticos que permitieron resguardar a la población, y al mismo tiempo, garantizar la continuidad de los servicios en el resto de las instalaciones universitarias.

Por su parte, el Dr. Roberto Guillén Pacheco, vicerrector de Administración y vocero de la Coordinación Institucional para la Atención de Emergencias (CIAE), brindó un agradecimiento a la comunidad universitaria y los cuerpos policiales involucrados en la atención de este evento.

Guillén reconoció a las personas docentes, al personal administrativo, a las jefaturas administrativas, al personal de servicios contratados y estudiantes de la Escuela de Estudios Generales, del edificio de Aulas y la Biblioteca Carlos Monge Alfaro por su excelente respuesta ante la emergencia. Gracias a su acción se logró en pocos minutos una evacuación ordenada y eficiente de las 2 650 personas que, se estima, se encontraban en los tres edificios cuyo objetivo fue salvaguardar sus vidas.  

La Unidad Canina del OIJ acudió a la escena con un can entrenado en la detección de explosivos.

También, extendió un especial agradecimiento a los Comités de Gestión del Riesgo y Atención Emergencias (COGRAES), al decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Dr. Leonardo Castellón Rodríguez y al director de la Escuela de Estudios Generales M. Sc. Jáirol Núñez Mora por su papel decisivo durante la evacuación.

Este equipo brindó una importante colaboración a las fuerzas policiales para la revisión exhaustiva de los edificios, que se realizó piso por piso, hasta descartar la presencia de explosivos u otros elementos que pudieran poner en peligro la seguridad, acción que se extendió por varias horas.

Finalmente, destacó la respuesta oportuna de los cuerpos policiales: la Sección de Seguridad y Tránsito, la policía municipal de Montes de Oca, la Fuerza Pública y la Unidad Canina (K9) del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) con su can "Amir" entrenada para la detección de explosivos.

En este espacio de diálogo, docentes de la Escuela de Estudios Generales y otros miembros de la comunidad universitaria señalaron la importancia de hacer una lectura crítica del acontecimiento y expresaron sus recomendaciones a la Sección de Seguridad y Tránsito y la Unidad de Gestión del Riesgo de Desastres (UGDR) para mejorar los mecanismos de alerta dirigidos a la población docente y estudiantil, tomando en consideración la población con discapacidad.

Tras los acontecimientos ocurridos el 30 de setiembre la institución tomó medidas de reforzamiento de la seguridad en las áreas comunes (plazas) del sector de Biblioteca Carlos Monge- Escuela de Estudios Generales-edificio de aulas y se realizarán sesiones específicas de trabajo con miembros de cada edificio para analizar las vulnerabilidades de cada uno y revisar los procedimientos y protocolos.

Miembros de la comunidad universitaria externaron sus preocupaciones y puntos que se deben mejorar para la atención de emergencias de este tipo.