Tomás Federico Arias Castro, docente de la Facultad de Derecho

Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

Tras su apertura en abril de 1814, la Casa de Enseñanza de la ciudad de San José fue súbitamente cerrada como consecuencia de la derogatoria de la Constitución de Cádiz durante ese mismo año, siendo luego reabierta por influjo del obispo de Nicaragua y Costa Rica, monseñor Nicolás García Jerez, quien, además, la renombró como Casa de Enseñanza de Santo Tomás, en honor al célebre teólogo y filósofo escolástico medieval Santo Tomás de Aquino, manteniéndose bajo dicho estatus hasta el final de la égida española en nuestro suelo en 1821.

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Apenas cuatro años después de dicho proceso independentista, nuestras primigenias autoridades gubernamentales, dirigidas por el novel jefe de Estado don Juan Mora Fernández, dispusieron que la Casa de Enseñanza de Santo Tomás volviese a estar bajo la égida pública (1825), siendo también en esa misma coyuntura, cuando se propuso la impartición de los primeros cursos de naturaleza jurídica en dicha entidad, lo cual se logró en 1830 al inaugurarse la cátedra de Derecho Civil bajo la guía del jurista Rafael F. Osejo E. (antiguo primer director de dicho centro), erigiéndose ambos aspectos, por lo tanto, en la primera materia y en el primer docente en el ámbito de lo jurídico en nuestra historia educativa.

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Poco tiempo después, y con el objetivo de contar con un primer texto para la enseñanza del Derecho, el abogado guatemalteco Agustín Gutiérrez de Lizaurzábal (quien radicaba en Costa Rica desde hacía varios lustros) publicó en 1834 el pionero Prontuario de Derecho Práctico por orden alfabético, cuyo contenido se integró por un amplio glosario de términos y conceptos normativos de diversa índole para que los lectores pudiesen comprender los procesos, leyes, jurisdicciones, requisitos, tipologías y demás elementos afines a la temática jurídica.

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No obstante, el paulatino desarrollo de nuestro país en diversos órdenes, empezó a plantear la necesidad imperativa de contar con una universidad, por lo que, dicho anhelo no solo se vislumbró, sino que se materializaría muy pronto...