El 48,6 % de las personas que conformaron la muestra esperan que su capacidad de compra sea similar dentro de un año, lo que significa que predomina una sensación de estabilidad en la situación económica de los hogares.
El panorama económico de la población mostró una recuperación en el último trimestre, con una mejora en la percepción de la economía nacional entre mayo y agosto de este año. Este fue el comportamiento que revela el Índice de Confianza del Consumidor (ICC), el cual pasó de 45,1 puntos a 49,0 en los meses mencionados.
De acuerdo con la III Encuesta del Consumidor 2023, presentada este miércoles 6 de setiembre por la Escuela de Estadística (EEs) y la Unidad de Servicios Estadísticos (USES) de la Universidad de Costa Rica (UCR). Esto significa un retorno al crecimiento de este indicador, que se enrumba a salir del negativismo que ha imperado desde que esta encuesta se realiza, hace más de 20 años (el promedio histórico del ICC se ubica alrededor de los 41 puntos). Es necesario recordar que el ICC puede considerarse como una nota de 0 a 100, en la que los valores más altos reflejan una mayor confianza en la economía nacional.
Para este análisis se entrevistaron a 714 personas mayores de 18 años en todo el territorio nacional de manera aleatoria, usuarias de teléfono celular, lo que significa una cobertura proyectada que supera el 97 % de la ciudadanía en el país. La encuesta se realizó del 4 al 18 de agosto. El error de muestreo se sitúa en ±1,8 puntos para el ICC y en ±3,7 puntos para los porcentajes, con un nivel de confianza del 95 %. Este estudio es coordinado por la investigadora y docente de la Escuela de Estadística, Fernanda Alvarado Leitón.
Como ha sido habitual en mediciones previas del ICC, la mayoría de las personas se sigue percibiendo como “ni pesimista ni optimista” (ambivalentes) sobre la economía nacional, y suman el 51,0 % del total de consumidores. El pesimismo mostró un retroceso de 5,5 puntos porcentuales (p. p.) y se redujo al 19 % (24,5 % en mayo). En cambio, los optimistas aumentaron en 8,1 p. p. y llegaron al 29,9 % (21,8 % en la encuesta pasada). Este es el mejor número en el optimismo sobre el consumo desde el 2011, según reporta la USES y la EEs.
Al distinguir los resultados por sexo, en las mujeres el ICC creció 5,3 puntos (45,5 en agosto) y aunque tuvo una mejora mayor al de los hombres, sigue siendo menor en la escala (52,9 masculinos).
Además, por edades, las personas mayores a 35 años también mostraron un panorama más alentador de cara al consumo en comparación con mayo (entre 35 y 49 años: + 4,6 puntos; 50 años o más: + 5,0 puntos), así como entre quienes tienen únicamente educación secundaria (+5,1 puntos) o en hogares donde trabajan tres personas o más (+8,0 puntos).
El ICC realiza dos mediciones: el Índice de Condiciones Económicas Actuales (ICEA) y el Índice de Expectativas Económicas (IEE). El primero valora la confianza de las personas consumidoras en la coyuntura económica presente y el segundo lo hace como una previsión hacia el futuro.
En esta oportunidad, el ICEA mejoró en 5,0 puntos en relación con mayo y alcanzó los 43,2 puntos en agosto, en una escala de cero a 100. El IEE también aumentó 3,1 puntos, y pasó de 49,7 puntos a 52,8 puntos en este mismo lapso. Esto significa que el futuro de la economía nacional es más promisorio para la población que el contexto actual. Esta diferencia además se redujo levemente en comparación con el último informe (9,6 puntos), lo que es una tendencia de los últimos trimestres.
El ICEA ofreció una recuperación, en gran medida, debido a que aumentó en 7,4 p. p. el porcentaje de personas que opinó que su situación económica está mejor que hace un año (30,0 % en agosto). Además, la cantidad de respuestas que afirman que es un mal momento para comprar artículos grandes se redujo en 7,9 p. p. y ahora se ubica en el 53,9 %.
Con respecto al IEE, el porcentaje de opiniones en la muestra que espera una mejora económica dentro de un año fue similar al de la encuesta pasada y sumó un 43,3 % (41,6 % en mayo). Parte de este resultado se explica por el crecimiento que tuvieron las personas que aguardan que sus ingresos sean los mismos para agosto del 2024 (32,2 %; +9,9 p. p.).
También se observó un cambio positivo en las respuestas sobre el futuro de la economía en las empresas y negocios en el margen de un año. Así lo cree el 37,7 % de la encuesta (+ 6,4 p.p. en comparación con el 31,3 % de mayo).
Como parte de esta esperanza positiva en la macroeconomía local, subió en 4,8 puntos porcentuales el número de personas que esperan estabilidad en las tasas de interés para préstamos de dinero de cara al 2024, alcanzando un 32,4 % de la muestra. Y, pese a que se redujo, es claro que aún sigue predominando el negativismo en este campo: un 47,8 % de los consumidores afirma creer que estas van a incrementarse en los próximos doce meses.
También hubo una disminución en el porcentaje de personas que espera una crisis económica en los próximos cinco años (-6,1 p. p.), sumando un 48,5 % del total (en mayo era del 54,5 %). Eso sí, este es el segundo porcentaje más alto de personas que perciben una debacle futura en la economía del país desde que asumió el actual Gobierno, según la encuesta.
Finalmente, mejoró en 3,9 puntos porcentuales el porcentaje de gente que confía en que su capacidad de compra será similar dentro de un año, el cual se ubicó en el 48,6 % en agosto. En otras palabras, esta es la población que espera que sus ingresos crezcan en forma proporcional a los precios de los productos.
Aunque en menor medida con respecto a mayo, las opiniones negativas sobre la política económica de la Administración Chaves Robles siguen siendo más que las positivas. En esta ocasión, la distancia fue de 15,1 p. p. a favor de las negativas (había sido de 19,9 en mayo; reducción de 4,8 puntos porcentuales). En todo caso, esta es la segunda mayor reprobación por parte de la población hacia el Ejecutivo en esta área desde que el actual mandatario asumió el poder, en mayo del 2022.
La reducción en las opiniones negativas se presentó porque el porcentaje de personas que califica como “pobre” la gestión de la política económica del Ejecutivo descendió de un 41,9 % en mayo a un 37,4 % en agosto.
En cambio, quienes afirman que la labor en este campo por parte del Gobierno ha sido buena fueron el 22,3 %, mientras que las opiniones de que Chaves y su equipo hacen “lo necesario” no tuvieron mayor variación con respecto al estudio pasado (35,3 % en agosto).
De forma paradójica, aunque existe menos rechazo a las medidas económicas planteadas por el gobierno, el grupo encuestado sí espera un aumento de la pobreza para los próximos 12 meses (48,4 %; +4,3 p. p. en comparación con mayo). La cantidad de opiniones que aguardan un aumento del desempleo se mantuvo similar en este mismo lapso (40,2 %).
Aunque para la mayoría de la gente sigue siendo un mal momento para adquirir una vivienda o un vehículo propio, este negativismo se ha venido erosionando. En el caso de la compra de casas, para agosto el porcentaje que considera que no es un tiempo adecuado volvió a bajar y se ubica en 63,0 % (68,0 % en mayo; -5 p. p.).
También es mala época para considerar la adquisición de un vehículo, de acuerdo con dos terceras partes de la encuesta (66,2% en agosto) Este rechazo es similar al que había en mayo (68,0 %). No obstante, sí se mantiene la baja en en este rubro, en comparación con los años anteriores. Por ejemplo, en agosto del año pasado este porcentaje fue del 84,9 % y, de hecho, es el menor desde mayo del 2018.
Como detalle adicional, llama la atención que creció en ambos casos el porcentaje de personas que cree que no sean “ni buenos, ni malos tiempos” para comprar casa (11,5 %; +4,4 p. p. con respecto a mayo) y carro (14,7 %; +5,8 p. p.).
Finalmente, es claro que la población costarricense espera que los hidrocarburos aumenten de precio en el futuro. Así lo aguarda el 51,8 % de la muestra (un porcentaje similar al de hace tres meses). También se dio un ligero aumento entre quienes pronostican que los combustibles se mantendrán con precios similares (36,3 %; +4,0 p. p.).
Por su parte, las previsiones sobre el tipo de cambio del colón con respecto al dólar son mayoritariamente de estabilidad, posiblemente siguiendo el patrón que ha mostrado la moneda local ante su similar estadounidense, cuya venta ha rondado los 540 colones durante las últimas semanas. La respuesta más común se ubica en este grupo (44,3 %), categoría que creció 9,6 puntos porcentuales con respecto a mayo.
En cambio, el porcentaje de quienes auguran un aumento del dólar volvió a reducirse, esta vez en 10,1 puntos porcentuales y ahora suman el 37,3 %. Cabe destacar que este porcentaje era del 54,4 % en el estudio hecho en febrero, lo que da una idea de la pérdida de credibilidad que ha tenido una eventual recuperación del valor del dólar entre las personas consumidoras durante este 2023.
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