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Danza Universitaria baila Ubuntu y refuerza la necesidad de la solidaridad y el trabajo colectivo

En el espectáculo participan niños, niñas y jóvenes sordos, sus madres y su maestra
11 ago 2023Artes y Letras

Bailarines de Danza Universitaria ensayando Ubuntu

"Ubuntu: soy porque somos" cuenta con la participación de niños, niñas y jóvenes sordos del Centro Nacional de Educación Especial Fernando Centeno Güell, sus madres, la maestra y los bailarines de Danza Universitaria. Foto: Hellen Hernández.

La compañía de Danza Universitaria presenta el espectáculo “Ubuntu: soy porque somos”, en el teatro Eugene O´Neill, , los días 18 y 19 de agosto a las 7:00 p. m. y el 20 de agosto con doble función a las 2:00 p. m. y 5:00 p. m.

La dirección está a cargo de Gustavo Hernández y cuenta con la participación de niños, niñas y jóvenes sordos del Centro Nacional de Educación Especial Fernando Centeno Güell, sus madres, la maestra y los bailarines de la Compañía.

Según explicó Hernández, Ubuntu es un concepto sudafricano basado en la convicción del vínculo universal de la humanidad que permitiría abordar los retos de manera conjunta y comprender la generosidad del trabajo colectivo para el desarrollo personal. Ubuntu, propone la comprensión de la reciprocidad que genera el aporte a nuestro entorno y contexto y cómo a su vez, las acciones individuales determinan lo que sucede en la colectividad. El concepto invita a focalizarnos en el ahora, en las posibilidades de construir un entramado humano desde la reconciliación, la empatía, la solidaridad, la diversidad, la pluralidad.

“El espectáculo es una travesía de un grupo de personas que se enfrentan a diferentes obstáculos y que logran sobrellevarlos a través del trabajo colectivo y la solidaridad, de que tanto importa el otro como yo mismo”, recalcó Hernández.

Agregó que se escogió este tema ya que en el caso de la discapacidad, Ubuntu viene a ser una herramienta de sobrevivencia, de enfrentar el mundo de una manera más colectiva. La sordera o cualquier otra discapacidad es un asunto que compete a todas las personas y ser parte de la inclusión.

En 2017, se realiza el proyecto Mi cuerpo, mi voz, apoyado por los Fondos Concursables de la VAS, en alianza con la Escuela Centeno Güell y se presenta con gran éxito, el espectáculo El ladrón de diamantes en diferentes espacios. Cinco años después, Gustavo Hernández se embarca en esta nueva aventura con el proyecto Mi cuerpo, mi voz II que se ha trabajado a lo largo del año, primeramente, con el desarrollo de habilidades físicas de todos los participantes y luego con el proceso de montaje del espectáculo.

El proyecto está dirigido a la población sorda infantil que a menudo cuenta con condiciones socioeconómicas o estatus migratorio que dificultan el contacto con procesos relacionados con la danza.

En esta ocasión, la propuesta escénica tuvo mayor complejidad, pues significó aprenderse la coreografía junto con los bailarines.

La inclusión de las mamás les permitió descubrir habilidades que no sabían que tenían, han encontrado un espacio en el que han aprendido, disfrutado y mejorado la relación con sus hijos e hijas.

La entrada general tiene un costo de ¢6,000. Estudiantes y persona adulta mayor pagan ¢3,000 y estarán a la venta en https://teo.cr/.

(NOTA: la boletería del Teatro estará abierta dos horas antes de cada función: para pagos en efectivo solo monto exacto, se reciben tarjetas o pagos por Sinpe).

 

Andrea Marín Castro
Andrea Marín Castro
Periodista Oficina de Comunicación Institucional
Áreas de cobertura: administración universitaria y artes
andrea.mawwebrincastro  @ucrcbth.ac.cr

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