Costa Rica obtiene el sexto lugar de Latinoamérica en Olimpiada Internacional de Matemática

Seis estudiantes representaron a Costa Rica en las Olimpiadas Internacionales de Matemática. Cortesía de Daniel Campos.

Un grupo de seis estudiantes representó a Costa Rica en la edición 64 de la Olimpiada Internacional de Matemática (IMO), en la cual obtuvo el sexto puesto entre los países latinoamericanos. En total, los ticos ganaron una medalla de bronce y cuatro menciones de honor.

El evento, que tuvo lugar en Chiba, Japón, del 3 al 13 de julio de 2023, contó con la participación de los jóvenes Alejandro Campos, Bryan Hernández, Carlos Navarro, Carlos Shum, Gabriel Najmias y Sergio Balbadares.

Además, les acompañaron Daniel Campos Salas y Óscar Zamora Luna, profesores de la Escuela de Matemática de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Najmias obtuvo la medalla de bronce y convirtió a Costa Rica en uno de los seis países de Latinoamérica en conseguir este reconocimiento, mientras que Campos, Navarro, Shum y Baldares obtuvieron mención de honor, que se entrega a quienes resolvieron al menos uno de los seis problemas de la competencia.

El alumno del colegio Country Day School, relató que “estaba muy feliz de poder subir al escenario con la bandera de Costa Rica a recoger la medalla, se sintió muy bien”.

La IMO es una competencia anual que se lleva a cabo desde 1959 y es la más antigua y reconocida de las olimpiadas internacionales de ciencia. Actualmente, participan más de 110 países y para este año se registró un total de 618 participantes de todo el orbe.

“Es un orgullo estar en el top seis de los mejores estudiantes de todo el país (…) Además, la experiencia es muy bonita, uno va y conoce gente de más de 100 países, que se vuelven amigos”, explicó Najmias.

Desde el área de la formación de los jóvenes, Zamora expuso que “culturalmente uno piensa que la matemática es la misma en todos los países y en cierto sentido lo es, pero es muy diferente, son muchos puntos de vista que uno aprende, inclusive uno como profesor sigue aprendiendo más de la matemática”.

La IMO se llevó a cabo durante dos días consecutivos de exámenes; cada uno de ellos consistió en tres problemas con distintas dificultades y con un límite de cuatro horas y media para realizar cada examen. 

Los temas que abordan estos problemas son álgebra, combinatoria, geometría y teoría de números. 

Los estudiantes lograron una medalla de bronce y cuatro menciones de honor. Cortesía de Daniel Campos. 

A pesar de que el currículo es preuniversitario, la dificultad de estos ejercicios es elevada, porque requiere tanto de un dominio teórico de la materia, como de ingenio y creatividad para lograr resolver dichos problemas.

En relación con el grado de dificultad de las pruebas, el profesor de la UCR relató que “es muy difícil, este es el nivel más alto y necesitan desarrollar una técnica para resolver problemas, que uno realmente no aprende si no está entrenando para las olimpiadas”.

Según explicó el estudiante del Colegio de Orientación Tecnológica de Barbacoas, Bryan Hernández, la preparación incluye desde el acompañamiento técnico de los profesores, mediante clases y tutorías, hasta mucha práctica individual.

Costa Rica ha participado en la IMO desde el 2005 y ha obtenido desde entonces una medalla de plata, 20 medallas de bronce y 46 menciones honoríficas.

“Es bonito poder llevar lo mucho que me gusta la mate al siguiente nivel, después de un proceso largo poder estar acá es gratificante”, detalló Hernández.

Los alumnos participantes fueron seleccionados tras una serie de entrenamientos y exámenes clasificatorios, que realizaron las personas finalistas de las Olimpiadas Costarricenses de Matemática (Olcoma) del 2022.

Este reconocimiento a nuestro país, según comentaron los tutores, debe de funcionar como una llamada de atención a la educación matemática de nuestro país y su importancia.

Con los años se han mostrado deficiencias en la enseñanza de esta disciplina y la pérdida de interés por parte de los estudiantes.

Campos expuso que “así pasa por la forma en la que se enseña, si uno lo que enseña es a seguir fórmulas, procedimientos mecánicos, no crea ciudadanos conscientes, disruptivos de cierta forma, gente que proponga sus propias soluciones, diferentes a la norma, a lo establecido. La matemática ayuda a crear gente libre”.

Más allá de las medallas, una base educativa fomenta habilidades esenciales, como la resolución de problemas y el pensamiento lógico, que se han demostrado que son valiosas en todas las áreas de la vida.

“Decirle a la gente que le dé el beneficio de la duda que la matemática puede ser interesante, que puede haber algo más ahí”, concluyó el profesor.