Gracias a su formación como filólogo y a su pasión por la literatura, Mondol ha desentrañado la riqueza literaria que contiene el tango.
Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.Mucho antes de que Costa Rica tuviera un torneo oficial de fútbol, en 1921, e incluso, antes de la aparición de las primeras radioemisoras en América Latina, la sociedad costarricense ya bailaba al ritmo del tango, un género musical que ha marcado la historia del país, al punto de que dos de sus melodías tradicionales más reconocidas están escritas en su compás característico: “Caña dulce” y “El huellón de la carreta”.
Estas son apenas pinceladas del trabajo de investigación que ha desarrollado el Quinteto Libertango a lo largo de 25 años y que fue reconocido por el Ministerio de Cultura y Juventud con el Premio de Gestión y Promoción Cultural, de los Premios Nacionales de Cultura 2022.
“El Premio de Gestión y Promoción Cultural se otorga a la agrupación “Quinteto Libertango”, en reconocimiento a su sobresaliente y prolífica trayectoria, en la gestión y promoción cultural en el país, enfocada en el rescate, recopilación, difusión, edición, investigación e interpretación del tango en Costa Rica, y su impacto en nuestra identidad musical.
“El jurado a su vez reconoce que los integrantes de este quinteto han generado un trabajo modelo de la gestión y promoción cultural en nuestro país, durante más de dos décadas de manera permanente, la cual requiere de una gran voluntad de las personas, pero también valores como la pasión, la persistencia y la convicción en los proyectos, y una ardua labor de difusión de los resultados.”
Fallo del jurado de los Premios Nacionales de Cultura 2022
“Es indudable que el género del tango siempre evoca una especie de nostalgia, una especie de sentimiento de época y esto es un reto para nosotros. Poder difundir esta música a generaciones más jóvenes es un reto que tenemos siempre presente, pero creo que lo estamos logrando con este reconocimiento. Parte de este reconocimiento es también tener la posibilidad de llegar a más personas para decirles que Costa Rica no solamente es la imagen de la Suiza centroamericana, que no solamente es la imagen de un país muy feliz, de un país homogéneamente nacional, sino que es un país que ofrece una diversidad cultural muchísimo más rica de lo que pensamos”, señaló Mijail Mondol López, integrante del Quinteto Libertango y docente de la Escuela de Filología, Lingüística y Literatura de la UCR.
Para Mondol, la nostalgia inherente al tango es una vía que conecta el pasado con el futuro, que observa de forma crítica las raíces de la sociedad para construir una mirada hacia el futuro, con la esperanza de que sea un lugar mejor. En este sentido, el investigador aclara que la nostalgia que evoca este género musical no consiste en una idealización del pasado, sino en una mirada crítica a la sociedad para provocar una proceso transformador.
“Creo que la nostalgia es sumamente importante en el desarrollo social porque la nostalgia también es una especie de malestar con el presente. Esto ya lo decía el gran poeta Rubén Darío cuando justifica el proyecto modernista. Hacia finales del siglo XIX decía: “detesto el siglo que me tocó nacer”. Bueno, un poco el tango es eso, el tango detesta el siglo que le tocó nacer, pero vive en este siglo al mismo tiempo. Es decir, es una molestia, pero al mismo tiempo es una convivencia crítica con el presente, y eso es fundamental para poder mirar y soñar con un futuro muchísimo más inclusivo y heterogéneo”, subrayó Mondol.
“El momento de mayor difusión popular del tango fue a través de la radio. El nacimiento de la radio, el nacimiento de los barrios capitalinos, el desarrollo de las salas de cine en los barrios se gesta a la par del desarrollo del tango, en los años treinta, en los años cuarenta.
“Por ejemplo, la famosa Carmen Granados y su hermano comenzaron cantando tangos en Radio Alma Tica, una gran emisora. Esto nos conduce un poco a cómo se asociaba esa cultura del tango a partir de la cultura radiofónica, que fue trascendental, no solo para Costa Rica, sino para América Latina en general.”
Mijail Mondol López, integrante del Quinteto Libertango
“El tango es una forma literaria, es una forma de tradición literaria, el tango lo podemos ver como una literatura popular, inclusive. Lo que he hecho un poco con mis investigaciones es dar una explicación histórico-musical-literaria del desarrollo del tango en Costa Rica. Al final desembocan en algo muy lindo que es la creatividad, que es algo que no podemos dejar de sentir.
“Nuestra tarea en el Quinteto Libertango ha sido buscar un poco esas líneas de comunicación. Por ejemplo, muchos de mis compañeros son compositores, arreglistas musicales, son instrumentistas, en mi caso soy filólogo, y cuando hacemos música es un ensamble también de muchas formas de ver la música, tanto como instrumentistas, como compositores, o desde el punto de vista literario, como es mi caso”, explicó Mondol.
“Liberarnos de concepciones sumamente folcloristas, nacionalistas, de la identidad costarricense, liberarnos de una concepción idealista de la sociedad costarricense, de las sociedades latinoamericanas y ver en la música un acto continuamente revolucionario, tal como lo pensó Astor Piazzolla en su momento y ver en la música también un gesto de creación, un gesto artístico, que ya de por sí es liberador. Y también ver en la libertad un campo de experimentación profunda”, puntualizó Mondol.
Mondol desmarca el trabajo del Quinteto Libertango de la creciente oferta comercial del tango, propagada, principalmente, por el surgimiento de múltiples servicios gastronómicos argentinos en el país. Según confiesa, lo más difícil para la agrupación ha sido resistirse a esa postura mercantil, la cual ve al tango solo como un espectáculo.
“Nosotros lo que hemos visto en el tango es un proyecto de investigación, es un proyecto de rescate de una tradición literaria. El tango tiene mucho que ver con la literatura, con una tradición artística, con una tradición de la danza popular, de la cultura popular, de la cultura bohemia popular josefina, que es una cultura que se está perdiendo o que, al menos, muchas de las personas que constituyeron esta cultura de la bohemia josefina, por términos de edad, están desapareciendo, y que constituyen una memoria riquísima para estudiar la sociedad costarricense”, remarcó el también docente de la Sede de Occidente de la UCR.
“El Quinteto Libertango es un grupo que ve en la música una forma de investigación histórica, no solamente interpretativa, sino también una forma de interpretar la historia costarricense.”
Mijail Mondol López, integrante del Quinteto Libertango
Un siglo después de que el tango empezara a mover al país con su cadencioso ritmo, el Quinteto Libertango puso en blanco y negro la historia y el desarrollo de este género musical, mediante la publicación de Tango, arrabal y modernidad en Costa Rica y Voces intérpretes del tango en Costa Rica, ambas obras de Mondol. También produjeron el disco Tangología costarricense y, más recientemente publicaron el libro el libro Tangos costarricenses para voz y piano. Primera mitad del siglo XX, el cual es una recopilación de piezas de compositores nacionales, entre los que se incluye el aporte de mujeres letristas de tango en el país.
La investigación y producción del Quinteto Libertango no se detiene. Muestra de ello es que el año pasado produjeron Milonga urbana, su segundo disco, en el que contaron con la participación del maestro Rafa Pérez, poco antes de su fallecimiento.
Hacia finales del siglo XX, un pequeño grupo de jóvenes profesores del Conservatorio de Castella decidieron unir sus talentos musicales en torno al tango, inspirados por la figura del maestro Astor Piazzolla, y tratando de encontrar en este género una explicación al sentimiento del cambio de siglo, algo por lo que ya había pasado el tango una centuria antes.
“Creo que el tango tiene muchísimo que ver con la explicación de la crisis o de los sentimientos de modernidad, de incertidumbre, de nostalgia y, justamente, eso creo que nos hizo conllevarnos a la exploración del tango como un recurso estético, como un recurso musical que, de alguna manera, nos aproximaba a ese sentimiento de fin de siglo que ya estábamos viviendo hacia finales del siglo XX, principios del siglo XXI.
“Quizás por esa característica nostálgica y también irreverente que tiene el tango, sobre todo el tango de Astor Piazzolla, comenzamos a ver una veta riquísima para explorar, aparte de que la música de Astor Piazzolla es una música que funde tradiciones como el barroco, el jazz y lo que llamamos el tango tradicional. Era todo un campo de experimentación para nosotros. Tocar música de Astor Piazzolla en esos años se fue transformando en un proyecto mucho más auténtico, que fue la búsqueda del tango en Costa Rica. Eso nos ha ocupado a lo largo de estos 25 años, tiempo en el que hemos hecho ediciones, interpretación e investigación del tango en Costa Rica”, rememoró Mondol.
Para conocer una muestra interpretativa del Quinteto Libertango, puede visitar este enlace.
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