Las palabras de la estudiante Elizabeth García Bermúdez, presidenta de la Asociación de Estudiantes de la Facultad de Farmacia, de la Universidad de Costa Rica (UCR), traían consigo una emoción genuina. Las razones de alegría estaban justificadas.
El miércoles 7 de junio del 2023 ella, en representación de todas las personas estudiantes de la Facultad de Farmacia de la UCR, recibió en sus manos el certificado de la cuarta acreditación que respalda, bajo estándares internacionales, la calidad de una de las carreras más apasionantes, desafiantes y longevas del área de salud: Farmacia.
Con esta nueva entrega dada por el Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (Sinaes), la carrera de licenciatura en Farmacia que imparte la UCR se posiciona como la única del país, en esta área específica de conocimiento, que adquiere una cuarta acreditación de manera interrumpida desde que obtuvo su primer certificado hace 20 años.
La primera acreditación recibida fue el 22 de mayo del 2003. La segunda el 9 de octubre del 2008, la tercera en el 2018 y la cuarta este 2023.
Cada una de esas acreditaciones son destacables y ponen en evidencia una permanencia de calidad que muy pocas carreras a nivel nacional son capaces de mantener a través de los años. Solo con trabajo, compromiso y resiliencia se puede conquistar la excelencia, y la Facultad de Farmacia lo hizo a pesar de los desafíos. Jamás dio un paso atrás y ahora recibe la recompensa del esfuerzo realizado.
“Es un día de celebración porque, una vez más, la Facultad de Farmacia ha cumplido con los altísimos estándares de calidad de formación universitaria al obtener la reacreditación por el Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (Sinaes) por un periodo de cuatro años más. Existe una frase con la que me gustaría abrir y es: ‘la mejora continua es el camino que nos impulsa a superar nuestros propios límites y alcanzar resultados extraordinarios’. Precisamente, esto es lo que venimos a celebrar”, compartió Elizabeth.
En efecto. El rector de la UCR, el Dr. Gustavo Gutiérrez Espeleta, no tardó en apoyar las palabras de Elizabeth. Para el rector, la excelencia académica es uno de los pilares sobre los cuales se fundamenta el quehacer de la UCR. No como una cualidad vacía o trillada, sino como una actitud orientada a dar lo mejor cada día. Él tiene razón.
El aspirar a ser los mejores no es por el autobombo o por ego, sino porque las y los estudiantes de Farmacia de la UCR saben que cuando se graduen impactarán las vidas de personas con familia, sueños, anhelos y aspiraciones. Al final, los mejores aprendizajes que puedan tener no es para el disfrute individual, sino para todo ser humano que buscará en ellos y ellas un alivio ante su enfermedad.
“Cada día debemos motivarnos para dar lo mejor, pues el país ha depositado su confianza en nuestra institución y su esperanza en nuestras personas graduadas. Admiramos el gran coraje de conocerse en sus fortalezas y oportunidades de mejora, de actualizarse y de generar valor para sus estudiantes, pero sobre todo para la sociedad. La Facultad de Farmacia de la Universidad de Costa Rica ha dado pasos constantes y decididos por superarse así misma a favor del bienestar social, al abocarse a esos procesos de mejora continua. La entrega de la cuarta acreditación demuestra esa trayectoria sólida de tenaces esfuerzos”, puntualizó el Dr. Gutiérrez.
En la actividad de entrega, el Sinaes dio a conocer que la UCR aporta el porcentaje más alto de carreras acreditadas con un 17 % del total. Ese porcentaje corresponde a 42 carreras. De esas, 32 son de la sede Rodrigo Facio y 10 de las sedes regionales.
"Celebramos con un enorme orgullo, porque se trata de una carrera más que pone en relieve la excelencia académica de nuestra casa de estudios".
Dr. Gustavo Gutiérrez Espeleta.
Las ventajas de una carrera acreditada son numerosas. Primero, las acreditaciones del Sinaes faculta al Estado costarricense y a sus instituciones a contratar de forma preferente a los graduados de las carreras oficialmente acreditadas.
Segundo, se garantiza que la carrera asume un proceso de mejora continua. Cuando una carrera obtiene una acreditación, las unidades académicas están obligadas a superar un estándar de calidad y excelencia todavía más alto que el anterior. Farmacia, con su alta entrega, ha superado con creces cada una de ellas durante 20 años.
Tercero, el sello de calidad recibido también está amparado por la Red Internacional de Agencias para el Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (INQAAHE).
El INQAAHE es una red mundial de agencias de acreditación y constituye un organismo de alto prestigio con presencia en todos los continentes. Esta red certificó las buenas prácticas de acreditación del Sinaes, por lo que las carreras y posgrados que obtienen la acreditación oficial tienen la certeza adicional de que fueron evaluadas por un ente costarricense que demostró cumplir con todos los criterios de calidad internacionalmente aceptados.
Finalmente, la acreditación va de la mano con los aspectos que plantea la Ruta de la Educación. Según la M.Sc. Marta Eugenia Picado Mesén, representante del Sinaes, cada carrera acreditada contribuye a los objetivos que actualmente posee el Ministerio de Educación Pública sobre la excelencia educativa, la participación y responsabilidad social.
Así, hoy la Facultad de Farmacia está completamente segura de su calidad, excelencia y renombre en la formación, misma que responde a las necesidades del país, y que está lista para seguir brindando a la sociedad costarricense las y los mejores profesionales en Farmacia.
¡La sociedad costarricense así lo exige! Especialmente, a una de las facultades más antiguas y prestigiosas de Costa Rica, que por más de 120 años (antes de la misma fundación de la UCR en 1940) se ha esforzado por formar profesionales de alto nivel.
“Una Facultad como la nuestra, con 126 años de historia, no puede ser una más, al contrario, ha sido, es y continuará siendo la líder en materia de profesión farmacéutica. Esto no es ni casualidad, ni mucho menos suerte, se debe al trabajo de decenas de personas dentro y fuera de este edificio que nos alberga y que todos los días dan la milla extra para mantener a nuestros cientos de estudiantes y que se formen de la mejor manera”, enfatizó la Dra. Victoria Hall Ramírez, decana de la Facultad de Farmacia de la UCR.
La tarea de la acreditación se cumplió de manera ejemplar y, con ella, una serie de cambios que hasta fueron elogiados por los pares internacionales en su visita a la UCR.
Los expertos internacionales indicaron que la principal fortaleza de la carrera es estar inmersa en la estructura administrativa de la Universidad de Costa Rica, que le garantiza una organización académica, organizativa, inclusiva y social de calidad.
Asimismo, destacaron la abundante información, el uso de las redes sociales en la divulgación y el reconocimiento de la carrera tanto en el área industrial como clínica, con un buen número de convenios que garantizan la relación con el entorno y el intercambio de experiencias con otras unidades académicas nacionales e internacionales.
Eso no fue todo. “Ellos agregaron que el plan de estudios nuevo tiene una sólida fundamentación, los cursos optativos le confieren flexibilidad y la carrera cuenta con un perfil de entrada y de salida detallado, una planilla docente sólida en cuanto a la formación académica y el número de docentes. Calificaciones como estas dan cuenta de la calidad alcanzada por esta carrera”, dijo Picado.
Elizabeth concordó con esa posición y explicó que hoy la carrera posee laboratorios y espacios de estudios remodelados, una malla curricular mejorada que ofrece más de 20 cursos optativos sobre temas en tendencia a nivel internacional de alto impacto y demanda en el campo laboral.
También, más de 60 proyectos de investigación en temas que van desde la atención farmacéutica hasta la farmacia industrial, así como cerca de 30 proyectos de acción social y 170 publicaciones científicas, muchas de ellas logradas gracias a los aportes esenciales de las y los mismos estudiantes.
“La Facultad de Farmacia es más que una casa de enseñanza, es un espacio donde se moldean personas profesionales comprometidas con la salud pública y dispuestos a contribuir activamente al progreso del país”, manifestó la joven estudiante.
¿Las formas de contribuir? Muchas y varias inician desde el proceso formativo. Entre ellas, Elizabeth destacó el TCU 798 “Acompañamiento del ejercicio del derecho de acceso a la salud en comunidades costarricenses”, liderado por las y los estudiantes, y que se dedica a sensibilizar sobre las enfermedades raras en Costa Rica.
De igual forma, la estudiante resaltó el Centro Nacional de Información de Medicamentos (Cimed-UCR), que proporciona información sobre el uso correcto de los fármacos a la población general para evitar intoxicaciones o efectos adversos.
Por supuesto, jamás podría faltar en su discurso las contribuciones que da el Laboratorio de Análisis y Asesoría Farmacéutica (Layafa-UCR), encargado del control de la calidad de los medicamentos que se comercializan en el país, o del Instituto de Investigaciones Farmacéuticas (Inifar-UCR), el cual brinda apoyo a pequeñas empresas y cuyo aporte impulsa la economía costarricense y la innovación.
“En todo lo anteriormente mencionado es importante reconocer y valorar un eje fundamental: la comunidad estudiantil. Nuestra colaboración como estudiantes no solo nos brinda experiencia práctica, desarrollo profesional y mejora de competencias y habilidades interpersonales, sino que contribuye directamente al impacto social y a la promoción de la salud pública que tiene la Facultad de Farmacia. Todo esto, aún siendo una persona estudiante. Esa es la magia de la Facultad de Farmacia, una vez que se entra se está al servicio del país”, manifestó la joven estudiante.
La presentación artística estuvo a cargo de dos talentosos jóvenes, Luis Diego Vargas Araya, estudiante de la carrera de Bachillerato en la Enseñanza de la música y Sofía Brenes Fonseca, estudiante de la carrera de Música con énfasis en Canto Lírico. Ambos deleitaron el evento con dos canciones: “Sabor a mí", del autor Álvaro Carrillo y “Piel Canela”, del autor Bobby Capo.
La oferta académica de una carrera tan sobresaliente como lo es la licenciatura de Farmacia de la UCR se resguarda en dos motores: su constante deseo de actualización y crecimiento, aún sabiendo que el camino no es fácil y que suele parecer la vía más larga, compleja y menos atractiva.
“Recorrer este camino forma parte de la experiencia de crecimiento y al final revela el premio tan anhelado: aprender. El aprendizaje es la recompensa al esfuerzo y a la entrega. Aunque no lo identifiquemos de inmediato, lo cierto es que es inevitable aprender a la luz de este recorrido. Esto es lo que la comunidad de la Facultad de Farmacia ha puesto en práctica a lo largo de estos años”, compartió el Dr. Gutiérrez y con justa razón.
Con un motivador discurso, la Dra. Hall reforzó las palabras del rector al evidenciar, en nueve puntos resumidos de manera sublime, cómo la dedicación está impregnada en cada acción que realiza la Facultad.
¿El más notable? El elevado compromiso de su equipo docente, administrativo y estudiantil, que no se dejó avasallar por la pandemia del COVID-19. Farmacia, por ejemplo, nunca dejó de impartir ninguno de sus cursos durante la pandemia. A esto se le suma la gran audacia para gestionar los cursos en un edificio construido hace 50 años cuando la cantidad de estudiantes era menor.
Con el propósito de abastecer la demanda, las y los docentes tomaron el reto de enseñar en jornadas bastante cansadas, con laboratorios simultáneos en tardes y hasta noches, con rotaciones en hospitales de diversas zonas del país. “¡Esto es de aplaudir de pie!”, dijo la Dra. Hall.
La resiliencia no se detuvo ahí. A pesar de los grandes retos presupuestarios, con el apoyo de la administración la Facultad de Farmacia logró comparar equipos que permiten responder a la formación de otras latitudes académicas y de investigación que requiere el país.
Adicionalmente, fortalecieron el Programa Nacional de Bioequivalencia y ampliaron sus visitas a zonas alejadas para empoderar a las personas líderes de emprendimientos artesanales, pequeñas y medianas empresas. Todo esto, mientras docentes, estudiantes y personal administrativo mantenían varias vinculaciones con diversas comisiones.
En ese recorrido la Dra. Hall no dejó de lado el Programa de Liderazgo y Desarrollo Humano de la UCR que nació en el seno de la Facultad de Farmacia, así como un personal administrativo siempre interesado en capacitarse y en sus estudiantes comprometidos.
“Si yo tuviera la oportunidad de regresar el tiempo a 1994, cuando me encontraba cursando quinto año de colegio y tenía que escoger la Universidad donde iba a estudiar, definitivamente volvería a escoger a la Universidad de Costa Rica y a la Facultad de Farmacia para convertirme en la farmacéutica que soy hoy en día. ¿Y cómo no hacerlo? Han pasado casi 30 años de esa decisión y no puedo sentirme más orgullosa de ver todo el camino que hemos recorrido al brindarle al país los mejores profesionales en Farmacia que trabajan en todos los ámbitos de la carrera y que colaboran día a día con la salud pública del país de manera pertinente, eficiente y con calidad”, señaló la Dra. Hall.
La Facultad de Farmacia se mantiene más decidida que nunca a mejorar y, como lo expresó la Dra. Hall, hasta con la aspiración de lograr nuevas acreditaciones con mayor alcance internacional.
Por supuesto, estudiar y trabajar con este norte es una enorme responsabilidad pero, si hay un elemento que ya conoce cada persona que integra la Facultad de Farmacia es que son capaces de lograr todo lo que se proponen, sin dejar de lado la visión humanista que tanto caracteriza a la UCR orientado al bien común.
Incluso, según la M.Sc. Martha Eugenia Picado Mesén, desde ya hay un logro que marca una inflexión y es que la carrera de Farmacia planteó un sistema de gestión de la calidad de la carrera, la primera vez que sucede en la historia del Sinaes y que definirá el avance de la carrera.
“Estamos seguros de que con este sistema de gestión de la calidad de la carrera, con sus bien escogidos y de diseñados mapas de procesos, se logrará mantener los niveles de calidad alcanzados pero, además, mantendrá las estrategias para el enriquecimiento de las prácticas académicas”, ahondó Picado.
“Significa esperanza. Esperanza de un futuro mejor para la educación pública del país, para la educación superior que requieren nuestros estudiantes y para los profesionales del mañana que transformarán a Costa Rica en una mejor sociedad. Cuando el girasol florezca, es posible que estemos camino a una nueva acreditación del Sinaes y, por qué no, internacionalizando también este proceso”, concluyó la Dra. Hall.