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Iván Molina Jiménez, docente de la Escuela de Historia e investigador del Centro de Investigación …

Iván Molina Jiménez, docente de la Escuela de Historia e investigador del Centro de Investigación en Identidad y Cultura Latinoamericanas (Ciicla)

Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.
Día del Libro

Voz experta: Ciclos de producción novelística en Costa Rica (1870-1989)

La pequeñez del mercado cultural costarricense no permite vivir de los derechos de autor
20 abr 2023Sociedad

Hasta ahora, la novelística costarricense ha sido analizada desde perspectivas centradas en la dimensión literaria de las obras, por lo que suelen omitir las condiciones específicas de su producción, el número de títulos publicados a lo largo del tiempo y la cantidad de personas que incursionaron en el género.

Al considerar tales aspectos a partir de una cuantificación sistemática, se abren nuevas vías para identificar los principales ciclos de producción novelística en el país y su relación con el mercado cultural de cada época histórica.

Los resultados de un enfoque de esta índole se presentan en el gráfico adjunto, el cual sintetiza, por década, el total de novelas producidas en el período 1870-1989 y el número de personas que debutaron en la publicación de novelas.

Predecesores

El primer esfuerzo por estudiar de forma específica la novelística de Costa Rica lo realizó el periodista Francisco María Núñez, en un libro impreso en 1947 y titulado Itinerario de la novela costarricense. Allí identificó 84 obras escritas por 42 autores y publicadas (o próximas a serlo) durante los años 1873-1958.

Rodrigo Solera, en “La novela costarricense” (una tesis de doctorado defendida en la Universidad de Kansas en 1964) consideró 84 obras escritas por 50 personas y publicadas entre 1899 y 1963, pero reconoció como novelas solo 68 títulos producidos por 37 autores.

Amalia Chaverri, en su artículo “Génesis y evolución de los títulos de la novelística costarricense” publicado en 1992, localizó 183 novelas, escritas por 93 personas y dadas a conocer entre 1900 y 1986.

Finalmente, Benedicto Víquez, en su blog “El arte literario y su teoría” (2009-2015), recopiló 291 novelas escritas por 134 personas y publicadas entre 1873 y 1989; sin embargo, luego redujo esas cifras a 175 obras y 118 novelistas.

Metodología

Las diferencias en los datos anteriores se explican no solo por los distintos períodos considerados, sino por enfoques conceptuales diversos acerca de qué es una novela, en términos de su organización, estructura y extensión.

También hubo errores en relación con los títulos, lugares y años de publicación y autoría, lo que llevó a que algunas obras se contabilizaran dos veces y otras se omitieran.

Además, se encontró que los criterios utilizados para incluir o excluir obras fueron heterogéneos, en particular en los casos de costarricenses que publicaron títulos en el exterior y de foráneos residentes en el país que dieron a conocer novelas en Costa Rica y en el extranjero.

Para solventar tales problemas, los aportes de Núñez, Solera, Chaverri y Víquez fueron revisados, corregidos y ampliados con base en la información aportada por los catálogos del Sistema Nacional de Bibliotecas (Sinabi), el Sistema de Bibliotecas, Información y Documentación de la Universidad de Costa Rica (Sibdi), el Sistema de Información Documental de la Universidad Nacional (Siduna) y WorldCat. Como resultado de este procedimiento, se localizaron 315 novelas publicadas entre 1873 y 1989 y escritas por 152 personas.

Primer ciclo

En 1873, la tipografía del Estado produjo la primera novela original publicada en Costa Rica: Emelina, escrita por el médico, masón y emigrado político cubano, Luis Martín y de Castro. Dicha obra supuso el comienzo de la producción novelística en el país.

Según el gráfico adjunto, entre 1870 y 1929, hubo una tendencia sostenida al crecimiento, tanto en lo que respecta al número de obras dadas a conocer como a la cantidad de personas que por vez primera publicaron una novela.

Gráfico de novelas y novelistas

De las 108 obras que circularon en este período, 54 lo hicieron en periódicos y revistas, una tendencia que se explica porque en dicha época apenas empezaban a desarrollarse las primeras editoriales. Por lo tanto, quienes deseaban publicar libros por lo general debían asumir el costo de la impresión o buscar una institución, empresa o persona que aportara los fondos correspondientes.

Segundo ciclo

Entre 1930 a 1969 se observa un segundo ciclo de producción novelística, en el cual prevaleció una tendencia a la disminución y al estancamiento: comenzó con una contracción significativa tras el colapso de la Bolsa de Valores de Nueva York en 1929 y el inicio de la Gran Depresión.

Siguió luego una recuperación en el decenio de 1940 –más importante en términos del número de personas que por vez primera publicaron novela que en lo que respecta a la cantidad de obras dadas a conocer– y finalizó con una nueva reducción que se prolongó durante los veinte años siguientes.

Esta disminución tuvo por marco el virulento anticomunismo de la Guerra Fría y la persecución de quienes fueron derrotados en el conflicto bélico de 1948, un proceso que afectó particularmente al Partido Comunista, en torno del cual se había configurado el principal círculo de novelistas del país.

Al considerar el período en su conjunto, se observa que los máximos alcanzados en los decenios de 1910 y 1920 únicamente fueron superados a partir de 1970. Esta situación se explica por la falta de editoriales privadas que publicaran sin cobrar, el impacto limitado que tuvo la Editorial Costa Rica (fundada en 1959) en sus primeros años y el declive de la publicación de novelas por entregas: de las 86 obras publicadas, solo 4 circularon en periódicos y revistas.

Tercer ciclo

Entre 1970 y 1989, se ubicó el último ciclo de producción novelística que superó, por fin, los valores máximos alcanzados a inicios del siglo XX. Durante este tercer período, fueron dadas a conocer 121 obras, de las cuales solo 3 circularon en periódicos y revistas.

La expansión en la producción de novelas se explica por la multiplicación de editoriales públicas: aparte de la Editorial Costa Rica, empezaron a operar las casas editoras de las universidades estatales, el Departamento de Publicaciones del Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes y la Editorial Universitaria Centroamericana (Educa). De las 118 novelas publicadas como libro, 51 (43,2%) fueron publicadas por estas instancias.

De modo paralelo, se conformó un núcleo de editoriales privadas que publicó 47 títulos (39,8%), por lo que solo 20 novelas (17%) fueron producidas por imprentas (con toda seguridad, financiadas por los autores).

Tal cambio en las condiciones de producción es lo que explica que, a diferencia de lo ocurrido en el decenio 1930, cuando el número de títulos y de nuevos novelistas se contrajo en el contexto de la Gran Depresión, la grave crisis económica que experimentó Costa Rica a partir de 1980 no llevara a un resultado similar.

Edad, género y productividad

La sistematización de datos permite identificar algunas características adicionales de la producción novelística del período 1873-1989. Por razones de espacio, aquí se considerarán solo tres, relacionadas con la edad a que las personas publicaron la primera novela, el género, y la productividad, y se analizarán según dos grandes etapas.

Con respecto a la edad, se encontró que, si entre 1873 y 1939 las personas de 29 años y menos alcanzaron el 59,2% de todos los novelistas varones, de 1940 al 1989 esa proporción se redujo a 15,3%, para una contracción de 43,9 puntos porcentuales. En el caso de las mujeres, las menores de 30 años solo se observan en el segundo período y representaron un 17,4%.

Al contrastar la producción novelística en términos de género, resulta que de 1873 a 1939 las mujeres publicaron el 9,5% de las obras y representaron el 10,3% de los novelistas, y de 1940 a 1989 esas proporciones ascendieron, respectivamente, al 21,7% y al 24,5%.

Por último, no se observan cambios significativos en la productividad: si entre 1873 y 1939 el promedio fue de 2,2 novelas por persona, tal índice se redujo a 2 obras por escritor de 1940 a 1989 (a 2,1 si se considera solo el período 1970-1989).

De esta forma, las mejores condiciones de producción que se configuraron en la segunda mitad del siglo XX abrieron más espacios para la publicación de novelas escritas por mujeres, pero no para los jóvenes y no hubo modificaciones de fondo en la productividad. Tal invariabilidad se explica porque, con pocas excepciones, la pequeñez del mercado cultural costarricense no permite vivir de los derechos de autor.


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Iván Molina Jiménez
Docente de la Escuela de Historia e investigador del Centro de Investigación en Identidad y Cultura Latinoamericanas (Ciicla)
ivan.zsemmolina  @ucrimij.ac.cr
Etiquetas: vozexperta.

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