El sector construcción es el que reporta la mejor calificación en el Índice de Expectativas Empresariales, con un nota de 60,5 puntos porcentuales y el que tuvo el mayor aumento en este indicador, en comparación con la encuesta anterior (creció 3,9 puntos).
El buen paso con el que marchaba de manera interanual el Índice de Expectativas Empresariales desde el II trimestre del 2019 parece haberse detenido, según los últimos resultados arrojados por la segunda Encuesta de Expectativas Empresariales de este año, realizada por el Instituto de Investigación en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
De acuerdo con el Índice, el positivismo en el empresariado aumentó apenas un 0,3 % con respecto a la primera encuesta de este 2023, pasando de 55,8 puntos porcentuales (p. p.) a 56,1 en el estudio más reciente. Pese al limitado crecimiento, estas cifras muestran que las personas empresarias consultadas siguen teniendo estimaciones optimistas sobre el futuro de su negocio.
No obstante, hay que destacar que este es el menor ascenso interanual para un segundo trimestre de este indicador desde el 2019 (49,4 p. p. en aquel momento).
La aplicación de esta encuesta se realizó entre el 20 de febrero y el 8 de marzo de este año. Contempló las respuestas de 460 empresas sobre temas variados como empleo, ventas, utilidades, inversión y tipo de cambio.
Si se analizan los sectores económicos por separado, el estudio señala que fueron los de construcción y agropecuario los que más mejoraron su positivismo con respecto a la encuesta pasada (+3,9 y + 3,1, respectivamente). No obstante, y de forma paradójica, es el primero el que alcanza la mejor puntuación de todos (60,5 p. p.), mientras el segundo es el que presenta la calificación más austera (50, 3 puntos).
En cuanto a la mayor caída del positivismo, esta ocurrió en el sector comercio, que bajó en 5,5 puntos porcentuales para ubicar su índice en 56,5 p. p. Pese a lo anterior, predomina la buena noticia de que todos los sectores se sitúan en calificaciones optimistas (superiores a los 50 p. p.), algo que no pasaba para un segundo trimestre desde el año 2017.
Esta tendencia positiva en la opinión del empresariado se explica por factores positivos que influyen en esta percepción, como el fortalecimiento del colón con respecto al dólar, la desaceleración de la inflación, la estabilización en el costo de los combustibles y una leve reducción del desempleo.
Los espacios laborales que se crearon a inicios de este año (32,2 % de la muestra afirma haber contratado personal entre enero y marzo) se mantendrían para este segundo trimestre del 2023. Así lo señalan casi dos de cada tres participantes en la encuesta.
Ahora bien, el 27 % indicó que hay posibilidades de aumentar la planilla de sus negocios (-0,2 puntos con respecto a la encuesta del primer trimestre), mientras el 6,5 % pronosticó que más bien disminuirá la cantidad de colaboradores (+1,8 p. p.).
Entre los sectores, el que muestra mayor estabilidad es el de comercio, el cual muestra que tres de cada cuatro empleadores mantendrán su planilla sin variaciones con respecto a la encuesta pasada. Además, el sector de construcción es el que aparece como más abierto a nuevas contrataciones: así lo afirma el 44 %. También es construcción el que reporta el mayor crecimiento de perspectivas favorables de contratación con respecto a la encuesta pasada (aumento de 8,1 puntos).
Mientras tanto, el área agropecuaria parece estar más susceptible a ejecutar despidos, algo que afirma el 12 % de la muestra. En esta misma línea, los sectores con mayores caídas en perspectivas de contratación en sus balances de respuestas fueron el de servicios (19,2%; -7,6 puntos) y comercio (20,8 %; - 7,5 p. p.).
Como es de esperar, las empresas con más de 31 empleados se muestran más dispuestas a aumentar su planilla (35,6 % en el caso de las medianas y 33,3 % en las grandes). En cambio, las empresas pequeñas reportan un 24,7 % de expectativas de crecimiento en el número de sus colaboradores, porcentaje que en el caso de las microempresas se reduce al 16,1 %.
Casi la mitad de la muestra afirma que las ventas o la producción se incrementarán para el segundo trimestre de este año. De acuerdo con el estudio, el 49 % así lo espera, mientras una tercera parte considera que no habrá cambios y solo un 13 % teme una disminución en este rubro.
Si se toman en cuenta los sectores, es el de comercio el que más aguarda un aumento en las ventas (57 %), mientras que los de servicios (18 %) y agropecuario (16 %) son los que tienen mayores expectativas de disminución.
En comparación con el trimestre anterior, son los sectores de servicios, manufactura y comercio los que presentan caídas en el balance neto de expectativas de venta o producción.
Pese a estas aparentes buenas noticias, el informe del IICE advierte que en el último año el optimismo en este rubro muestra una tendencia a la baja. Además, alerta que todos los sectores evidencian variaciones por debajo del promedio anual.
En general, el empresariado se muestra optimista en torno a las utilidades que podrían recibir en sus negocios durante este segundo trimestre del año, si se toma como referencia la encuesta anterior. En específico los sectores donde se esperan mejoras sustanciales en este rubro con respecto al primer trimestre son construcción, manufactura y agropecuario.
En general, los niveles de expectativas en las utilidades que reporta este trimestre son mejores que los promedios del último año, excepto en el sector comercio, con diferencias de entre un 2 % y un 27 %, dependiendo de la actividad económica.
En específico, los sectores que más esperan aumentos son los de manufactura (49 %), servicios (45 %), construcción y comercio (ambos 44 %). En cambio, es el sector agropecuario donde más se considera que habrá una disminución de sus ganancias, pues así lo supone el 29 %.
En promedio, el 48 % de la muestra afirma que su competitividad mejorará, el 44 % cree que se mantendrá y solo el 6 % teme que empeorará.
Si se analiza cada actividad económica por aparte, se observa que es en el comercio donde se espera una mayor bonanza en este sentido (así lo afirma el 56 %), mientras que el sector que confía en una mayor estabilidad es el agropecuario (53 %), aunque este último reporta también la mayor cantidad de opiniones negativas en este mismo tema (12 %).
Al comparar las respuestas de esta encuesta con las del último año, se evidencia que en construcción, manufactura y agropecuario es donde existen tendencias crecientes en la competitividad, con respecto al primer trimestre de este 2023. Lo contrario ocurre con servicios y comercio.
A nivel general, el 19,3 % del empresariado afirma que realizará nuevas inversiones (+1,8 puntos porcentuales con respecto al estudio pasado), mientras que el restante 78,7 % afirma lo contrario.
En términos generales, el porcentaje de la muestra que espera hacer inversiones nuevas en el segundo trimestre es similar en todos los sectores, siendo servicios donde más se plantea esta posibilidad (20,2 %) y construcción donde menos (17,8 %).
Si se toma en cuenta la encuesta anterior, se observa que es el sector de servicios el que más aumentó la previsión de realizar nuevas inversiones (+4,1 puntos porcentuales), mientras que el de manufactura fue el único que presentó una disminución (-1,1 p. p.).
Tal como ha sido la norma en las últimas entregas de esta investigación, la mayoría de las personas señala que realizarán únicamente las inversiones necesarias para mantener activas sus empresas.
Entre la minoría de quienes sí planean hacer nuevas inversiones, estas serán principalmente en compras de equipos, software, mantenimiento, vehículos, entre otros.
Aunque de forma reducida, la cantidad de personas empresarias que esperan un aumento en el valor del dólar para el segundo trimestre aumentaron en comparación con la encuesta pasada (de un 40,6 % en el primer trimestre a un 42,4 % en el segundo).
En esta misma línea, el porcentaje de quienes esperan estabilidad en la divisa norteamericana también creció (de 32,0 % a 37,2 %), incluso más que quienes aguardan un incremento. Quienes más bien pronostican un fortalecimiento del colón se redujeron (de 16,5 % al 13,0 %).
Si se toma en cuenta el porcentaje del empresariado que augura un aumento en el tipo de cambio, la mitad confía en que este fenómeno no tendría ningún efecto en la competitividad de sus negocios. En cambio, el 22,2 % espera que un eventual fortalecimiento de la moneda estadounidense beneficie a sus negocios, mientras que, en el caso contrario, el 28,7 % señala que una coyuntura así sería perjudicial para sus intereses.
Por actividad económica, es en el sector servicios donde más se espera un aumento en el dólar (45,4 %), mientras en el agropecuario es donde más se confía en una disminución de su valor (20,4 %).
Finalmente, el empresariado señala en forma mayoritaria (62,2 %) que los precios de su sector económico no variarán significativamente.
Donde se aguarda más estabilidad en los costos de sus productos es en el sector agropecuario (69,4 %), mientras que en el de servicios es donde se pronostican más aumentos (32,2 %) y, por el contrario, en los de comercio y construcción se prevén más disminuciones (13,9 % y 13,3 %, respectivamente), aunque sean de forma minoritaria.
En el balance neto de precios, la expectativa en todos los sectores se inclinó a la reducción entre la encuesta previa y la más actual (pasando en total de un 31,5 % a un 17,6 %), siendo el sector construcción el que presentó el mayor descenso (de 40,0 % en el primer trimestre a apenas un 4,4 % en el segundo) y el de manufactura el que menos decreció (de 23,9 % a 20,4 %).