Estudiantes universitarios, provenientes de diferentes sedes y carreras de la Universidad de Costa Rica (UCR) y del Tecnológico de Costa Rica (TEC) participaron, recientemente, en la primera “Escuela de verano interacción humano-computadora” impulsada por la carrera de Informática Empresarial del recinto de Grecia.
Esta actividad fue financiada principalmente por la “Association for Computing Machinery”, por medio del Fondo de Desarrollo del Grupo de Interés Especial en Interacción Humano-Computadora (SigCHI por sus siglas en inglés), organización que tiene como fin promover, tanto en estudiantes como en profesionales, actividades de interacción humano-computadora.
La escuela de verano se realizó del 1 al 3 de febrero, y fue organizada por la carrera de Informática Empresarial, en conjunto con el capítulo de SigCHI Costa Rica. Además, contó con la participación de 11 mentores, nueve de interacción humano-computadora y 2 de turismo sostenible; 2 conferencistas internacionales y 42 estudiantes de carreras como Ingeniería Electrónica, Computación y Diseño Industrial.
La primera escuela de verano tuvo como fin presentar los esfuerzos que se realizan en diversas áreas de interacción humano-computadora (CHI); contribuir en el desarrollo profesional de estudiantes de pregrado y postgrado; y ofrecer un espacio para el diseño y desarrollo de prototipos con un componente principal de CHI que puedan ofrecer soluciones a pequeños negocios de turismo sostenible.
De esta forma, la actividad estuvo divida en dos partes: primero charlas con especialistas sobre diferentes temas de interés como realidad virtual y aumentada, tecnologías emergentes, computación ubicua y sensores, aplicaciones de CHI, interfaz y experiencia de usuario y turismo sostenible. Y segundo, una parte práctica en la que, los estudiantes organizados en grupos y con la ayuda de un mentor, daban soluciones funcionales a casos específicos, aplicando la CHI al turismo sostenible.
Dylan Muñoz Cornejo, estudiante de Ingeniería Electrónica del TEC, fue uno de los participantes en la escuela de verano. Él considera que esta experiencia le dio la oportunidad de trabajar con personas de otras carreras, lo que le permitió adquirir aprendizajes que no están incluidos en el plan de estudios. Además, considera que la actividad amplió su visión sobre las tecnologías que se pueden aplicar para apoyar el turismo sostenible.
La Dra. Iyubanit Rodríguez Ramírez, docente del recinto de Grecia y coordinadora de la actividad, aseguró que esta experiencia abrió un espacio de convivencia entre los estudiantes que les ayudó a crecer personal y profesionalmente:
“Yo considero que esta experiencia deja muchas enseñanzas de lo que se puede hacer en esta área, que conozcan otras personas, que ellos hayan tomado un problema de la vida real costarricense y hayan podido darle una propuesta de solución, así como los conocimientos recibidos por medio de las charlas y el contacto con los mentores. La experiencia fue sumamente enriquecedora y los participantes presentaron proyectos innovadores y soluciones adecuadas que pueden desarrollar a futuro”.
De igual manera, destacó que para la carrera de Informática Empresarial fue un proyecto que le permitió darse a conocer, aprender a crear espacios que los estudiantes necesitan, y colaborar con la promoción del CHI, un área nueva en el país y de mucho crecimiento.
Por su parte, la Dra. Laura Cabrera Quirós, docente del TEC y presidenta del capítulo de SigCHI Costa Rica, consideró que el aprendizaje y la interacción entre los estudiantes de diferentes carreras les permitió ver gran potencial en el intercambio de conocimientos que se generó en cada uno de los grupos. Además, resaltó que la actividad superó sus expectativas y la de muchos mentores, ya que las propuestas desarrolladas por las personas participantes fueron funcionales y daban solución a las problemáticas planteadas.
Cabrera aseguró que la escuela de verano responde a la iniciativa de crear el capítulo local (de Costa Rica) para ofrecer oportunidades de trabajo en conjunto “que no sean las universidades por separado, unir diferentes instituciones y carreras y ponerlas a trabajar juntas. Este tipo de actividades no solo sirve para que los estudiantes se vayan conociendo, sino para que nosotros podamos interactuar, y de esto mismo es probable que salga uno o dos proyectos, gracias a la sinergia que provocó la actividad”.
La primera escuela de verano contó con la colaboración de la carrera de Turismo Ecológico del recinto de Grecia, que apoyó en el área de turismo sostenible, la Oficina de Asuntos Internacionales de la Sede de Occidente y el patrocinio de las empresas Gorilla Logic y EJE Digital.
Participantes de la escuela de verano 2023.
Foto: Alejandra Alvarado.© 2024 Universidad de Costa Rica - Tel. 2511-4000. Aviso Legal. Última actualización: noviembre, 2024