14 dic 2023Ciencia y Tecnología

La contaminación que producen las botellas plásticas de uso común en nuestro entorno es enorme y afectan tanto a la naturaleza, como a nuestra salud.

Esos embaces pueden durar hasta mil años en degradarse y mientras tanto tapan las alcantarillas, lo que provoca inundaciones en áreas urbanas; contaminan ríos, mares, bosques y afectan a todos los ecosistemas; e inclusive llegan a formar parte de la cadena alimenticia de las personas, o sea, las terminamos ingiriendo en forma de microplásticos.

Sin embargo, en la Universidad de Costa Rica (UCR) se desarrollan investigaciones que buscan darle algún uso práctico a los materiales de desecho, como las botellas plásticas, para minimizar su impacto negativo en la salud y el ambiente.

Tal es el caso del proyecto Asfaltos Sostenibles o Asfaltos Verdes, que procede de una tesis de Maestría y posteriormente de Doctorado en Ingeniería de la UCR, y ahora se aplica en algunos sectores de la infraestructura vial de esta Universidad. Asimismo, el LanammeUCR también ha trabajado este tema, como parte de sus labores de investigación e innovación.

“Hemos logrado superar varias fases. La primera fue la utilización de las botellas plásticas en la mezcla con asfalto, para aplicarlo en las instalaciones de las instalaciones deportivas de la UCR; pero este que se aplica en esta segunda oportunidad tiene un cambio, ya que es una mezcla de muchos plásticos. Usamos botellas plásticas, tapas de botellas de refresco, etiquetas y galones plásticos que se desechaban en la Universidad. Entonces se trata de evolucionar y empezar a utilizar distintos tipos de materiales para buscar diferentes comportamientos del asfalto y que tenga un mejor desempeño”, expresó el Ing. Ernesto Villegas Villegas, miembro del proyecto Asfalto Sostenible UCR.

Otro de los participantes, el Ing. Roberto Quirós Vargas, dijo que esta iniciativa es un claro ejemplo de un modelo de economía circular, “porque resulta que estamos evitando la extracción de plásticos, que son producto derivados de los combustibles fósiles. Una vez que esos plásticos se utilizan, generalmente van hacia los vertederos, ya sea en ríos o a cielo abierto. Entonces mejor los tomamos y los incluimos dentro de la economía circular, o sea, los tomando del sistema, una vez que han agotado su vida útil, y les damos una revalorización, a través de un tratamiento especial, para incorporarlos a una actividad productiva, como lo es el proyecto de asfaltos sostenibles o verdes”, detalló Quirós.

Y es que, según agregó Quirós, lo que buscan es generar una simbiosis industrial, “que se formen emprendedurismos que recojan esos plásticos, los laven, los piquen o muelan, y se los entreguen a las empresas productoras de pavimento. Esta es una de las tantas valorizaciones que le podemos hacer a los plásticos, que salen del sistema productivo”, advirtió Quirós.

Resultados producto del trabajo innovador y multidisciplinario

Esta mezcla de asfalto y botellas plásticas se utilizó en dos sectores diferentes de la Sede Rodrigo Facio de la UCR: la primera fue en diciembre del año 2020, en una sección de más de 30 metros de la carretera interna en Finca 3, cerca del Estadio Ecológico; mientras que la segunda se dio en noviembre del 2023, en el parqueo interno del edificio que alberga al Centro de Investigación y Capacitación en Administración Pública (Cicap UCR).

Precisamente, las instancias universitarias que se unieron para desarrollar este proyecto a mayor escala son las escuelas de Ingeniería Industrial y Civil, la Dirección de Promoción de la Innovación y Vínculo para el Desarrollo (Diprovid), la Oficina de Servicios Generales (OSG) y el Cicap UCR.

La empresa con la que se estableció una alianza para elaborar y aplicar el asfalto sostenible es Constructora Pavicen Ltda., que tiene 45 años de experiencia en este campo.

“Desde la OSG empezamos con la coordinación de toda la logística de recolección, recuperación y almacenamiento de los residuos plásticos que hemos utilizado en esta segunda aplicación del asfalto sostenible. Es importante resaltar que todos estos residuos los recolectamos a lo interno de esta Universidad. Se usaron plásticos tipo PET y HDP en la mezcla y pudimos recuperar aproximadamente una tonelada de residuos. En lo que respecta a la mezcla asfáltica que se aplicó en el parqueo del Cicap UCR, incorporamos el 1 % del plástico recogido, tal y como lo hicimos en Finca 3. Duramos aproximadamente dos meses en la recolección del material, lo acopiamos y se lo entregamos a Pavicen, en donde lo trituraron y lo incorporaron en la mezcla, para luego aplicarla. Nuestra intención es que podamos replicar este tipo de proyectos en todas las vías de la Universidad”, señaló el Ing. Andrés González Córdoba, coordinador de la Unidad de Gestión Ambiental de la OSG.

Gracias a este tipo de investigaciones que se realizan en la UCR, Costa Rica se mantiene a la vanguardia en cuanto al estudio y aplicación de desechos en las mezclas asfálticas.

“El plástico es un derivado del petróleo y el asfalto también, entonces tienen una alta compatibilidad. Una de las problemáticas de las botellas es que duran un montón de tiempo, pero como característica para un material de construcción eso es ideal. Más bien ocupamos que el material sea duradero y ojalá para toda la vida, entonces incorporar esos materiales de desechos ofrece un montón de ventajas. Esto lo hemos venido demostrando después de muchos estudios a lo largo del tiempo, y lo que encontramos es que mejora la durabilidad del asfalto, mejora su resistencia, evita el agrietamiento y las deformidades, etc.”, subrayó el Ing. Pablo Aguiar Moya, miembro del proyecto Asfalto Sostenible UCR.

Este proyecto se une a lo que dicta la Ley 9828 que entró a regir en junio del 2020, sobre el uso de materiales reutilizables en obras de infraestructura vial.

Dicha normativa establece que cualquier construcción, reconstrucción, conservación, mantenimiento y rehabilitación de carreteras nacionales y cantonales, que realice el Estado y las municipalidades, al menos el 50 % del volumen total del pavimento utilizado deberá contener un porcentaje de materiales reutilizables.

Esta iniciativa también sirve como práctica profesional para varios estudiantes de diversas carreras, como por ejemplo de Ingeniería Civil y Salud Ambiental; para estos últimos, se trata de profesionales quienes crean y promueven entornos que son beneficiosos para la salud de las personas.

“En el segundo semestre teníamos que presentar una propuesta participativa, que generara un impacto dentro del lugar en donde estamos realizando la práctica profesional. Como la estamos haciendo en el Cicap UCR, nos unimos con la OSG para poder participar en este proyecto y tomar la batuta de lo que fue la recolección de todo el material plástico que se necesitaba. Además, elaboramos una etapa de sensibilización sobre como desechar correctamente las botellas de plástico, o sea, concientizar a esta parte de la población universitaria sobre la enorme cantidad de plástico que generamos y cómo evitar que contamine”, concluyó Andrea Cartín Ramírez, estudiante de la carrera de Salud Ambiental, de la Escuela de Tecnologías en Salud.

Este proyecto es una muestra más de que la UCR se mantiene a la vanguardia en la investigación científica y tecnológica, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de todas y todos los habitantes de Costa Rica.