Justin Cáceres Agüero y Monserrat Suñer Sánchez participaron en la XVI Olimpiada Iberoamericana de Biología, evento en el que se adjudicaron una medalla de plata y de bronce, respectivamente.
La Olimpiada se llevó a cabo del 3 al 8 de setiembre en la Universidad Autónoma de Madrid, en España, donde participaron 51 estudiantes de países como Portugal, Cuba, El Salvador, España, México, Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia, República Dominicana, Guatemala y Costa Rica, entre otros.
Las ciencias forenses fueron el tema central de las Olimpiadas. En estas se analizaron ramas de la biología como la botánica, zoología, genética y ecología. La competencia comenzó con tres días de estudio para los participantes; posteriormente, tuvieron dos días para realizar los exámenes respectivos.
El primer examen fue el práctico, en el cual debían hacer un análisis de crímenes con temáticas de botánica, zoología y genética. Al siguiente día, hicieron dos exámenes prácticos, el primero de 80 preguntas y el segundo de 50.
Durante el proceso de entrenamientos, prácticas y exámenes de simulacro, las universidades públicas fueron de gran ayuda, según explican los estudiantes. La Universidad de Costa Rica (UCR) y la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA) fueron las instituciones públicas encargadas de apoyar a los estudiantes en su preparación. También colaboró la Universidad Estatal a Distancia (UNED).
“Los profesores de la UNA estuvieron con nosotros en todo el proceso, además cuentan con un laboratorio dedicado para las actividades de la Olimpiada Costarricense de Ciencias Biológicas (Olicocibi). También, en la UCR dos profesoras nos dieron clases en las instalaciones de la universidad”, agrega Suñer.
Monserrtat Suñer Sánchez, ganadora de la medalla de bronce, comenta sobre el apoyo de las universidades públicas durante el proceso de preparación.
Por otra parte, Cáceres menciona que “la UCR nos ayudó bastante con los laboratorios. Con las dos profesoras interpretamos resultados, hicimos análisis de genética y microsatélites, también pudimos hacer ejercicios de pruebas PCR. La UNA nos ayudó en la parte teórica y práctica, mientras que la UCR también nos prestó sus instalaciones para entender los resultados y realizar los ejercicios prácticos”.
La Dra. Gabriela Chavarría Soley, profesora de la Escuela de Biología, explicó la ayuda que le brindó la UCR a los estudiantes:
“Vinieron un día a hacer prácticas de genética a la universidad, en la mañana hicieron una electroforesis y por dicha abarcamos este tema, porque les salió en el examen. Luego, por la tarde vimos interpretación de resultados genéticos”.
Sobre la experiencia vivida en Madrid, el estudiante explica que “fue muy bonito estar rodeado de personas que aman la biología. Durante nuestra estadía nos llevaron a conocer las instalaciones de la Universidad Autónoma de Madrid y el edificio dedicado a las ramas de esta profesión”.
Según comenta Suñer, “la competencia fue difícil porque estábamos con los ganadores de cada país, a pesar de eso fue una experiencia sana y enriquecedora. Considero que los exámenes fueron un momento importante para mí porque estudié todo el año para estar ahí y fue un orgullo representar al país en estas olimpiadas”.
Disciplina y sacrificio
Los jóvenes destacaron el esfuerzo que se tiene que realizar para obtener un buen resultado en las olimpiadas de biología.
“Desde noveno año comencé el proceso, en el 2022 gané oro absoluto en la Olimpiada Centroamericana y desde ese año comencé los entrenamientos para la Iberoamericana. Casi todos los viernes y sábados fui a hacer exámenes, a prepararme, leíamos, repasábamos y hacíamos simulacros. También dedicaba tiempo en la casa para repasar”, expresa Cáceres.
Según cuenta Suñer, comenzó el proceso en marzo del 2022 cuando participó en la Olimpiada Costarricense y ganó medalla de oro.
Luego, a partir de enero del 2023, la estudiante se enfocó en la Olimpiada Iberoamericana.
Ella considera que fue un proceso bastante retador, ya que desde febrero hasta setiembre de este año estudió de forma constante y asistía todos los viernes y sábados a la UNA para realizar exámenes y participar en entrenamientos con estudiantes que ya habían participado en las olimpiadas.
“A lo largo de este recorrido aprendí bastante y mejoré mis hábitos de estudios. Además, adquirí conocimientos en biología”, concluye.
Sobre el compromiso que adquirieron los participantes, la Dra. Chavarría comenta que “en general, ellos tienen mucho interés en la biología, además, estaban comprometidos con el proceso de la Olimpiada, por eso es que ir a la Iberoamericana es un premio para ellos, ya que pasaron todo este proceso de preparación”.
El próximo año, estudiantes costarricenses buscarán la posibilidad de asistir a la Olimpiada Mundial de Biología 2024, que se realizará en Kazajistán.
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