Según la reciente Encuesta de Actualidades, producida por la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR), pese a que la mayor parte de la población consultada considera que el proyecto de ley N.º 21 182, conocido como jornadas 4x3, beneficia sobre todo al empresariado nacional (49,5 %), la mayoría de esa misma muestra señala estar dispuesta a cambiarse a este sistema si tuviera la oportunidad (49,6 %).
Esta iniciativa está contenida en el proyecto que se tramita aún en la Asamblea Legislativa y que el Gobierno tiene como prioridad en las sesiones extraordinarias de este inicio de año. El texto pretende modificar la jornada excepcional de trabajo a cuatro días laborales por tres de descanso en casos específicos, con 12 horas diarias de trabajo.
La encuesta fue realizada del 6 de octubre al 6 de noviembre del año pasado en todo el territorio nacional a un total de 1 873 personas mediante llamadas a teléfonos celulares de forma aleatoria. Dicha encuesta presenta un margen de error de ±2,3 puntos porcentuales. En su realización participaron 47 estudiantes de Estadística, bajo la supervisión de la docente e investigadora Fernanda Alvarado Leitón.
En cuanto al apoyo que recibe este proyecto, el 52,9 % de la muestra dice estar de acuerdo, mientras que el 38,8 % lo adversa y solo el 8,4 % no sabe o no responde. Para el docente de la Escuela de Administración Pública (EAP), Jorge Umaña Cubillo, esto es muestra de la asimilación y aceptación de la población en edades entre los 30 y los 49 años de variar su jornada laboral para disfrutar más de un día libre a la semana.
En otras palabras, las opiniones recabadas por el estudio demuestran que el proyecto es conocido y bien recibido por la mayor parte de la gente, aún y cuando se asegura que el principal beneficiado será el empresariado.
Así, el 65 % de personas encuestadas afirmó que ha escuchado o leído sobre este tema, principalmente aquellas personas con edades superiores a los 50 años (70,3 %), entre los 30 y los 49 años (68,9 %), con ingresos suficientes (70 %), con educación universitaria (82,6 %) y sin que existan diferencias significativas entre hombres y mujeres.
Tal como se mencionó al inicio, el 49,6 % dijo que, de tener la oportunidad, se cambiaría a este sistema, mientras que el 44 % expresó lo contrario y un 6,5 % expresó no estar seguro. Ese primer grupo se compone, sobre todo, por individuos entre los 30 y los 49 años (55,4 %) y aquellos con ingresos suficientes para sufragar su modo de vida (53,3 %). En cambio, el segundo grupo se integra principalmente de gente con 50 años o más (48,3 %) y con salarios insuficientes para costear sus necesidades (48 %).
Ahora, en cuanto a las razones por las cuales las personas se cambiarían a las jornadas 4x3, el 47,5 % dijo que para tener más tiempo de descanso, el 16 % aseveró que para realizar otras actividades y el 12,5 % indicó que para pasar más tiempo con su familia.
Asimismo, Umaña recalcó que el deseo de tener tiempo libre para actividades deportivas, de ocio o familiares es muy propio de las personas adultas que están más representadas en la encuesta, lo cual se reforzó aún más con el teletrabajo implementado tras la pandemia, por lo cual existe una gran anuencia a adoptar este sistema.
En sentido contrario, entre quienes nunca se cambiarían a ese sistema de horarios, el 35,7 % dijo que no lo haría por el cansancio que implica, el 15,8 % debido a que ya está acostumbrado a trabajar las ocho horas diarias y el 9,8 % justificó que no ganaría las horas extra.
Por otra parte, en cuanto a las inquietudes que podría conllevar la aprobación de este proyecto de ley, la mayoría de personas encuestadas adujeron no temer un despido (51,7 % vs. 41,5 %), pero sí consideran que esta iniciativa podría limitar una futura contratación (69,4 % vs. 25,6 %).
En este sentido, el académico de la EAP dijo que era normal que la población más joven tuviera más anuencia al cambio y a buscar nuevos rumbos laborales, por lo cual no teme ser despedida. No obstante, es claro que sí existe un temor a no encontrar trabajo de forma rápida, sobre todo conforme mayor es la persona desempleada.
Con respecto a los principales beneficiados, el 49,5 % dijo que es el empresariado; el 21,3 % asumió que serán las personas trabajadoras y el 20,7 % cree que serán ambos grupos.
Isaac Alberto Guillén Campos, estudiante de Estadística y vocero del módulo que abarcó este tema, resumió así las opiniones de las jornadas 4x3 recabadas en la encuesta.