¿Qué nos imaginamos con la palabra “Tribunal”?, ¿qué significa “penal”?, ¿qué sentido tiene el verbo “revocar”?, ¿qué es “imputado”?, ¿cuál es la definición precisa de “delito”?, ¿en qué consiste el término “prescripción”? Todos estos conceptos los solemos escuchar casi a diario, y no necesariamente vinculados al mundo del derecho. Ya sea que nos queramos informar o debamos enfrentar un proceso judicial, siempre es recomendable conocer la acepción de términos jurídicos y su origen etimológico, tema que está desarrollando Henry Campos Vargas, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) y docente de la Escuela de Filología, Lingüística y Literatura, y que será expuesto en las III Jornadas de Investigación del IIJ, del 27 al 29 de setiembre.
Campos está conjugando su doble formación en derecho y filología para elaborar un diccionario jurídico etimológico que incluya no solo el significado original de las palabras más utilizadas en el mundo del derecho, sino también que muestre su evolución a lo largo del tiempo y de las culturas y cómo se han usado en la jurisprudencia. Es decir, más que un diccionario, el investigador está abocado a producir una enciclopedia de términos jurídicos.
“Sé que es un diccionario que no voy a terminar. La idea es interesar a otra gente. Cuando uno toma un diccionario serio, como pretende ser este, se da cuenta que son diccionarios que han tomado 50, 60 años y con equipos de especialistas y con grandes presupuestos de universidades prestigiosas. Yo quisiera que fuera eso y que saliera de Costa Rica para que la gente reconozca el aporte del país y de la universidad”, reconoció Campos.
Para el investigador, este recurso será de enorme utilidad no solo para estudiantes y profesionales en derecho que deseen construir sólidas argumentaciones, sino también para periodistas que cubren fuentes noticiosas relacionadas con el ámbito judicial y para todas las personas que deseen enriquecer su léxico y su cultura general.
“Creo que es muy importante a nivel cultural para rescatar la riqueza del lenguaje, el derecho del lenguaje. Todas las leyes son escritas desde hace miles de años, tienen que plasmarse. Entonces hay que estudiar el lenguaje y una forma de aproximarse es por medio de la etimología. […] Aprender etimologías griegas y latinas es mucho mejor porque es muy difícil conocer todas las palabras, pero cuando se sabe de dónde viene una palabra griega, uno está aprendiendo unas diez palabras en español, porque se ven todos los derivados, conoce toda la familia léxica”, añadió Campos.
Este filólogo y abogado está iniciando el diccionario con términos propios del derecho penal por su uso cotidiano en los medios de comunicación y su proximidad con la ciudadanía en general. Su plan es completar las primeras cien entradas en los próximos dos años y que estén disponibles en línea para cualquier persona en cualquier parte del mundo.