Pese a que los estudios feministas y de género vinculados a la Universidad de Costa Rica (UCR) iniciaron hace 35 años, fue hasta el pasado mes de agosto que la institución inauguró el edificio que otorga instalaciones propias a las instancias universitarias que trabajan en esta materia.
El nuevo inmueble, ubicado en la finca 2 de la Sede Rodrigo Facio en San Pedro de Montes de Oca, alberga al Centro de Investigación en Estudios de la Mujer (CIEM) y su biblioteca, la Defensoría contra el Hostigamiento Sexual y el Programa de Posgrado en Estudios de la Mujer.
El rector de la UCR, Gustavo Gutiérrez Espeleta reconoció que, desde 1987, el Programa Interdisciplinario de Estudios de Género comenzó un trabajo multi y transdisciplinario de gran importancia para la Institución. Más tarde, en 1999, la iniciativa se convirtió en el CIEM y desde entonces, “ha sido partícipe de importantes iniciativas universitarias, nacionales e internacionales”.
“Dotar a este Centro de infraestructura adecuada para el desarrollo de sus proyectos resulta trascendental. El trabajo que realizan permite generar conocimiento sobre las relaciones de género e impactar positivamente para disminuir las brechas que existen tanto adentro como afuera de nuestra institución. Es una inversión sumamente importante para nosotros”, enfatizó el jerarca universitario.
La directora del CIEM, Monserrat Sagot Rodríguez, celebró la creación de la obra, la cual catalogó como un reconocimiento institucional del trabajo que durante varias décadas ha desarrollado esta instancia especializada, desde diversos inmuebles con importantes limitaciones de espacio.
El nuevo edificio cuenta con una sala de reuniones y con cubículos de trabajo que facilitarán el intercambio de experiencias y aprendizajes entre el equipo de investigadoras del CIEM. Ambos espacios aprovechan mobiliario antiguo de la institución que fue restaurado para darle un nuevo uso y aprovechar al máximo los recursos existentes.
La obra recién inaugurada también permitió la creación de la Biblioteca del CIEM, la cual cuenta con 5600 libros y 600 revistas especializadas en versión física. Dicho material permaneció almacenado durante varios años, pues se carecería de un espacio adecuado para su organización y presentación al público.
A la colección impresa se suman 340 publicaciones digitales, para lo cual, se habilitaron dentro de la biblioteca tres escritorios con computadoras que permiten a las personas usuarias tener acceso a este material y al resto de servicios del Sistema de Bibliotecas, Documentación e Información (SIBDI).
La coordinadora del espacio, Marina Rivera Vargas detalló que la biblioteca está al servicio de docentes, estudiantes, personal administrativo e incluso, de personas externas a la institución que requieren información vinculada a temáticas como los derechos de las mujeres, género, violencia, y salud reproductiva.
“Sabemos que facilitar todos esos insumos a la población UCR y al público en general es vital para promover el estudio y la reflexión institucional y nacional sobre la realidad y los aportes de las mujeres en los diversos campos” afirmó la bibliotecóloga.
El edificio incluyó la creación de oficinas para el funcionamiento de la Defensoría contra el Hostigamiento Sexual. Esta instancia es la unidad encargada de brindar acompañamiento legal y psicológico a la población UCR que es víctima de acoso, hostigamiento o violencia sexual.
La abogada de la Defensoría, Mónica Sancho Rueda afirmó que la creación de este espacio dignifica la labor que realizan, cuya naturaleza demanda instalaciones que permitan velar por la privacidad de la información y la confidencialidad de las interacciones.
Además del área de trabajo para la labor administrativa, se creó una sala de atención que garantiza un espacio privado, seguro y agradable a las personas que solicitan el apoyo de esta instancia. Para tener acceso a este servicio de la Defensoría no es necesario haber formalizado una denuncia ante la Comisión Institucional contra el Hostigamiento sexual.
La psicóloga de la Defensoría, Sylvia Mesa Peluffo enfatizó la importancia de brindar a las víctimas de esta problemática un ambiente acogedor, donde se sientan con la libertad y confianza de hablar sobre las diversas situaciones que han experimentado.
“La parte del espacio es trascendental en nuestro trabajo, porque está comprobado que tener un ambiente agradable ayuda a disminuir el miedo y la ansiedad. Los espacios también definen relaciones de poder y por eso en esta sala no hay escritorios dividiendo la interacción, es un espacio de igualdad” explicó la experta.
Así mismo, el edificio dota de instalaciones administrativas y dos aulas al Programa de Posgrado en Estudios de la Mujer. Este esfuerzo académico da continuidad a la labor que inició el primer posgrado en estudios de la mujer de América Latina, el cual surgió en 1993 como resultado de un convenio entre la UCR y la Universidad Nacional.
Según la directora del Programa de Posgrado en Estudios de la Mujer, Isabel Gamboa Barboza, la creación de este edificio hace un “reconocimiento simbólico y material de la desigualdad contra las mujeres y le otorga un lugar importante, que manda una señal buena”.
“El mundo, el país y la UCR tienen una enorme deuda con las mujeres: la desigualdad y el sexismo siguen siendo un serio problema que requiere inversión política, social y económica: el edificio es una muestra contundente de parte de las autoridades universitarias de su voluntad política por hacer más”, señaló la académica.
Gamboa aseguró que contar con este nuevo espacio permitirá acoger a mayor cantidad de estudiantes y visitantes de todos los sectores de la sociedad; así como promover una de las razones de ser de la institución que es la producción de conocimiento crítico.
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