Un camino cargado de retos y desafíos comenzó a desarrollarse con el regreso a la presencialidad en el Equipo de Fútbol Masculino de la Universidad de Costa Rica, que el pasado domingo 10 de julio ascendió a la Segunda División B después de un torneo de 26 partidos.
El esfuerzo y la disciplina fueron parte del proceso de 22 jugadores de 14 carreras diferentes de la UCR. Así lo destaca el capitán del equipo Steven Jiménez Araya, “el grupo desde el principio tenía la convicción de dar el máximo esfuerzo durante el campeonato, pero con el pasar del mismo, el equipo empezó a sufrir lesiones y situaciones que privó a varios compañeros de continuar participando en el torneo. A pesar de eso, el equipo siguió adelante. Eso nos unió por que sabíamos que la persona que le tocara jugar lo iba a hacer de la mejor manera y dando su máximo esfuerzo.”
El entrenador Jose Fabio Rowe Quirós menciona que el trabajo decisivo que potenció la clasificación fue desde el enfoque de un juego versátil, que les permitió moverse de muchas maneras en la cancha, durante todo el torneo, esto les facilitó rotar a los jugadores en el juego, para garantizar un buen ritmo en la competencia.
Durante el campeonato hubo momentos decisivos, uno de los que señala el entrenador fue “cuando les empataron en la primera serie contra Goico Carmen, llevábamos una ventaja de 3 a 0 y nos empatan 3 a 3; ahí nos dimos cuenta que debíamos dar el 200 %”.
Al respecto destaca el jugador de media punta, Marlon Taylor Vega que “ese día el equipo se consolidó a otro nivel. La actitud desde que estábamos en el camerino parecía de otro mundo, hasta el entrenador quebró su pizarra de la emoción en su charla antes del partido. Un volumen de afición nunca antes visto que, no dejó de apoyarnos en los 90 minutos: familiares, amigos, el equipo administrativo de deportes y hasta el rector de la universidad llegó ese día.”
La alegría de ascender en la Liga Nacional de Fútbol Aficionado (LINAFA) también conocida como Tercera División representa mucho orgullo para estos estudiantes atletas, los cuales tienen una edad promedio de 18 años con 9 meses, y fueron preparados mediante el proceso de Liga Menor del programa de formación de talentos de Programas Deportivos, Recreativos y Artísticos (UPDRA) de la Oficina de Bienestar y Salud UCR y la Asociación de Deportes Universitarios (ADU).
El capitán del equipo destaca que “para mi y para mis compañeros es un gran orgullo representar a la Universidad de Costa Rica y aportar nuestro granito de arena para conseguir que el equipo siga creciendo. Estamos muy entusiasmados de afrontar este nuevo reto de la mejor forma.”
Para los estudiantes atletas de la UCR, el ascender en el torneo solo representa un escalón más en esta competencia. Ahora deben seguir entrenando para llegar a la Segunda División de Fútbol Nacional.
El entrenador Rowe, se encuentra muy enfocado en el trabajo de los deportista y su rendimiento académico, al respecto menciona: “necesito que nos den los mejores 365 días de sus vidas; en entrenamiento, preparación, alimentación, descanso, estudio y en lo que sea necesario para lograr un objetivo; les aseguramos que va a ser el mejor año de sus vidas con la conclusión de un sueño que tiene TODA una universidad; somos los encargados de escribir una historia y de revivir un sueño”.
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