La esperanza de tiempos mejores en el empresariado nacional para el tercer trimestre de este año no solo se mantiene, sino que tuvo una mejora mínima en comparación con el expresado en la anterior Encuesta de Expectativas Empresariales, correspondiente al segundo trimestre de este año. Esto es bastante positivo, más aún si se toman en cuenta los duros tiempos inflacionarios que vive el país.
Esta fue la revelación que hizo esta última encuesta con miras al tercer trimestre del 2022, realizada por el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR), y publicada este lunes 4 de julio.
El estudio se realizó entre el 16 de mayo y el 5 de junio, con consultas que abarcaron a 445 empresas de manufactura, alojamiento y restauración, comercios, agropecuarias, transporte y almacenamiento, construcción, y servicios. A estas se les consultó sobre cómo preveían el futuro en temas como empleo, ventas, utilidades, inversión y tipo de cambio.
Según el Índice Global de Expectativas Empresariales, el optimismo en general aumentó 0,5 puntos porcentuales con respecto al trimestre pasado, subiendo de 53,9 a 54,5, lo que significa además la cifra más positiva para este período desde el tercer trimestre del 2015. También, este indicador se ubica 4,0 puntos porcentuales por encima del promedio de los terceros trimestres de los años anteriores. La coordinadora de este estudio e investigadora del IICE, Gabriela González Zúñiga, amplía:
Si de sectores se trata, el que alcanzó el mayor crecimiento en sus expectativas con respecto al último trimestre fue el de construcción, que pasó de 47,8 a 59,2 puntos (diferencia de 11,4). De hecho este fue el único sector que presentó un incremento realmente importante. El segundo fue el de comercio, cuyo aumento fue de solo 1,7 puntos, pues subió de 58,5 a 60,2. Eso sí, este último se mantiene como el de mayor positivismo de cara al próximo trimestre.
Por el contrario, los sectores que más decrecieron fueron el agropecuario, cuyo índice de previsión de optimismo bajó de 52,2 para el trimestre actual a 42,3 para el próximo (-9,9 puntos, el más negativo de todos) y el de servicios, que pasó de 54,1 a 53,2 puntos (-0,9). En el caso del de manufactura, se mantuvo igual que en la pasada encuesta y su puntaje fue de 57,0. González ofrece algunas explicaciones al respecto.
En resumen, el estudio indica que casi todos los sectores están situados en la zona optimista (excepto el agropecuario), lo que significa una buena señal desde el mercado tras los duros años marcados por la crisis económica de la pandemia.
La encuesta también revela que el 72,4 % de empleadores afirman que no habrá cambio en la cantidad de trabajadores contratados para el tercer trimestre. De ese porcentaje, un 16,4 % afirma que no harían nuevas contrataciones debido a que ya incorporó a nuevas personas a su planilla entre abril y junio.
Un 18,7 % afirma que sí habrá nuevas contrataciones, leve baja en comparación con las expectativas para el segundo trimestre, donde el 21,9 % afirmaba que aumentaría a sus colaboradores); mientras que un 8,1 % señaló que habría recortes, porcentaje que aumentó con respecto a la pasada encuesta, donde la disminución en el número de trabajadores fue prevista por el 6,1 % del empresariado.
El sector donde más expectativas de contratación hay es el de comercio, donde el 22 % espera hacer nuevas incorporaciones de personal, siendo también el sector con mayor crecimiento en esta previsión con respecto a la encuesta pasada (9,2 %).
El porcentaje de optimismo a nuevas incorporaciones es similar al de otras áreas, exceptuando el agropecuario (solo un 7% afirmó posibles ampliaciones de planilla), que en cambio, es el que más prevé eventuales despidos, según lo afirmó el 20 % de personas consultadas.
Si se toma en cuenta el tamaño de la empresa, las que tienen más de 31 empleados son las que dan más posibilidades a nuevas contrataciones (33,3 % en el caso de las grandes y 22,6 % en las medianas). Las pequeñas empresas que podrían contratar nuevo personal son solo el 16,3 %, mientras que las microempresas que darían este paso suman apenas el 11,6 %.
Sobre posibles inversiones en bienes como herramientas y equipo, infraestructura, maquinaria, tecnologías de información y comunicación y software, en todos los sectores habría más recursos destinados a estos insumos, en comparación con el segundo trimestre de este año.
En promedio, dos de cada diez personas empresarias realizarían alguna inversión en su negocio. El área productiva con mayor intención de invertir en estos recursos es la de manufactura, con un 26 % de sus personas encuestadas. Y, otra vez, es el sector agropecuario el menos dispuesto a atreverse a hacer este tipo de erogaciones: solo el 15 % apostaría por ellas.
A nivel general, el porcentaje del empresariado que no piensa hacer nuevas inversiones bajó de 81,0 % a 73,7 % entre el segundo y tercer trimestre de este año.
En cuanto al comportamiento de las ventas y la producción, destaca nuevamente el sector comercio como el de mayor positivismo, al creer que sus ventas aumentarán para el próximo trimestre (61 %); mientras que el más pesimista (y a la vez, menos optimista) es, otra vez, el agropecuario, donde el 27 % de su empresariado pronostica que su producción y venta disminuirá con respecto a este semestre.
Con respecto a la competitividad que puede adquirir su empresa en el futuro cercano, el sector con una mejor perspectiva es el de comercio, donde el 51 % de su empresariado manifestó que su negocio tendrá una mejora en este aspecto. Lo contrario pasa, nuevamente, en el agropecuario, donde solo el 23 % cree que mejorará y el 9 % considera que empeorará.
El mantenimiento de este positivismo generalizado se debe a varios factores, como el aumento en la demanda del consumo, señaló González:
En promedio, el 77,8% de las personas encuestadas dice creer que el valor del dólar con respecto al colón aumentará entre julio y setiembre. El reciente comportamiento de la divisa norteamericana hacia el alza, sin duda, justifica que este porcentaje se incrementara de forma evidente en comparación con quienes consideraban que habría un aumento en esa moneda, hace tres meses (69 % así lo afirmó en aquel momento, +8,8 % de diferencia).
Curiosamente, el promedio entre los encuestados que esperan una disminución subió también levemente desde la última encuesta (5,2 %) a la actual (7 %).
Entre quienes esperan un encarecimiento del dólar, la mitad afirma que esto no afectará negativamente a sus empresas y un 30,4 % respondió lo contrario, sobre todo entre los sectores no exportadores. Solo un 19,6 % afirmó que este comportamiento en el tipo de cambio les beneficiará.
A continuación presentamos un video elaborado por el IICE en el que González brinda información más detallada sobre estos resultados.