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La Escuela de Estadística de la UCR advierte una reducción en la confianza de consumidores en el II Trimestre del 2022

Encuesta: La población está menos optimista sobre el futuro de la economía nacional

Los efectos de la invasión de Rusia a Ucrania habrían desestabilizado la seguridad económica del país.
15 jun 2022

Consumo tienda
La caída en el Índice de Confianza del Consumidor podría traducirse en un descenso en la intención de compra de bienes y servicios en los próximos meses (imagen con fines ilustrativos). Anel Kenjekeeva

Además del drama humano que ha significado la guerra ruso – ucraniana, este conflicto también ha heredado un aumento en la inflación que se explica por el incremento en el precio del crudo, así como también por ciertos granos y fertilizantes. Y, como si fuera poco, el fortalecimiento en el precio del dólar, que ha llegado a rozar los 700 colones en el tipo de cambio, parece que ha terminado de afectar la percepción de la población sobre el futuro cercano de la economía nacional.

A esta conclusión llega la Encuesta del Consumidor N°74, publicada este miércoles 15 de junio por la Escuela de Estadística y la Unidad de Servicios Estadísticos de la Universidad de Costa Rica (UCR). Este trabajo, que se efectúa trimestralmente, es liderado por el director de esta unidad académica, Johnny Madrigal Pana.

El estudio, que mide el Índice de Confianza del Consumidor (ICC, entre otros factores) se realizó en mayo, con entrevistas a 700 personas mayores de 18 años, de todo el país, mediante llamadas a teléfonos celulares. Maneja un error de muestreo de entre 1,8 y 3,7 puntos, con un nivel de confianza del 95%.

Ya propiamente sobre los resultados de la encuesta, el ICC reportado en mayo descendió casi dos puntos con respecto a febrero, pasando de un 42,1 a un 40,3 puntos. No se reportan diferencias significativas en el índice si se toman en cuenta a los grupos etarios, géneros, niveles de educación o ingreso monetarios en los hogares. 

Pese a este resultado negativo, el índice sigue siendo 12 puntos mayor al resultado que mostraba en agosto del 2020, cuando alcanzó el punto más bajo desde el inicio de la pandemia (28,3). Desde aquel entonces, este indicador ha tenido un comportamiento que tiende al alza, aunque de manera irregular. Así lo reseñó Madrigal:

 Como se reseñó al inicio, la invasión de Rusia a Ucrania y la desestabilización que esta ha provocado en el mercado de diferentes productos, aunado al fortalecimiento del dólar con respecto al colón, han generado un ambiente que favorece poco la confianza del consumidor y, de ahí, que el ICC haya descendido levemente con respecto a febrero, a pesar del optimismo que pudo haber inyectado en las personas el cambio de gobierno y el levantamiento de medidas sanitarias por parte de la nueva administración.

Si se divide al ICC por la expectativa positiva o negativa en el consumo, se observa que el grupo optimista no varió con respecto a febrero (14,6 %), mientras el de pesimistas sí aumentó considerablemente, de 21,9 % a 27,7 % (5,8 puntos), a la vez que el de ambivalentes disminuyó de 63,6 % a 57,8 % (-5,8). Es decir, por cada consumidor optimista hay dos pesimistas, mientras que en febrero esta relación era de 1,5.

Índice en detalle

En el ICC se realizan dos mediciones: el Índice de Condiciones Económicas Actuales (ICEA) y el Índice de Expectativas Económicas (IEE). El primero valora la confianza de los consumidores en la coyuntura económica presente y el segundo lo hace como una previsión hacia el futuro. En este sentido, el ICEA bajó de 29,3 a 25,0 (-4,3 puntos) y el IEE se mantuvo en los mismos 50 puntos que mostró en febrero.

Es decir, la población empeoró su valoración económica presente pero no cambió su enfoque a corto plazo. Además, vale la pena rescatar que el positivismo hacia el avenir económico duplica la valoración del presente. Esta es una tendencia que se mantiene sobre todo desde el inicio de la pandemia.

Las personas que confían en que sus ingresos superarán los del año pasado alcanzaron un 49,5 % (versus un 47,2 % a inicios de año). Por el contrario, un 38,3% espera que su capacidad de compra se reduzca en el próximo trimestre (el escenario a inicios de año era menos pesimista: 36,7 %). Además, el 53,2 % prevé que las tasas de interés para préstamos aumenten en los próximos tres meses (en febrero este porcentaje era del 52,4 %).

No obstante, los últimos acontecimientos relacionados con la inflación podrían hacer caer aún más la confianza en la economía particular y nacional.

En cuanto a la calificación que tuvo la política económica en el cierre de la administración del exmandatario Carlos Alvarado, un 11,3 % señaló que estaba haciendo un buen trabajo, mientras que un 60,3 % afirmó que su labor era “pobre” (leve disminución con respecto a febrero, cuando así lo consideró el 69 %).Quienes piensan que el desempleo aumentará alcanzaron un 26,5 %, porcentaje que no mostró cambios en los últimos tres meses. En cambio, quienes pronostican un incremento en la pobreza, aumentaron de un 36,1 % a un 40,8 %.

 La posibilidad negativa de comprar casa (76,5 %) o carro (82,3 %) aumentó visiblemente en comparación con la encuesta de febrero (69,9 % y 75,1 % respectivamente). En cuanto al temor de mayores incrementos en el precio de los combustibles, este indicador sigue alto, aunque se redujo con respecto al primer trimestre del año (decreció de un 76,9 %, a un 70,6 %). Y sobre el tipo de cambio, tanto en febrero como en mayo, el 68,2 % espera una depreciación del colón con respecto al dólar.

 

Administración de Alvarado obtuvo el menor ICC en promedio

Otro aspecto revelado por Madrigal durante la conferencia de prensa de este miércoles es que, si se toma en cuenta el registro histórico del Índice de Confianza del Consumidor, es la administración del expresidente Carlos Alvarado la que obtuvo la nota más baja desde setiembre 2002, cuando se realizó la primera medición. En promedio, el úlitmo mandatario tuvo un puntaje de 34,9, lo cual se explica en parte debido a los efectos económicos de la pandemia y a la implementación de las reformas fiscales en el país, así como a las políticas de restricción en el gasto.

En cambio, la administración con la mejor nota en cuanto a la confianza de la economía fue la segunda del expresidente Óscar Arias, que alcanzó un puntaje de 44,9 pese a sufrir la crisis económica mundial del 2008, pero posiblemente amortiguada con el Plan Escudo que se implementó en aquel momento. A Arias le sigue la presidencia de Laura Chinchilla, quien fue calificada con 43,4 puntos. En el tercer lugar se encuentra la administración de Luis Guillermo Solís (39,5 puntos) y luego, casi con el mismo puntaje, el periodo de setiembre 2002 a febrero 2006 del exgobernante Abel Pacheco (39,4).

Usted puede consultar los detalles de esta Encuesta 74 de La confianza de los consumidores en este enlace: http://ucr.cr/r/dBTx.

Pablo Mora Vargas
Pablo Mora Vargas
Periodista, Oficina de Divulgación e Información
pablo.moaqqwravargas  @ucrormf.ac.cr

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