El Archivo Histórico Musical y la Editorial UCR publican tercera producción de la serie Patrimonio Sinfónico Costarricense

La tercera producción de la serie Patrimonio Sinfónico Costarricense corresponde a la edición crítica de las obras “Valses y mazurcas para banda” del compositor nacional Rafael Chávez Torres.

Laura Rodríguez Rodríguez

Como parte de las labores que realiza el Archivo Histórico Musical (AHM) de la Universidad de Costa Rica para salvaguardar el patrimonio musical costarricense, se editó junto con la Editorial UCR, la serie Patrimonio Sinfónico Costarricense.

El último material publicado corresponde a la edición crítica de las obras “Valses y mazurcas para banda” del compositor nacional Rafael Chávez Torres.

El Dr. Gabriel Venegas Carro, docente de la Escuela de Artes Musicales (EAM), señaló que las obras que componen este volumen fueron reconstruidas a partir de documentos físicos que estaban esparcidos por distintas bibliotecas del país, pero disponibles y salvaguardados en formato digital en el AHM, lo que fue crucial para poder realizar este trabajo.

El trabajo editorial del violinista y editor musical italiano Alessandro Bares, se centró en reconstruir el texto mediante una rigurosa metodología, que tomó en cuenta la comparación de partes instrumentales que se doblan mutuamente, consideración por lo sugerido por el ritmo, frecuencia de la utilización de ciertas frases dentro de las fuentes, proximidad del lenguaje al estilo general del autor y la práctica e instrumentación de la época.

El director de la Escuela de Artes Musicales, Ernesto Rodríguez hizo entrega de la publicación a la exdirectora de la Dirección General de Bandas, Ana Carboni. Laura Rodríguez Rodríguez

Otra característica de la publicación es que se mantuvo el conjunto instrumental de las principales bandas de finales del siglo XIX aunque muchos de los instrumentos hoy en día están en desuso, no obstante, dentro de la edición se incluye una lista de sustituciones por instrumentos actuales

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La Licda. Zamira Barquero, gestora del proyecto, recalcó que es un material muy importante para las bandas nacionales ya que rescata obras precisamente escritas para estos conjuntos. Además manifestó que en el país las bandas se mantienen activas en la calle y en las salas de conciertos y de esta manera llevan la música a todos los rincones del país.

Por su parte, el Mag. Ernesto Rodríguez, director de la EAM, destacó el trabajo interinstitucional que hace posible que el acerbo musical vaya más allá de la recopilación y se pueda compartir y ofrecer a la sociedad costarricense, con la esperanza que se convierta en música viva y forme parte del repertorio de las comunidades.

Las publicación también se entregó a las personas directoras de diferentes bandas del país. Laura Rodríguez Rodríguez

La serie Patrimonio Sinfónico Costarricense ya ha editado tres publicaciones. La Virgen de los Ángeles, para solos, coro y orquesta de Julio Fonseca Gutiérrez; la suite de Ballet para orquesta, suite de Palenque, y suite Hilos de Rocio Sanz Quirós; y “Valses y mazurcas para banda” de Rafael Chávez Torres.

Sobre el autor

Rafael Chávez Torres nació en 1843. Empezó sus estudios musicales, desde niño, con la banda Militar de San José; luego, emprendió su carrera artística en el Cuartel Principal y, posteriormente, se inició como instrumentista de clarín y, más tarde, de clarinete, bajo la dirección del compositor Manuel María Gutiérrez, autor del Himno Nacional de Costa Rica.

A la edad de 37 años, compuso obras de diferente género. Escribió, aproximadamente, unas treinta obras, entre las que se encuentran: mazurcas, valses, himnos y marchas. Algunas de las composiciones más reconocidas por su calidad musical son: El duelo de la Patria, el Calvario, el Sepulcro, un Himno a Juan Santamaría, el pasodoble Marchemos a la guerra, los valses Cristina, Carlota, Julia, Clemencia, Luis y Luisita, el 24 de setiembre, el Secretario, las Mazorcas, la Colacita, Camila, Manuelita.

Se le puede ubicar como un compositor costarricense sobresaliente, por la cantidad y la calidad de sus obras, creadas en una época en que apenas se iniciaba el desarrollo musical en Costa Rica.

Se desempeñó como Director de Banda de Cartago, en 1867, y sustituyó a Manuel María Gutiérrez en la Dirección de la Banda de San José, en abril de 1872. Fue Director General de Bandas de la República, cargo que conservó hasta el día de su muerte, en 1907.