El curso de Seminario de Graduación de la Escuela de Administración Pública de la Carrera de Administración Aduanera, que se imparte en 5to año, tiene por objetivo que los estudiantes que están a punto de egresarse puedan preparar su propuesta de trabajo final. Sus clases por tanto tienen un componente de práctica fuerte y la interacción con el docente es fundamental. La profesora M.Sc. María Luisa Ramírez Santolaya inició el primer día de clases de este 2022 con un grupo de 17 estudiantes.
No obstante, ella se encuentra con varias situaciones particulares. Una estudiante que consiguió trabajo en la provincia de Limón, pero con un horario rotativo. Un estudiante que labora en este momento en una zona franca en Liberia. Otra estudiante tiene una bebé recién nacida. Otra únicamente lleva ese curso y tendría que ir de Puntarenas a San Pedro de Montes de Oca en San José y después devolverse a su hogar. Ellos y ellas le comentaron que, de continuar en modalidad presencial, deberían retirar el curso o tendría muchísimas complicaciones.
La profesora Ramírez puso su empeño y en poco tiempo acomodó su clase con micrófonos y cámara para que cualquier persona con alguna dificultad se conectara a Zoom y participara de la clase. “Interactuamos, usamos Jamboard, ellos participaban. Estaban en su casa, pero en el aula como todos los demás. Me gustó muchísimo, sentí que es una forma de colaborar con la persona estudiante. No hay ningún motivo razón de fuerza que se desplace solo para un curso final”.
Para enfrentar situaciones como esta, o como parte de un objetivo de aprendizaje del curso, es que la Unidad de Apoyo a la Docencia Mediada con Tecnologías de la Información y la Comunicación (Metics) de la Vicerrectoría de Docencia generó una guía para crear cursos híbridos en este 2022.
Esta flexibilidad para combinar espacios físicos con otros virtuales resume la educación híbrida. En realidad, la institución hace aprendizaje híbrido con diversos grados de virtualidad desde el 2007 que existe Mediación Virtual. Sin embargo, el Dr. José Antonio Blanco Villalobos, director de la Unidad Metics señaló que “la diferencia ahora es que al regresar la universidad, muchos de los cursos basados en la experiencia del tiempo de pandemia se quedaron virtuales o con grados de virtualidad, pero también están incorporando la reunión sincrónica de manera híbrida. Ahora hay nueva tecnología, nuevas formas de ver la educación que están como actores de proceso actual”.
El equipo asesor de Metics trabaja de la mano de las personas en puestos de dirección y a la fecha ha capacitado a más de 150 docentes en el diseño y creación de estrategias donde se combinan escenarios físicos y virtuales. La guía en general contiene aspectos conceptuales, principios, recomendaciones, ejemplos de organización de curso. También incluye detalles técnicos que deben considerarse, como la iluminación, la conectividad o el sistema de audio.
La profesora María Luisa Ramírez insiste en que la clave está en “el planeamiento didáctico, ellos ocupan interactuar, usar tecnología, yo no me considero una docente tradicional. Cuando yo planifico la lección quiero saber qué opinan: ¡qué raro! ¿25 conectados y solo 17 respuestas?”. Ante estas situaciones, ella siendo autocrítica, insiste en deben generarse actividades donde las personas estudiantes sepan que tiene que interactuar sea donde sea que estén.
En cuanto a las evaluaciones en línea, su acercamiento es creativo y realista: utiliza bancos de preguntas “casi idénticas. La pregunta es terriblemente simple e inducen al error si la persona no pensó, copió”. Además, considera que “la vida es colaborativa. Algunas evaluaciones son colaborativas. Pueden llamar a quien quiera, llamar a un colega como en la vida real, pero la nota es suya”.
Este acercamiento a la realidad laboral es compartido por la directora de la Escuela de Administración Pública, la máster Angélica Vega Hernández. El aprendizaje híbrido “llega a consolidar un mecanismo de formación que va más allá de la transferencia de contenidos. Sino que en el uso de las tecnologías para tratar de mejorar u optimizar el proceso de aprendizaje, también se da el ejemplo a las personas que se están formando de que podemos y debemos utilizar este avance tecnológico para adecuar los servicios públicos, los servicios a empresas, los sistemas de comercio exterior, etc., a los requerimientos de los ciudadanos y ciudadanos que posteriormente estas mismas personas profesionales van a atender cuando ya logren incorporarse al mercado laboral”.