Animales políticos llegó a la televisión nacional en un momento en que un programa de sus características se hacía necesario para comprender algunos temas fundamentales de la política nacional.
Mediante 13 episodios, la producción explica y reflexiona sobre sistema político costarricense, sus características e instituciones, cuyo objetivo se centró en buscar renovar el interés del espectador en la política para que participe y hable de manera apasionada, pero sin caer en el fanatismo.
El resultado fue la buena aceptación del público y la obtención del Premio Nacional en Artes Audiovisuales Amando Céspedes Marín 2021 en la categoría de realización conceptual o departamento creativo.
En este caso se premió el guion que estuvo a cargo de Roberto Jaén Chacón, Manfred Vargas Rodríguez y Zenén Vargas Salas.
El jurado destacó la labor notable de investigación y guion que aborda temáticas complejas de manera clara, atractiva y reflexiva, promoviendo un diálogo político amplio e informado.
Roberto Jaén, codirector del proyecto habló sobre la producción de Animales políticos y el reconocimiento que se le da a todo el equipo de trabajo con la obtención del Premio Nacional.
–¿Cómo nace Animales políticos?
–Roberto Jaén (RJ): Nace de un interés de dos colegas politólogos y yo que nos conocimos siendo estudiantes, ya los tres habíamos compartido espacios audiovisuales y en 2018 nos topamos y empezamos a pensar cómo hacer una producción audiovisual, que fuera didáctica, pero a la vez entretenida, crítica y reflexiva y ahí patinamos un montón porque no sabíamos bien que hacer.
Luego Gianina Sojo, que también es politóloga y trabajó en Canal 15, y yo ya le dimos más vuelta a la cosa y se nos sumó Manfred Vargas, que también tenía experiencia en audiovisual y pudimos encontrarle una forma más sensata. Siempre dijimos que queríamos hacer como Cosmos, la serie de Carl Sagan, pero de política, con las distancias del caso por supuesto.
-¿Qué buscaban ustedes con esta producción?
–RJ: Primero nos preocupaban mucho ciertas expresiones. Tuvimos muy en la cabeza una expresión de alguien que dijo en televisión luego de las elecciones del 2018, que no había manera de contar 2 millones y medio de votos en una hora, entonces que evidentemente era fraude lo que había sucedido en la segunda ronda entre los Alvarado. Eso nos pegó mucho, porque puede que esta persona esté siendo abiertamente incendiaria para generar reacciones antidemocráticas del lado que perdió la elección, pero puede ser que en serio lo crea, que en serio no entienda que hay sistemas de transmisión y que el Tribunal tiene toda una logística preparada para evitar que se generen estas dudas.
Entonces, lo primero que queríamos era explicar ciertas cosas, porque a partir de esa reflexión nos pusimos a pensar que muchas veces creemos que el presidente o la presidenta puede hacer muchas más cosas de las que puede hacer, muy poca gente tiene idea de lo que hace una municipalidad y esto lo muestra el abstencionismo de cuando elegimos el gobierno local.
Lo que nos propusimos fue explicar ciertas cosas que como ciudadanía deberíamos conocer, porque parece que Cívica no pasó tanto por nosotros, y de manera autocrítica también, porque muchas cosas yo las entendí hasta que llegué a la universidad, y eso no debería ser así.
Luego de toda esta parte de reflexión, nos interesaba cómo hacer para además de explicar, pensar en cosas menos de procesos y descripciones y más de conocer que está pasando con nuestra democracia. Y en última instancia, que ojalá la gente participara y se involucrara en política y con eso no me refiero a pertenecer a un partido político, sino a participar de acciones sociales y políticas que sean de su interés.
-¿Cuáles fueron los principales retos que encontraron en todo este proceso de producción, para hacer el programa?
–RJ: Eso lo resumo fácil. Uno, financiamiento. Aquí es muy difícil financiar el audiovisual, cualquiera que sea: largometraje, documental series, es dificilísimo. Yo lo digo siempre, si no existiera el Fondo Nacional de Fomento a la producción (Fauno), no existiría Animales políticos, pues básicamente nos financió más del 60 % del presupuesto total.
Lo segundo fue que muchísima más información de la que pensamos apareció al final. Teníamos entre 70 y 80 horas de entrevista y son seis horas de programa. El cúmulo de información se hizo muy grande y eso nos propuso retos de edición, de guion, de investigación posterior complejos. Y la pandemia, eso lo complicó todo.
-¿Cómo hicieron para escoger los temas de los que se iba a hablar?
–RJ: Al inicio cuando estábamos creando la serie, escogimos un top 10 de temas, creo dijo Geanina, creo dijo Manfred, creo dije yo, que estos son temas más importantes por x o y razón, el presidencialismo, los gobiernos locales, la política económica, los partidos políticos, etc. Unos meses después se unió Nicole Villalobos, la codirectora del proyecto, que no estaba al inicio, y ella propuso otros temas, ahí hicimos una reunión en la que dijimos tenemos estos intereses, son muchos temas, pero cuales son más prioritarios, ahí elegimos un poquito más de temas, pero tuvimos que desechar un par y nos dimos cuenta que algunos no eran narrables en 25 minutos para televisión.
Por ejemplo, el episodio dedicado a la mujer en la política costarricense más bien se convirtió en dos episodios. Ahí hicimos ajustes, pero tiene que ver con una elección primaria de cosas que nos interesaban, a partir de investigación y lo que considerábamos prioritario, que es por supuesto un término super subjetivo, tal vez no necesariamente lo que nosotros consideramos prioritario lo es para todo el mundo.
-¿Cuáles son los aprendizajes que le dejó este proceso?
–RJ: Del lado audiovisual me dejó muchísimos aprendizajes sobre cómo encarar investigaciones, entrevistas, procesos y flujos de trabajo en audiovisual, que a veces son muy complejos, desde el lado más operativo, todo eso es fantástico.
Grabamos más días de lo que se graba un largometraje, terminamos grabando siete semanas y otros tres días extra, prácticamente 8 semanas, un largometraje se graba en mes y medio, duramos más nosotros.
Desde el otro lado, es la importancia de escuchar bastante a la audiencia. Yo creo que, si hiciéramos Animales políticos 2, la gente tiene deseo de consumir contenido político, lo que no tiene tanto deseo es de consumir contenido que versa sobre política que sea cajonero, esquemático y poco interesante. Partiría por escuchar más a la gente, escuchar lo que necesitan. Yo aprecio mucho las muestras de “muchas gracias por hacer el programa”, pero también aprecio mucho “le faltó esto”, eso me fascina, porque significa que tienen un vínculo con lo que estamos hablando.
En la parte de Ciencias Políticas, la necesidad imperiosa de que la universidad saque su conocimiento. Mi sensación es que mucha de la creación académica y de la máxima producción se queda dentro del campus y no está permeando a la gente como debería. Y la universidad crea una cantidad tan asombrosa de conocimiento, que creo que no toda se conoce lo suficiente.
–¿Cómo fue la respuesta de la gente a este programa?
–RJ: Fue bastante buena, muchísima gente lo vio por el Sinart, que tiene los números exactos, pero recuerdo que el primer episodio lo vio un promedio de 14 mil hogares, después ese promedio se mantuvo muy parecido. En YouTube hay más de 10 mil visitas, más lo que se ha sumado en Quince UCR.
La gente lo vio, eso nos alegra mucho. Nos dimos cuenta que lo vieron porque nos llegaron muchísimos mensajes de agradecimiento, felicitaciones, sugerencias, quejas. Y todos son aceptados y los apreciamos mucho.
Un día medio en broma twitteamos, a partir de lo que estaba haciendo una jerarca pública, que era imperativo que explicáramos cómo funcionaba esa institución adscrita a la Asamblea Legislativa, en la segunda temporada. Dijimos en broma que nos recomendaran temas para el próximo año y nos chorrearon ideas y temáticas por todo lado, tanto así que luego dijimos ahora en serio, ¿qué nos sugieren si hacemos segunda temporada? y la respuesta fue bastante linda, fue muchísima gente la que nos respondió, primero esa broma y después lo serio y por otro lado cuando recibimos el Premio Nacional también recibimos muchísimas muestras de cariño y de apoyo, y cuando nos criticaron y nos dijeron cosas estuvo buenísimo también.
-¿Cuál es la importancia el haber recibido el Premio Nacional y especialmente en el contexto electoral?
–RJ: Siempre va a ser un honor y agradecemos muchísimo el premio, además estamos al lado de producciones muy queridas y muy buenas como Clara Sola y Aurora.
Lo que más nos hace sentir bien del premio, es que se premió el guion y de alguna manera la idea conceptual del guion y eso es extrapolable a algo super colectivo, a todo el equipo de trabajo. Porque un guion si el papel queda ahí, se mete en una gaveta y se olvida. El guion hay que filmarlo, enriquecerlo, y eso significa que básicamente se está premiando todos los procesos que permitieron que un papel terminara en algo realmente bueno para la audiencia. Lo vimos de una manera super colectiva, que se premió todo el proyecto a través de un punto específico y eso nos honra mucho, todo el mundo puso un granito de arena, un equipo de trabajo maravilloso lleno de profesionales espectaculares.
Para Animales políticos fue un esfuerzo muy colectivo lleno de gente talentosísima.
-¿Qué proyectos hay para este año?
–RJ: Estoy trabajando con Quince UCR y la Oficina de Divulgación para hacer un documental y ese es el principal proyecto audiovisual y además soy el curador de Preámbulo en el Centro de Cine, me gusta mucho la programación cinematográfica y hacia finales de este semestre ahí tomaré decisiones de cuál proyecto se encara después.
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