El aprendizaje virtual necesita conectividad y conexión (pero emocional)

El foro organizado por la Vicerrectoría de Docencia y la Unidad METICS contó con la participación (izquierda a derecha) de Felipe Alpízar Rodríguez,  Bryan Parrales Hernández, Mónica Muñoz Ramírez, Miryam Badilla Mora y José Luis Arce Sanabria. 

Aunque los campus de las diferentes Sedes de la Universidad de Costa Rica poco a poco han retomado la presencia de cientos de personas, estudiantes, docentes y administrativas, lo cierto es que la virtualidad se volvió parte de la norma. El pasado viernes 25 de noviembre durante el foro "Visiones para la virtualidad en la UCR: realidades y rutas a seguir" cinco panelistas conversaron sobre sus experiencias en pandemia y en la actualidad, expresaron críticas a los errores cometidos y brindaron posibles soluciones para diseñar los espacios de aprendizaje bimodales o 100% virtuales.  

La actividad contó con la participación del Dr. Felipe Alpízar Rodríguez, Vicerrector de Docencia, el M.Sc. José Luis Arce Sanabria, director de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva, la MCI. Mónica Muñoz Ramírez, coordinadora del Bachillerato y Licenciatura en Informática y Tecnología Multimedia de la Sede Regional del Pacífico, Miryam Badilla Mora, estudiante de la Facultad de Derecho y representante de la Federación de Estudiantes de la UCR (FEUCR) en el Consejo Universitario y Bryan Parrales Hernández, presidente de la Asociación de Estudiantes de la Escuela de Enfermería. 

Uno de los aspectos que más se destacó en el foro fue la reconstrucción de los espacios virtuales, ya no en medio de una crisis sanitaria por el COVID-19, sino más bien porque “no estamos volviendo a la misma presencialidad. Por lo tanto, no se trata de abordar las lecciones de la misma forma que se hacía antes”, como señaló Bryan Parrales.  

Felipe Alpízar, detalló que este semestre 6179 cursos son presenciales, otros 4706 tiene algún nivel de virtualidad, pero “independientemente de la modalidad la calidad académica debe ser el norte que nos guía en todos los casos. Eso ha obligado a que tengamos que volver a aprender algunas competencias”, afirmó.  

Se trata de, como todos los panelitas apuntaron, diseñar la experiencia en el aula de manera que sea motivante, retadora y sobre todo que potencie el aprendizaje. José Luis Arce, enfatizó en que “este momento nos invita no solo a aprender temas, conceptos sino a tomar en cuenta que los estudiantes necesitan de nuestro apoyo para aprender a hacer y aprender a sentir. El aprendizaje socioemocional en la era sociotecnológica es fundamental”.  

Esta conexión además debe contemplar las distintas realidades. Para Miryam Badilla la pandemia y la virtualidad permitieron “reivindicar el acceso de esas poblaciones vulnerabilizadas académicamente, como madres y padres, personas que viven lejos de los centros de estudio. La UCR les dio esa accesibilidad” y debe continuar. 

Diversidad y flexibilidad

En la institución los retos son particulares, tanto desde la disciplina o carrera que se enseña, hasta por la Sede en la que se imparte. Las personas panelistas insisten en que la virtualidad permite ampliar las opciones, sin embargo, existe un reto como país: la conectividad a Internet.  

“¿Como llegamos a esas personas que no tienen posibilidad de acceso? ¿Cómo la U puede entrar a esas vidas académicas y transformarlas? Nada hacemos hablando de la virtualidad, si nuestros estudiantes y docentes no tiene acceso”. Miryam Badilla propone conocer con datos las distintas poblaciones. 

Mónica Muñoz Ramírez señala que, ante las diferencias y dificultades tecnológicas, el diseño pedagógico debe contemplar alternativas para que todas las personas estudiantes tengan posibilidades de aprender. Para mejorar y brindar casos de éxito, Muñoz propone espacios como este panel u otros donde se compartan las buenas experiencias y rescata la importancia de la colaboración entre el personal docente para cortar la brecha tecnológica. 

Se trata de apropiarse de la tecnología, como afirmó José Luis Arce e incluso llevarla a espacios físicos como especificó Felipe Alpízar. Por su lado, el Vicerrector de Docencia ve con buenos ojos experiencias en otros niveles educativos: "hay posgrados donde ya el estudiantado tiene competencias para la vida por lo que llevar una maestría o licenciatura 100% virtual tiene enormes ventajas” y facilita la experiencia, por ejemplo, a estudiantes o docentes que viven en zonas alejadas o incluso en el extranjero.  

Este año la universidad por medio de la Unidad METICS ofreció 27 actividades de capacitación a toda la comunidad docente, junto con otras organizadas en coordinación directa con Escuelas y Facultades, para atender solicitudes específicas. “En estos espacios de formación participaron aproximadamente 600 personas docentes, y se abordaron aprendizajes relacionados con la creación de infografías y recursos en video, la utilización de pizarras de luz, el diseño y gestión de entornos virtuales, y la evaluación de aprendizajes virtuales”, comentó el Dr. Aaron Mena Araya, director de esta instancia.