Universidad de Costa Rica
El hermano de Ximena Carvajal Madriz tiene 6 años y a esta edad ya ha padecido las consecuencias de la obesidad infantil. Este problema ha sido un duro obstáculo para sus padres, sobre todo por la dificultad de encontrar la ayuda adecuada para mejorar su salud y su calidad de vida.
A estos aspectos físicos hay que sumar el psicológico, porque el bullying suele afectar emocionalmente a quienes padecen de obesidad infantil, debido a las burlas e incomprensiones de su entorno social. Y, para empeorar las cosas, algunas veces se ha juzgado a su familia porque piensan que esta condición es responsabilidad del padre y la madre del pequeño, de forma errónea.
Con todo lo negativo de esta situación en su familia, Ximena, con tan solo 19 años, vio en estas dificultades una oportunidad que la llevó a ganar el Premio Social de la rompetencia centroamericana de negocios Yo Emprendedor, el pasado 19 de noviembre.
El proyecto con el que esta joven vecina de Moravia obtuvo esta distinción es el emprendimiento Instituto de Bienestar Infantil (IBI), una empresa que estaría dedicada a mejorar la salud física de menores de entre los 6 y los 12 años. Este proyecto basa su estrategia en una mejor alimentación, una mayor práctica del deporte y un estado idóneo de salud mental.
Todo empezó algunos meses atrás durante este año. Luego de ingresar a primer año de la carrera de Dirección de Empresas en la Universidad de Costa Rica (UCR), ella fue invitada a participar en el concurso interno Generación E (o Generación Emprendedora). Este es un certamen interno donde estudiantes de su misma promoción presentaban una idea de negocio ante un jurado y que se desarrolla en el primer ciclo lectivo, en el curso de Introducción a la Administración de Negocios.
Entonces, Ximena vio en la situación de su hermano menor y su familia una idea para desarrollar: un emprendimiento que brindara asesoría en diversas áreas a padres y madres de familia de menores de entre seis y 12 años con obesidad, por medio de ayudas nutricionales basadas en los alimentos que ya consumen y terapias que les ayude a desarrollar el gusto por las frutas y las verduras.
Al tema dietético le incorporó el entrenamiento físico, por medio de la práctica deportiva, y el elemento psicológico, pues está demostrado que el sobrepeso puede producirse como producto de la ansiedad sobre tras la pandemia y el regreso presencial a clases.
Con la asesoría de docentes de su carrera, con investigaciones hechas en los colegios profesionales de Psicología y Nutrición y con datos del Ministerio de Salud, la estudiante comenzó a investigar y a darle forma a su proyecto. Fue entonces cuando supo que dos de cada tres infantes padecen esta problemática en el país, con el agravante de que no se está atendiendo de forma oportuna.
Ximena entendió que IBI lo tenía todo para ser un emprendimiento con futuro y fue así como pasó todas las etapas de la competencia y ganó Generación E en la carrera de Dirección de Empresas.
Esto le dio la posibilidad de competir a nivel externo en Yo Emprendedor, una organización centroamericana, sin fines de lucro, que promueve el surgimiento de nuevos negocios en la región. Fue ahí donde enfrentó competidores más experimentados, lo que le dio cierto nerviosismo a la estudiante. No obstante, su explicación sobre el negocio y sus posibilidades terminó por convencer al jurado, lo que le hizo ganar el primer lugar en la categoría Social.
Ahora, la idea de Ximena es que esta iniciativa pase del papel a la práctica y para esto espera ofrecer sus servicios en instituciones públicas o en empresas que deseen invertir sus fondos de responsabilidad social en este tipo de causas.
En cuanto al futuro que le aguarda a IBI, su creadora confesó que desea continuar con el proyecto pese a seguir estudiando su carrera. Y aunque le gustaría llevar los bloques completos de su programa de estudios, aceptó que está dispuesta a alargar más sus años universitarios, de ser necesario, con tal de que este emprendimiento tenga éxito en el mediano plazo.
Según la coordinadora del proyecto Emprender e Innovar, de la Escuela de Administración de Negocios, Alina Granados Vega, es necesario que estudiantes como Ximena tengan un espíritu emprendedor, que abarca el mostrar habilidades como ser positivos, no temer a enfrentar retos, ser creativos e innovadores, buscar las necesidades del mercado y cómo solventarlas de manera creativa.
Pero claro, Granados especificó es necesario acompañar estas virtudes con otras condiciones como el crear red de contactos, buenas asesorías o el compartir experiencias con otros emprendimientos.
La docente recordó que los logros obtenidos por esta joven emprendedora le permitirán acceder a una beca en la Agencia Universitaria para la Gestión del Emprendimiento (AUGE), que brindará más acompañamiento técnico a este proyecto.
