El Trabajo Comunal Universitario (TCU) de la Universidad de Costa Rica (UCR) “Prevengamos los riesgos ante los desastres” (TC-509) tiene 17 años de apoyar al distrito de Cachí de Paraíso de Cartago en el tema de gestión del riesgo ante desastres. Esta labor no se limita solo a situaciones de emergencia, sino también a eventos o procesos cotidianos de la vida comunal; incluso la pandemia por COVID-19.
Durante estos años, el proyecto universitario ha articulado la investigación, la docencia y la acción social en un proceso denominado “Estrategia Cachí”; en donde en conjunto con la comunidad han identificado zonas de riesgo, acciones que buscan la protección del agua, se ha evaluado la infraestructura educativa, trabajan en la promoción de la salud comunitaria y han logrado fortalecer la vinculación de instituciones y líderes comunales, conformando la Red Local para la reducción de riesgos ante desastres.
“La importancia de la articulación de estas tres actividades sustantivas de la UCR (la acción social, la investigación y la docencia) es poder contribuir a la identificación de los escenarios de riesgo y de desarrollo que enfrenta el distrito de Cachí. Así como también, poder acercarnos a dar propuestas y alternativas que permitan no solamente hacer un monitoreo constante de ese riesgo, sino también estrategias de control”, explicó Laura Cerdas Guntanis, coordinadora de este TCU.
El distrito de Cachí se caracteriza por ser una zona geográfica muy irregular con pocas planicies. La gran mayoría de sus habitantes tienen sus viviendas estribadas en cerros, y allí desarrollan actividades económicas como lo son las plantaciones de café y en pequeñas proporciones, el tomate, chayote, caña de azúcar y hortalizas. Estas irregularidades geográficas han ocasionado deslizamientos que han destruido la infraestructura comunal.
Además, Cachí tiene una de las primeras represas hidroeléctricas de Costa Rica, la cual según estudios científicos, ha traído serios problemas ambientales.
Este TCU inició en el 2005, gracias a los resultados del Trabajo Final de Graduación de tres estudiantes de la Escuela de Trabajo Social y un proyecto de Extensión Docente de esta misma unidad académica, en el que visualizaron una problemática social que perjudica en el desarrollo de la calidad de vida de sus habitantes.
“La UCR mediante unos mecanismos de trabajo que solo posee el Trabajo Comunal Universitario, -durante varios años- ha venido realizando una labor de identificación e información y también propuestas a algunas instituciones con material de prevención de riesgos. Me parece que ha sido muy importante este trabajo, acumulando una serie de documentos y recomendaciones para ir cambiando el comportamiento de la gente en materia de prevención“, afirmó Francisco Chinchilla Moya, vecino del distrito de Cachí y quien forma parte de la red local.
Desde que el proyecto de prevención de riesgos inició, más de cien estudiantes universitarios de diferentes carreras profesionales han enriquecido su labor. Es el caso de Esteban Sibaja Miranda, estudiante de Ingeniería Civil y de Laura Mora Blanco, estudiante de Trabajo Social. Ambos tuvieron que realizar sus actividades de forma virtual debido a la emergencia sanitaria ocasionada por el COVID-19.
“Hasta donde hemos llegado, no hubiese sido posible sin la participación de los estudiantes quienes han encontrado en el TCU y en el proceso como un todo, una posibilidad para involucrarse en un proyecto que le reta a los escenarios que les va a esperar y escenario que derivan de esos lineamientos del Plan Nacional de Gestión del Riesgo en donde se plantea que la gestión del riesgo es una responsabilidad del Estado costarricense por tanto trasversal a todas las instituciones públicas y como universidad es importante que los estudiantes enfrenten estos escenarios que se van a enfrentar a nivel laboral”, enfatizó Cerdas.
Dentro del proyecto de TCU, Sibaja participó en la construcción de tres productos: un informe del estado de la infraestructura de la Escuela William Brenes Fonseca; una guía de condiciones constructivas con unos parámetros básicos de recomendaciones y otra guía de gestión de riesgo ante desastres.
Por su parte, Mora y otra compañera de Trabajo Social junto con estudiantes de las carreras de Educación Primaria y de Preescolar realizaron la Estrategia Local Educativa, donde se buscaba apoyar a las escuelas de las siete comunidades donde se vincula el TCU. Este producto cobró mayor importancia ante la situación post-pandemia que vive la educación costarricense.
“Este TCU principalmente lo que busca es concientizar a la comunidad educativa y a la comunidad en general: familias, niños y niñas y a muchos sectores también, sobre la reducción de riesgos ante desastres y también que ha sido fundamental porque ha contribuido a minimizar la vulnerabilidad que los desastres han generado históricamente en la comunidad. Cachí ha sido golpeada múltiples veces por diferentes desastres. Y la comunidad se ha organizado para hacerle frente a las situaciones,” puntualizó Mora.
Esta gestión universitaria ha sido constante y sin protagonismo, buscando el empoderamiento de la misma comunidad. Los TCU de la UCR son solo facilitadores de los procesos comunales, las comunidades descubren sus propias realidades y buscan soluciones a sus problemáticas.
“Me parece que la comunidad no lo han tomado como algo de la UCR, sino que es de ellos(...) Ha sido una tarea de estar detrás de los procesos que la comunidad ha desarrollado, sin asumir ellos el protagonismo. Es un excelente ejercicio. El TCU se convierte en un referente de cómo la Universidad debe abordar el tema del trabajo comunal. No es un TCU que se hizo para que los estudiantes cumplan unos requisitos; sino más bien, un TCU que está diseñado para la comunidad y no para resolver un problema de promoción de los estudiantes” afirmó Carlos Picado Rojas, Jefe de Desarrollo Estratégico del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de la Comisión Nacional de Emergencias.
Este proyecto de TCU además se vincula con el proyecto de Extensión Docente “Estrategia Local Educativa para la Gestión del Riesgo ante Desastres en el distrito de Cachí” (ED-3538), instituciones públicas y la Red Local.
“Ellos [la comunidad] se han sentido abandonados por la institucionalización, por la Municipalidad, el ICE. El TCU ha logrado responder a las necesidades de la comunidad. No como una imposición, sino que la labor del TCU ha respondido directamente a las consultas de la comunidad”, detalló Sibaja.
El Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres fue establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas con la posibilidad de reconocer los avances hacia la prevención y reducción de riesgo de desastres. Para este año 2022, este día se centra en la meta de “incrementar considerablemente la disponibilidad de los sistemas de alerta temprana sobre amenazas múltiples y de la información y las evaluaciones sobre el riesgo de desastres transmitidas a las personas, y el acceso a ellos, para 2030", según lo define en la página web de la ONU.
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