Dr. Carlos Murillo Zamora. Karla Richmond

La transformación del OdD en un Centro de Investigación ocurre en un momento clave, pues este año se celebra el XXV aniversario del establecimiento del Observatorio del Desarrollo. Durante ese cuarto de siglo, se ha evolucionado de ser una unidad de investigación dedicada a investigaciones específicas, relacionadas con el desarrollo económico de Costa Rica, a un observatorio orientado al análisis de las distintas aristas del desarrollo sostenible y, en los últimos años, del desarrollo integral. El crecimiento acelerado que tuvo el OdD en la última década, hizo que operara en la práctica como un centro de investigación; pero con la estructura organizacional propia de una unidad. Esto limitaba muchas de las gestiones administrativas y la proyección; porque se había consolidado como un referente de información para la toma decisiones, no solo en la UCR, sino en Costa Rica y allende las fronteras.

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Desde esa perspectiva, el constituirse en Centro de Investigación Observatorio del Desarrollo (CIOdD) es mucho más que ajustarse a la normativa universitaria y cuestiones administrativas; es consolidarse como un centro de referencia nacional e internacional, con una estructura organizacional propia (con un Consejo Científico y uno Asesor como entes que deciden sobre aspectos estratégicos y operativos). Esto agilizará el quehacer del centro. Hasta la fecha las gestiones eran orientadas por un Consejo Técnico Asesor, integrado por personas vinculadas a otros centros e institutos de investigación; caracterizadas por un gran espíritu de colaboración, a pesar de tener sus responsabilidades en las unidades que representaban. Sin duda a ese grupo tengo que externarles mi sincero agradecimiento; constituyeron un pilar clave.

De acuerdo con la propuesta de transformación que se presentó al Consejo Universitario, comienza ahora un proceso de transición para desarrollar un plan estratégico durante el próximo quinquenio. Esto implica consolidar un equipo de personas investigadoras vinculadas al CIOdD en forma permanente; fortalecer las relaciones con las sedes regionales y con las unidades académicas y de investigación de la UCR; e impulsar ejes de investigación a partir de la información y conocimiento generado durante los pasados 25 años. Por consiguiente, el acuerdo del CU para constituirlo en centro de investigación marca el punto de partida, el banderazo de salida, para un trabajo intenso, que se realizará en forma simultánea con los proyectos de investigación y de acción social que están vigentes. No dudo que la tarea es ardua; pero existe el espíritu y la disposición para su ejecución.

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Con ese trabajo el CIOdD espera consolidar su misión de “Contribuir a la creación, gestión y transmisión de conocimiento innovador multi, inter y transdisciplinario, por medio de índices y métricas para la definición y orientación de políticas, con el fin de incidir en el bienestar y desarrollo integral del país”. Y guiarse por la visión de “Ser referentes en el desarrollo y uso de índices y métricas que permitan orientar la toma de decisiones en políticas para el bienestar nacional”.

En el CIOdD pensamos en términos del desarrollo integral, lo cual incluye tanto a los seres humanos como al planeta -por eso hoy se habla de seguridad y desarrollo poshumano-; y por ello se trabaja en función de los siguientes ejes transversales: gobernanza; multi, inter y trans disciplinariedad; inclusión, género y equidad; proactividad; innovación; transparencia; e incidencia. Esto evidencia la relevancia para la UCR y Costa Rica de la gestión que realizará el CIOdD; así como la magnitud del compromiso que está adquiriendo el personal, administrativo y de investigación, del nuevo centro de investigación.

No puedo finalizar estas palabras sin mencionar la satisfacción que embargó al equipo cuando recibimos la noticia del acuerdo del CU, porque fueron varios años de trabajo para formular y gestionar la propuesta de transformación. Esta comenzó a ser elaborada por el anterior director del OdD. Implicó varias revisiones y presentaciones; al igual que el convencer a distintas personas tomadoras de decisiones de la pertinencia del cambio a un centro de investigación, adscrito a la Vicerrectoría de Investigación y no a una unidad académica. Ello amerita indicar mi sincero agradecimiento, así como el del equipo del CIOdD, a todas aquellas personas que contribuyeron a la conversión. No menciono nombres, porque son bastantes; incluidas las autoridades universitarias. Por eso, repito, el compromiso de trabajo es mayor; y mi confianza, como el primer director, es lograr consolidar un auténtico equipo de trabajo, no personas funcionarias, sino personas colaboradoras comprometidas con la misión y visión, dispuestas a hacer las tareas pensando en el CIOdD, en la UCR y en Costa Rica. Así que el nuevo Centro de Investigación Observatorio del Desarrollo está en la mejor disposición de establecer vínculos de cooperación para la investigación, al mismo tiempo que atender las acciones que le sean requeridas desde la distintas instancias universitarias.