Hace siete años, doña Marleni González Retana y un grupo de 54 vecinos de La Victoria de Sarapiquí se reunieron para valorar la posibilidad de hacer un negocio con productos de la zona. Después de explorar diferentes posibilidades, se dieron cuenta de que tenían muy a la mano el fruto que querían trabajar, incluso algunos en el patio de sus casas: la pipa y el coco.

Se pusieron de acuerdo y pronto recibieron una capacitación de parte del Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (Infocoop) para poder constituirse como cooperativa, proceso que les llevó alrededor de un año. Durante ese tiempo debieron reunir ₡2 700 000 como capital de inicio para abrir una cuenta bancaria y hacer las primeras inversiones para echar a andar su proyecto.

Entrado el 2016, el sueño comenzó a hacerse realidad: 27 personas (mayoritariamente mujeres) perseveraron en el proyecto al que llamaron CoopeCocoTour, que comercializó todo tipo de productos a base de coco con la marca Siripiquí y hasta la posibilidad de hacer un tour del coco para turistas nacionales y extranjeros que llegaban a la zona.

Un año después, CoopeCocoTour estableció el contacto con el Centro Nacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos (CITA) de la Universidad de Costa Rica, que desde 2017 le ha brindado asesoría en la mejora de la producción, en la diversificación de su oferta y en el aprovechamiento de toda la materia prima necesaria, de manera que su impacto ambiental también fuera el menor posible.

Para la producción de Siripiquí es necesario abastecerse de muchos pequeños y medianos productores de la zona. De hecho, cinco socios de la cooperativa también son proveedores de coco para el negocio, con palmeras sembradas en pequeñas parcelas o hasta en los patios de las casas.

Wilfredo Flores Del Valle, funcionario de CITA-UCR, capacita a Marleni González Retana, gerente de CoopeCocoTour, en el mejoramiento de las técnicas de preparación de sus productos.

El caso de doña Marleni y CoopeCocoTour no es el único. En los últimos cinco años, el CITA ha apoyado cada año a más de 42 empresas como la suya, en todo el país. Muchos de estos negocios son pequeñas y medianas empresas (pymes) que trabajan con productos que son propios del lugar donde están establecidos.

Además, este centro ha ofrecido 94 actividades de capacitación brindadas en ese mismo lapso. Pese a la pandemia, en 2020 y 2021 se capacitaron a más de 2700 personas por año (correspondientes a 1843 empresas en 2020 y 1037 para 2021). Todas estas cifras son muy superiores a las que arrojaron los años anteriores al Covid-19, gracias a uso de herramientas virtuales para realizar estas actividades.

En el video que publicamos en esta nota destacamos la colaboración logística y humana que brinda el CITA a dos de esas empresas: CoopeCocoTour y Grandpa Panda, una pyme cartaginesa que se encarga de procesar un bambú comestible para la generación de diversos productos. Este emprendimiento, que dirige Esteban Brenes Herrera, es parte del Programa de Desarrollo de Productos Agroindustriales 2022, proyecto donde colaboran además el Instituto Nacional de Aprendizaje y el Ministerio de Economía, Industria y Comercio.

A continuación presentamos además los indicadores de asesorías, capacitaciones y análisis químicos realizados por el CITA a organizaciones externas, así como el grado de satisfacción con el resultado obtenido.