Doña Lisandra (su nombre es ficticio, pero la persona es real) es la jefa de su pequeño hogar, conformada por ella y su pequeño hijo. Trabaja haciendo limpieza doméstica en varias casas y, a como puede, lucha para sostenerse con los ingresos que percibe sus gastos mensuales y la educación del pequeño.
Ella no recibe ayuda del Estado y en los últimos años su situación se complicó, producto de la pandemia (falta de trabajo) y la crisis económica consecuente. Para ella la pérdida del valor del cólon es sentida. La moneda nacional cayó drásticamente frente al dólar desde inicios de este año, cuando apenas rondaba los 645 colones en las ventanillas de los bancos, hoy el valor roza los 700 colones por dólar.
Lo antrior significa una devaluación del 8,5 % con respecto al valor de la moneda nacional en enero, en tan solo seis meses.
La protagonista de nuestra historia tiene el sueño de que, quizás ahorrando, trabajando fuerte y con un bono de vivienda, podría algún día acceder a un préstamo para una casa propia, de bajo costo. Pero ahra, ese anhelo debe postergarse: primero, porque la inflación interanual de junio entre 2021 y 2022 alcanzó ya el 10,06 % y, en segunda instancia, con el dólar más caro que nunca, también se encarecen muchos productos de construcción y de menaje que son importados.
La inflación mundial hace que las tasas de interés aumentan para frenar el gasto, lo que implica que Lisandra deberá pagar más intereses por el préstamo de compra o construcción de una vivienda digna.
Parece que, por donde quiera que se vea, el panorama se ensombrece para doña Lisandra y para cientos de miles de costarricenses en una situación similar a la de ella. Esa parte de la población ya venía enfrentando una coyuntura difícil antes de la pandemia y ahora debe hacer malabares para poder seguir adelante, en momentos en que el valor de los ahorros cae con respecto a los bienes importados.
Sí, la hay. De hecho, varias, según comentó el docente de la Escuela de Economía, Miguel Cantillo Simón. La que más ayudaría de inmediato es que el país consiga y apruebe los préstamos que faltan en dólares, para crear más oferta de esta moneda y bajar su precio.
Según un comunicado de prensa de la diputada del Partido Liberación Nacional, Paulina Ramírez Portuguez, fechado al 9 de junio de este año, estos son los préstamos que quedan por concretarse y aprobarse en la Asamblea Legislativa:
Todos estos, sumados, alcanzan los $1305,4 millones, que ya en el mercado serían suficientes para aumentar revalorizar el colón, aunque sea un poco y momentáneamente.
Otro tema que ha estado en la palestra durante las últimas semanas son las grandes inversiones que las operadoras de pensiones nacionales han hecho en mercados internacionales (unos $3000 millones), sobre todo en Estados Unidos, para revalorizar sus fondos.
De acuerdo con Cantillo, el haber sacado tantos dólares del país no es tan buena idea, menos en momentos en que el mercado estadounidense muestra una tendencia al alza en las tasas de interés, lo que puede provocar que los bonos y las bolsas caigan. Lo más aconsejable a largo plazo es que estas inversiones se diversifiquen y que un movimiento de este tipo no se vuelva a producir.
Otra esperanza la trae el turismo. Y es que con el aumento, lento pero sostenido, de la cantidad de turistas que ingresan al país, se espera volver a alcanzar las cifras prepandémicas que mostraba el país entre el próximo año y el 2024. De hecho, la perspectiva de crecimiento en este sector es mejor de la que se preveía.
Para el docente de la Escuela de Economía, tanto la disminución de la salida de dólares por concepto de los fondos de pensiones y el incremento del turismo en el país son dos factores que paliarían el incremento del dólar..
Finalmente, no se puede olvidar que el capital humano del país sigue representando un atractivo para que empresas foráneas elijan a Costa Rica para establecerse en zonas francas. Estas inversiones suelen representar miles de millones de dólares, las cuales se han mantenido pese a los duros efectos económicos de la pandemia, y se espera que este rubro continúe incrementándose.
De hecho, Cantillo señaló que se prevé un descenso mayor en el desempleo a mediano plazo, producto de estas inversiones, las cuales tienden al alza en el territorio nacional. Lo anterior debido a que grandes corporaciones han decido colocar sus plantas de producción o de servicios cerca de su país de origen, lo cual es una ventaja en el caso de Costa Rica con respecto a la atracción de empresas estadounidenses. Todo eso significaría un mayor ingreso de dólares en el mercado nacional.
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