Una educación de calidad, bilingüe, que rescate el valor de ser limonense y que promocione la cultura afrocostarricense, forman parte de las principales características que destacan al Centro Infantil Universitario Bilingüe (CIUB), de la Sede del Caribe de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Dicho centro cumplió 10 años de mantenerse en funcionamiento el pasado 8 de agosto, precisamente en el mes que todo el país celebra, específicamente el 31 de agosto, el Día de la Persona Negra y la Cultura Afrocostarricense.
A la fecha han pasado por el CIUB poco más de 200 niñas y niños aproximadamente, quienes han sido testigos directos del compromiso e incansable labor que han desarrollado las docentes Katherine Medrano Quirós, Tatiana Chaves Vega, y Cindy Briceño Mendoza, quien además se desempeña como directora.
Como dato adicional, en este centro infantil se trabaja de la mano con profesores e investigadores de la Escuela de Nutrición, quienes brindan charlas y talleres de forma continua para promover una alimentación saludable en las niñas y niños, y sus familias.
Asimismo, se cuenta con el apoyo de profesionales en medicina, odontología, psicología y orientación de la Sede del Caribe, para casos de emergencia o situación especial que surja con la población infantil.
La UCR mantiene en funcionamiento cinco centros infantiles en total, que se enmarcan dentro del Programa de Centros Infantiles Universitarios (CIUS). Estos se encuentren ubicados en la Sede de Occidente, Sede del Atlántico, Sede de Guanacaste, Sede Rodrigo Facio y Sede del Caribe; éste ultimo es el único que tiene la característica de que es bilingüe.
“El CIUB nace como respuesta a una necesidad detectada en la comunidad limonense, de tener un espacio de educación preescolar de calidad y que no se basara en lo académico, sino que partiera de la integralidad de la persona y ofreciera un enfoque humanista”, indicó Cindy Briceño.
La Directora de este centro infantil dijo además que fue pensado como un espacio formativo para las y los estudiantes de la Sede, donde pudieran realizar sus prácticas profesionales y vivenciar un modelo educativo basado en el respeto, la colaboración con las familias y la innovación.
“Con todo esto en mente iniciamos en el 2011 con dos maestras, quienes estaban realizando su primera experiencia profesional de la carrera de Educación Preescolar con Concentración en Inglés, y que al igual que las personas que estábamos detrás de este proyecto, teníamos muchísima ilusión por aportar y verlo crecer”, recordó Briceño.
Desde sus comienzos, en el CIUB han laborado distintas estudiantes de dicha carrera y quienes en su mayoría han cumplido los ciclos como asistentes y luego como docentes, “esto hace que nos sintamos orgullosas de influenciar la formación de las y los profesionales en educación preescolar, pues luego se van a otros centros educativos a trabajar e impactar de manera positiva en la formación de muchas niñas, niños y sus familias”, añadió Briceño.
La base de la educación que se imparte en el CIUB parte del respeto, aseguró Briceño, y de ahí se apoyan en cada uno de los valores que promueven dentro del trabajo con las niñas y niños en Limón, sus familias, y el personal del centro.
“Todo se ve reflejado en la forma en que inculcamos el cuidado de la naturaleza por ejemplo, con proyectos como siembra de árboles, cuidado de las plantas, liberación de tortugas, limpieza de playas, etc. Y añadimos el cuidado del cuerpo, con el eje de estilos de vida saludable y el consumo de frutas y verduras”, advirtió Briceño.
Las familias siempre rescatan la forma en que inculcamos valores, promovemos la unión familiar, el sentido de comunidad y el aprendizaje con diversión. Entre asistentes y docentes hemos comentado la manera en que las y los niños aprenden a ver la importancia de los detalles, durante su proceso de formación, y cómo con amor se logra lo impensable.
En el CIUB se trabaja hombro a hombro con las familias del alumnado, en concordancia al concepto de que una formación integral debe pasar por la triada niñez-familia-centro educativo. A la vez se fortalece la unión familiar, se desarrollen redes de apoyo entre las familias y se crea un sentido de comunidad.
Comentarios por la celebración del décimo aniversario:
Mariela Azofeifa, madre de estudiante: “El CIUB nos ha enseñado muchísimas cosas, una de ellas es a valorar la amistad, a no olvidar a los que se van porque todos nos volvemos una familia, y la familia no se olvida”.
Christy Fernández, madre de estudiante: “De las experiencias más lindas y enriquecedoras que hemos vivido como familia, ha sido que nuestro hijo Dylan iniciara su formación educativa en el CIUB”.
Susan Coto, exdocente del CIUB: “Son tantos buenos recuerdos que tengo dentro del CIUB. En mi corazón siempre hay un espacio para el CIUB y vaya donde vaya se verá reflejado en mi forma de ser, el sello #SoyCIUB”.
Yorgelis Zúñiga, estudiante de la carrera de Preescolar y asistente en el CIUB: “Mi mejor recuerdo está en las sonrisas y gestos de amor por parte de los niños y las niñas. Gracias por seguir creando espacios de aprendizaje creativos y únicos para nuestra niñez”.
Jennelle Wilson, estudiante de la carrera de Preescolar y asistente en el CIUB: “En el 2019 fue el primer año donde participé como asistente y fue una gran experiencia, pues me ayudó a familiarizarme con lo linda que es la carrera de Preescolar”.
El CIUB se caracteriza porque aplica el inglés inmersivo, es decir que en todas las actividades diarias se les habla a las y los niños en inglés. Simultáneamente, desde hace tres años trabajan en la enseñanza y uso cotidiano del Lenguaje de Señas Costarricense (LESCO), lo que contribuye en el desarrollo de la personalidad y las habilidades para la vida.
Finalmente, en época de virtualidad debido a las restricciones por el Covid-19, el CIUB entregó kits de trabajo en casa que incluían los materiales necesarios para que las familias trabajaran con las y los niños, lo que alivió bastante la carga para las madres y padres.
“La pandemia nos demostró que cuando nos unimos y tenemos una meta clara, todo se puede lograr. La unión va más allá de lo físico y aún a la distancia se puede sentir cerca a los que queremos. Los visitamos en sus casas y realizamos actividades en familia para reforzar el vínculo con el CIUB”, apuntó Briceño.
Con todas estas acciones es que desde la UCR logra mantener un contacto permanente con familias limonenses y colaborar en sus dinámicas internas, para que desarrollaren en sus hogares procesos de crianza integrales, “la formación académica debe ir más allá, para mejorar el entorno que tienen las niñas y los niños, pues todo esto influye en lo que van a lograr en sus vidas. El apoyo que le brinden las familias a sus hijas e hijos para alcanzar su máximo potencial, respetando sus intereses, es lo que marca positivamente en su evolución como personas”, concluyó Briceño.
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