La evidencia científica ha demostrado que las actividades del ser humano son las principales responsables de afectar el equilibrio del planeta, y las consecuencias de ello, las estamos viviendo a través de eventos climáticos con efectos cada vez más catastróficos. Científicos y organismos internacionales han advertido que un cambio resulta impostergable.
Mediante la declaratoria del 2021 como “Año de la Protección Ambiental y la Mitigación de los Efectos del Cambio Climático Antropogénico” dada por el Consejo Universitario, la institución busca contribuir a la protección del ambiente, a la conservación de la naturaleza y a la generación de acciones que permitan vincular el quehacer universitario con actividades orientadas al desarrollo sostenible social, biológico y físico en el país.
La declaratoria reconoce que "Universidad de Costa Rica ha sido protagonista en grandes luchas a nivel nacional en pro del planeta y de la sostenibilidad; sin embargo, en la Institución es necesario fortalecer los esfuerzos que realizan todas las unidades académicas y oficinas administrativas para la conservación de los recursos naturales y su sostenibilidad, mediante procesos de sensibilización y la promoción de una cultura ecologista".
Por eso, la Universidad de Costa Rica dedica grandes sus esfuerzos durante este año 2021 para impulsar una fuerte gestión ambiental que permee el quehacer universitario en todo el país y a fortalecer la acción universitaria para combatir los efectos del cambio antropogénico desde diferentes flancos: la gestión, la docencia, la acción social y la investigación, así como la cooperación a nivel nacional e internacional.
El compromiso se extiende más allá del 2021, ya que para el quinquenio 2021-2025, la institución incorporó en sus Políticas Institucionales un eje de Compromiso con el Ambiente con políticas específicas que marcan una ruta clara para todo el quehacer institucional en materia de gestión, docencia, investigación y acción social.
La institución implementará un plan estratégico para la descarbonización que busca la meta de la carbono neutralidad. Ya se cuenta con avances importantes para calcular la huella, reducir las emisiones y generar acciones de para aumentar la captura de carbono como la siembra de árboles en los campus y otros espacios.
Para ello, se está impulsando el proyecto de vivero institucional en la finca ubicada en Santa Ana para producir 2.000 árboles de especies nativas al año que sirvan para aumentar la cobertura verde en los campus y donar a otras instituciones como la municipalidad de Montes de Oca, con la cual se tiene un convenio para proporcionar 250 árboles al año.
Uno de los nuevos ejes de la política ambiental es el dedicado a la alimentación sostenible, en este apartado unidades como la Escuela de Nutrición, el Centro de Investigaciones en Economía Agrícola y Desarrollo Agroempresarial (CIEDA) junto con la Oficina de Servicios Generales empezaron a unir esfuerzos para luchar contra la pérdida y desperdicio de alimentos, implementando acciones en investigación, docencia, divulgación y gestión.
La institución tiene un largo camino recorrido en esta dirección ya que investigaciones elaboradas por científicos de la UCR han demostrado los efectos de la acción humana sobre el ambiente como por el ejemplo, el cambio de coloración en especies silvestres como el mono congo, la presencia de microplásticos en los océanos o la contaminación de las aguas por el uso excesivo de agroquímicos en zonas piñeras.
La UCR cuenta con la competencia, los recursos y el talento humano para plantear soluciones a éstos y otros problemas ambientales. La incidencia universitaria depende, a su vez, de una buena acogida por parte del Gobierno que permita aportar a ese nivel, pero también se puede trabajar con instancias públicas y privadas, reconoció el rector Dr. Gustavo Gutierrez.
Entre los aportes recientes de la UCR a nivel país se encuentran: el apoyo del Centro de Investigación en Contaminación Ambiental (CICA) y del Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA) en el Plan Nacional de Compostaje, que también forma parte del Plan de Acción para la Gestión Integral de Residuos, el cual busca tener una Costa Rica libre de materia orgánica en los rellenos sanitarios para el 2030 y generar mayor conciencia sobre el adecuado manejo.
Los aportes de la UCR también han formado parte del Plan Nacional de Descarbonización, donde expertos del Observatorio del Agua y Cambio Global de la Escuela de Geografía aportaron un balance hídrico anual que permitirá planificar la gestión del agua a futuro, con miras al logro de la meta nacional de cero emisiones para el año 2050.
“La propuesta nuestra es que la Universidad de Costa Rica se convierta en un referente nacional en materia de gestión ambiental, pero primero lo tenemos que lograr en nuestra institución, tener la garantía de que lo hicimos bien” señaló el rector, Dr. Gustavo Gutiérrez Espeleta. Además detalló que a partir de ahí también se pretende establecer una ruta para atender las necesidades del país en el sector productivo, la industria y el sector agroalimentario nacional.
Para avanzar en esta dirección, el rector ha anunciado que se hará una convocatoria universitaria para integrar esfuerzos de las unidades académicas, sedes, recintos, fincas experimentales, centros e institutos de investigación que trabajan sobre temáticas relacionadas con el medio ambiente para establecer un frente común.
El jerarca asegura que habrá participación estudiantil en todos los procesos de toma de decisiones y en la ejecución de esas decisiones, para lo cual se busca incorporar un representante estudiantil en la UGA. Así mismo, planteó que todas las acciones serán ejecutadas en conjunto por docentes, estudiantes y personal administrativo.
Entre sus primeras acciones, el rector anunció el traslado de la Unidad de Gestión Ambiental (UGA) de la Vicerrectoría de Administración a la Rectoría para desde allí implementar los planes de gestión ambiental de toda la Universidad.
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