Este año 2021 la Facultad de Educación de la Universidad de Costa Rica inicia una gestión bajo la batuta de su nueva decana, la Dra. Magda Sandí Sandí. Graduada en la carrera de Bibliotecología de la UCR, la Dra. Sandí es una apasionada de la lectura, de las ciencias de la información y su enorme potencial en un mundo caracterizado por la complejidad en el acceso a las fuentes informativas; fiel defensora de la importancia del resguardo de la memoria inmaterial nacional y mundial que promueve la Unesco, por eso forma parte del Comité Memoria del Mundo de la Unesco en Costa Rica; entre muchas de las facetas personales y profesionales que la definen.
Hemos querido conocer cuáles nortes se ha trazado esta especialista en bibliotecología para enfrentar la ardua misión de gestionar una de las facultades más emblemáticas de la UCR. Y también conocer sus inquietudes y retos en torno a la compleja realidad y escenarios a que se enfrenta la educación en el país, tanto a lo interno de la universidad, como en el ámbito nacional, enmarcada o delimitada por la pandemia del COVID-19. Aquí algunos extractos de las interrogantes que le planteamos:
—¿La situación en torno al sistema educativo en nuestro país, generada por la pandemia del COVID-19, llama a la Facultad de Educación (FE) a algún tipo de análisis o reflexión?
MS: La pandemia provocada por la COVID-19 pasará a la historia como un virus que afectó un gran número de países, personas, lugares, organizaciones, gobiernos - al planeta en su totalidad- y que ha sido causante de tanta desesperanza en el mundo.
La educación, hoy más que nunca, ha tenido que hacer uso de manera intensiva de las tecnologías de la información y la comunicación, siendo esta una alternativa más para que los y las estudiantes no presenten rezago en su formación y aprendizaje. Este ha sido un gran reto y desafío para la UCR y para el país. Se han flexibilizado las metodologías de aprendizaje, han surgido nuevos recursos didácticos acompañados de innovadoras estrategias didácticas mediadas con tecnología.
Los y las docentes han dado una respuesta inmediata ante los cambios y adaptaciones a los programas de los cursos para que el ciclo lectivo 2020 no se hubiera visto interrumpido en su modalidad presencial. Hoy en día es una realidad que los cursos presenciales puedan ofertarse también en modalidad virtual.
—Innegablemente los ambientes de aprendizaje se han modificado repentinamente por la pandemia. ¿Cómo enfrentarlos o asumirlos a partir de ahora por parte del cuerpo docente?
MS: Los y las docentes de la UCR hemos asumido como un reto impostergable la virtualización de los cursos que se ofertan en todas y cada una de las carreras que imparte la UCR, la virtualidad ha llegado para quedarse en el sistema de enseñanza universitario y el personal docente ha tenido que desarrollar destrezas y habilidades para el uso y manejo de aplicaciones, herramientas y equipo tecnológico para virtualizar los cursos. Para este 2021 ya se dispone de la infraestructura tecnológica suficiente para continuar con la virtualidad. No obstante, aún hay actividades en ciertos cursos que requieren de una mayor presencialidad, como el caso de las prácticas docentes en las diferentes carreras que ofrece la Facultad.
—Hay quienes afirman que la educación en la modalidad virtual vino para quedarse. Usted como profesional en educación ¿qué piensa, pues es sabido que la educación presencial aporta muchos elementos al proceso de socialización y a la visión de educación para la vida que requiere el ser humano?
MS:Hay que tener claro que la virtualidad, la bimodalidad o bien la semipresencialidad son diferentes modalidades que hemos utilizado e implementado para que el proceso enseñanza-aprendizaje presencial-físico diera un salto cualitativo gigantesco para que el estudiantado no abandonara las aulas universitarias. La Universidad y las diferentes unidades coadyuvantes y vicerrectorías hicieron lo humanamente posible para flexibilizar procesos, procedimientos, normativas, actividades, entre otros esfuerzos. Se hizo una gran inversión en infraestructura tecnológica de equipos y programas para que la docencia cumpliera su cometido sin importar las barreras geográficas o físicas.
Es una realidad y no se puede tapar el sol con un dedo, pues hay muchas cosas que se pueden mejorar, todo es perfectible, pero considero que la presencialidad física requiere también de tiempo, se debe hacer un proceso de sensibilización y sobre todo al alumnado y al personal docente se les debe garantizar ambientes seguros con estrictos protocolos sanitarios sin exponer a ninguna persona a contagio o enfermedad, debemos salvaguardar las vidas humanas, creo que es una responsabilidad que también tenemos como Universidad. Sin embargo, el contexto económico y social también está demandando reactivación en las diferentes actividades productivas del país y esto también es un factor determinante para definir el futuro de la presencialidad en las aulas universitarias.
—¿Cómo deberá o está la FE aportando o apoyando al MEP en este regreso a clases presenciales en febrero, el cual involucra a los estudiantes, a los docentes y a sus familias?
MS:La Facultad de Educación toma nota de las decisiones ministeriales en cuanto al regreso de clases de manera presencial. La UCR y la Facultad de Educación tienen proyectos conjuntos que procuran el mejoramiento de la educación en cuanto a: uso de recursos didácticos y tecnológicos, estrategias didácticas y herramientas para la docencia, esto a través de los diferentes talleres y cursos que ofrece el Programa de Tecnologías Avanzadas, Protea. Asimismo, estamos diseñando una estrategia de comunicación que pueda alcanzar al personal docente de los centros educativos y a padres de familia que tengan dudas, consultas o bien que puedan construir un material didáctico a partir de nuestro acompañamiento. Esto lo estaremos trabajando con la Mag. Karol Ríos, comunicadora y tecnóloga de la Facultad de Educación. Es un proyecto nuevo.
—Asumir la Decanatura de la FE en un contexto tan inesperado puede plantearle a usted retos que tal vez ninguna otra Decana haya tenido que enfrentar. ¿Cuáles vislumbra usted serán sus retos prioritarios al frente de la FE en el actual contexto del país y de la UCR?
MS:En momentos de incertidumbre, inestabilidad, crisis, surgen las buenas ideas, aflora la creatividad para dar paso a la innovación. En estos momentos, se requiere de un trabajo en equipo, de la solidaridad de todos para compartir esfuerzos, recursos y buenas ideas. Se debe hacer un trabajo de articulación con instancias internas y externas relacionadas con el sector educación. La optimización de los recursos que tenemos, también se deben establecer líneas de coordinación, comunicación asertiva con el personal docente, administrativos, estudiantes y graduados. Poner los proyectos académicos y de investigación al servicio de la sociedad, es decir que trascienda a otros grupos y sectores del país.
—En este contexto mediado por la pandemia, ¿cómo lograr la más efectiva comunicación, interacción, y acompañamiento con los cientos de estudiantes que conforman la FE?
MS:Una de las acciones más importantes es revisar nuestros canales y medios de comunicación acompañada de un cuidadoso estilo para comunicar de manera asertiva lo que persigue esta Decanatura. Es vital el diálogo pero un diálogo abierto y transparente, la transparencia favorece la confianza. La comunidad estudiantil de la Facultad está representada por un Consejo Estudiantil que lo conforman las 5 escuelas de esta Facultad, y la clave del éxito es poder abrir canales de comunicación efectivos, oportunos, con mensajes pertinentes y con acciones claras y contundentes. Debemos buscar entre todos y todas las mejores alternativas y caminos para proyectar nuestra Facultad como una unidad académica activa y determinante.
—¿Qué ha diseñado o implementado la FE para el acompañamiento de sus estudiantes y docentes a partir del 5 de abril que iniciará el primer semestre? ¿Qué se mantiene y qué se cambia?
MS:A través de Protea y de la Comisión de Comunicación de la Facultad y con las diferentes escuelas que conformar nuestra Facultad, se estarán poniendo en práctica Semanas de Inducción es decir que cada unidad académica ha diseñado actividades y estrategias para que los estudiantes tengan talleres de capacitación e inducción sobre temas relacionados con el uso de herramientas tecnológicas para sus cursos y trabajos.
—Dejando a un lado la inusual situación que atraviesa la UCR y el país por la pandemia; ¿cuál es su visión sobre lo que usted quiere lograr al frente de la FE durante los años de su gestión?
MS: Cuando presenté mi candidatura para la Decanatura de la Facultad presenté 10 acciones estratégicas que espero lograr y alcanzar en esta gestión, son acciones que requieren de mi gestión e impulso, pero también requiero del apoyo y participación de todas y todos. Es decir, yo veo:
Una Facultad integrada en actividades sustantivas Docencia, Acción Social e Investigación y posgrado.
Una Facultad con un posicionamiento dentro y fuera de la U como una unidad académica propositiva que a partir de una mirada crítica e interdisciplinaria plantea soluciones para los problemas educativos.
Una Facultad que propicie el diálogo con diferentes sectores para trazar una ruta y que esa ruta sea la del cambio para construir una mejor sociedad, es decir más inclusiva y equitativa.
—¿Cuál debe ser el rol de la FE en el campo de la educación en nuestro país y en los organismos regionales que también desarrollan esta disciplina?
MS:El papel de la Facultad de Educación a nivel nacional debe ser proactivo y propositivo, es decir que coadyuve a la solución de los problemas, que aporte profesionales en el campo de la educación con las habilidades y destrezas que les permitan hacer cambios sustantivos a los centros educativos y comunidades donde vayan a desempeñar su función de educadores, que sean lo suficientemente competentes para liderar procesos de cambio y que a su vez sean profesionales íntegros y humanistas que se refleje en el ser y hacer de su función formadora.
Y, por supuesto, hay que empezar a trabajar en las alianzas estratégicas con organismos regionales e internacionales tales como: OEI, Unesco, SEC-SICA, CERLALC. Que dentro de sus objetivos esté la educación como un pilar de la sociedad y que además promuevan procesos de cambio con equidad e inclusión. La Facultad tiene un capital humano con capacidades suficientes para abrir espacios de diálogo, de investigación y de producción de conocimiento en las diferentes ramas de la Educación.
— ¿Cómo desarrollar la acción social y muchos de los Trabajos Comunales Universitarios (TCU) de la FE ahora que la pandemia exige distanciamiento físico y estrictos protocolos de salud pública?
MS:Esto es un gran reto para todas las autoridades universitarias, ¿cómo lograr esta meta? La respuesta parece simple pero es compleja la puesta en marcha de:
Procesos de sensibilización sobre la responsabilidad que tenemos como personas y ciudadanos de cuidarnos unos a otros y esto se traduce en aplicar protocolos sanitarios, ser cuidadosos, respetuosos y solidarios, este principio es fundamental para una sana convivencia. Si acatamos con responsabilidad las recomendaciones de las autoridades sanitarias del país, estaremos aportando al país, debemos ser ejemplo para las comunidades, con nuestro actuar, recordemos que somos formadores de formadores.
Finalmente, la Dra. Sandí nos subraya al finalizar la entrevista que espera que las 10 acciones que propuso en su plan de trabajo, las pueda llevar a la práctica con el apoyo de todos y todas los que conforman la Facultad, pero también con el apoyo de las autoridades universitarias para cristalizar sus propuestas en beneficio de las futuras generaciones de profesionales de la educación.