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Asociaciones de acueductos rurales de la zona de Occidente reciben apoyo de la UCR por medio de un proyecto de TCU

El proyecto "Gestión comunitaria del recurso hídrico" funciona desde el 2015
6 feb 2021Sociedad
Asadas
El proyecto de TCU "Gestión comunitaria del recurso hídrico" apoya a Asadas de la región de Occidente en temas diversos. Foto de archivo.

Costa Rica cuenta con más de 1500 Asociaciones Administradoras de los Sistemas de Acueductos y Alcantarillados, también conocidas como Asadas, que funcionan como organizaciones comunales sin fines de lucro y proveen el  recurso a aproximadamente 1.500.000 personas.

Según la docente de la Sede de Occidente Adriana Muñoz, la administración del recurso hídrico por parte de las comunidades es una práctica que se realiza desde la década de los cincuenta, pero en el 2005 el AYA las formalizó por medio de un reglamento.

Muñoz aseguró que estas asociaciones asumidas por personas de la comunidad iniciaron su trabajo de una forma empírica y han requerido de apoyo para satisfacer las demandas establecidas por entes estatales encargados de asuntos regulatorios del agua.

Es por ello que en el 2014  se creó el proyecto de TCU Gestión comunitaria del recurso hídrico, de la Coordinación de Acción Social de la Sede de Occidente, con  el fin de apoyar a estas organizaciones en diversos temas. Según Muñoz, responsable del TCU, algunas de  las principales necesidades detectadas en las Asadas fueron: conocimientos sobre procesos de planificación, planes de educación ambiental, apoyo a la gestión administrativa, comunicación y rendición de cuentas con su comunidad, proyectos de reforestación, conocimientos técnicos sobre análisis de agua y procesos de capacitación con distintas poblaciones, entre otros. 

A partir del 2015 y en el marco de este proyecto, estudiantes de la Sede de Occidente han trabajado de la mano de varios acueductos rurales, experiencia que les ha permitido desarrollar tres líneas de acción según las necesidades detectadas. Muñoz destaca que actualmente las actividades que se desarrollan con las Asadas están enmarcadas en esas líneas, que son: fortalecimiento de la relación Asada-comunidad, procesos de capacitación y sensibilización sobre el adecuado uso, manejo y conservación del agua; y por último, apoyo a la gestión administrativa. 

De esta forma, el proyecto apoya comunidades mediante planes de trabajo según las necesidades detectadas y no asume compromisos con otras organizaciones hasta cumplir lo pactado. Actualmente, según lo indica Muñoz, se tiene presencia en tres cantones de Occidente: Llano Brenes y Bajo Zúñiga en San Ramón; Llano Bonito, Fedapro y San Antonio en Naranjo y Puente de Piedra, Barrio Latino y Unaguas en Grecia.

De la mano con las comunidades

Las personas que trabajan en las Asadas valoran el apoyo que desde la Universidad de Costa Rica reciben por medio de este proyecto de TCU, sobre todo tomando en cuenta que estas asociaciones no cuentan con los recursos materiales y humanos para asumir algunas tareas que se les solicita.

Mauricio Barrantes Fernández,  de la Asada Barrio Latino de Grecia, menciona que el apoyo recibido ha sido de gran ayuda. “Por ejemplo cuando empezó lo de la factura electrónica requeríamos una actualización de todos los datos de los usuarios y el proyecto nos ayudó con un censo a nivel de toda la comunidad para actualizar esos datos, todo ese trabajo si se contrata requeriría de mucho dinero, para nosotros es importante poder contar con ese apoyo y esas herramientas”.

Destaca que gracias al TCU ahora cuentan con un perfil del consumidor, lo que les ayuda a estar más cerca de la comunidad.  Además, según Barrantes,  los estudiantes han desarrollado un programa educativo que les ha permitido obtener el máximo  galardón del “Programa de sello de calidad sanitaria” que es la bandera para entes operadores con 7 estrellas.

José Luis Lobo Ramírez, de la Asada de San Antonio de Naranjo, señaló que su organización ha recibido mucho apoyo logístico para el manejo de la asociación, para la elaboración de estrategias que posibilitan un acercamiento con la comunidad, así como proyectos de reforestación y una ruta de  senderos en las nacientes protegidas que han permitido llevar a la comunidad a conocer estos espacios.

También señaló la importancia de los talleres de guardianes del agua dirigidos a población infantil ya que  “los niños ayudan a los adultos a cambiar malos hábitos relacionados con el consumo de agua”

Lobo valora el aprendizaje en 2 vías, el que reciben los colaboradores de las Asadas y el que reciben los estudiantes por medio de esta experiencia. “A veces en las Asadas trabajamos personas que no hemos estudiado y hay algunas cuestiones que nos cuestan un poquito, pero igual ellos (los estudiantes) aprendieron mucho de nosotros y nosotros más de ellos” aseguró.

Ronald Rodríguez Zamora del acueducto rural de San Miguel de Grecia, coordina desde hace 4 años con este TCU, él valora todo el apoyo recibido en las diferentes líneas de acción en que trabaja el proyecto y a la vez asegura que el aprendizaje que reciben los estudiantes es importante para su formación. “La UCR ofrece una ayuda importante a la comunidad, a la vez los estudiantes aprenden sobre algo tan importante como el agua, captación, conducción y la organización comunal. Los estudiantes se motivan mucho con estos proyectos, es una formación extra que se les ofrece y se les abre los ojos para integrarse a diferentes proyectos  en sus comunidades”.

Crecimiento del proyecto

Muñoz destaca que la experiencia obtenida en los últimos años les ha permitido experimentar un cambio significativo en este tipo de organizaciones tan complejas, ya que son un híbrido entre lo público, privado y comunitario, ahora “es un proyecto más consolidado, con una mayor claridad teórica y política de lo que se realiza, se ha obtenido un mayor conocimiento del tema, el cual bibliográficamente es escaso” aseguró.

Indicó que gracias al conocimiento detallado de las necesidades de estas organizaciones, han logrado guiar a los estudiantes que inician con el proyecto, lo que les permite ofrecer actividades más cercanas a las demandas.

Destacó que según “el mismo discurso de los y las estudiantes en los informes finales, el proyecto les permite conocer y sensibilizar de un tema poco conocido, puesto que la mayoría no conocen la existencia de las Asadas, y desconocen que una gran parte de la población obtiene agua gracias a este tipo de organizaciones”.

Agregó que  debido a la versatilidad y las diferentes líneas de acción del proyecto, logran obtener nuevos conocimientos técnicos y aportar desde sus formaciones, algunas muy vinculantes como Laboratorista Químico, Turismo Ecológico, Medicina, Enfermería, Trabajo Social, Gestión de los Recursos Naturales, Gestión Integral de los Recursos Hídricos, entre otras.