Universidad de Costa Rica
Con base en el nuevo estudio de opinión del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica (CIEP-UCR), la indecisión sigue siendo la dominante entre quienes quieren ir a votar en las elecciones presidenciales del próximo 6 de febrero de 2022, con un total de 53 % de las personas entrevistadas; un porcentaje ya registrado en el corte de agosto de este año.
Además, el estudio revela un empate técnico entre el candidato por el Partido Liberación Nacional, José María Figueres Olsen, y la candidata por el Partido Unidad Social Cristiana, Lineth Saborío Chaverri, pues tienen porcentajes de intención de voto de 13 % y 10 % respectivamente, con un margen de error de precisamente 3,1 puntos porcentuales. Dicho margen incluso no le garantiza a Saborío Chaverri estar en una segunda ronda que se perfila inminente con el pasar de los días, pues a su vez también tiene empate técnico con el aspirante por Frente Amplio, José María Villalta Flórez-Estrada, quien lleva un 6%, aunque con él y otros candidatos con menor intención de voto el margen de error fue menor.
En esta ocasión, fueron 900 personas mayores de 18 años, hombres y mujeres de todo el país con teléfonos celulares, quienes fueron encuestados por este centro de investigación entre el 17 y el 19 de noviembre.
Dentro de las personas indecisas, el perfil dominante no ha variado, siguen siendo predominantemente mujeres con edades máximas de 34 años, estudios secundarios, y radicadas en provincias costeras, sobre todo Limón y Guanacaste, para las cuales los escándalos de corrupción son un aspecto muy importante a la hora de elegir a su candidato o candidata.
Por su parte, el perfil de los simpatizantes de Figueres Olsen se compone de hombres mayores de 55 años, con estudios universitarios, radicados en Cartago y para quienes ningún escándalo de corrupción les hace cambiar de preferencia política. La mayor parte de quienes dicen apoyar a Saborío Chaverri son personas sin distingo de sexo de ese grupo etáreo, con estudios primarios, también radicados en Cartago y que consideran los escándalos de corrupción para la elección de sus aspirantes a la presidencia. Finalmente, el perfil dominante de quienes apoyan a Villalta Flórez-Estrada consiste en hombres con edades máximas de 34 años, estudios universitarios, también radicados en la provincia de Cartago y con poca influencia de los escándalos de corrupción para elegir a su candidatura de preferencia.
Por otro lado, hasta este momento 4 de cada cinco personas encuestadas aseguró que sí piensa ir a sufragar, aunque solo 3 dicen estar decididas a hacerlo. Una de cada cinco dice estarlo valorando, y entre la parte que asegura no ir a votar, predominan las personas decididas a no ir sobre las que quizás no asistan en relación 3-2.
Al consultarles sobre temas de coyuntura y cuánto puede ser un factor que afecte sus campos de acción, gran parte de las personas entrevistadas los consideran un factor importante. Pruebas de ello son que la corrupción es el tema que más les preocupa, con 27% de las menciones; que dos terceras partes dicen tomar en cuenta el Caso Diamante para su decisión de voto, 7 de cada 9 personas entrevistadas dicen que casos como el Azteca comprometen sobremanera la democracia nacional y para las tres quintas partes las recientemente aplicadas pruebas FARO comprometen de manera importante la educación costarricense.
Por otro lado, al consultarles sobre la gestión de Carlos Alvarado Quesada como Presidente de la República, esta llegó a sus peores números desde su inicio. 7 de cada 10 personas entrevistadas aseguran que esta ha sido mala o muy mala, mientras que apenas 1 de cada 10 la avala.
Cuando se evaluó la percepción sobre seis diferentes instituciones públicas, la Universidad de Costa Rica fue la institución mejor evaluada, ya que en promedio recibió un 8,4 en escala de 0 a 10, siendo 10 la mejor nota y 0 la peor. La más cercana fue el Tribunal Supremo de Elecciones con 6,8; y muy por debajo quedaron el Ministerio de Educación, con un 5,74; la Asamblea Legislativa con un 4,79 y el Ministerio de Obras Públicas y Transportes con un 4,23. En el otro extremo quedaron los partidos políticos en general, con un 3,6.
