Sí, son tiempos difíciles para todos, pues durante el pasado año 2020 se juntó la crisis económica que afecta a todos los países, con la aparición y multiplicación de los casos de personas contagiadas por el COVID-19 en suelo nacional, lo que generó una alerta nacional de salud debido a la posibilidad de que los servicios hospitalarios colapsaran y que las personas fallecidas se contaran por miles.
Sin embargo, gracias al enorme trabajo realizado por las instituciones públicas que tienen a su cargo la atención de la pandemia, como el Ministerio de Salud, la Caja Costarricense del Seguro Social y la Comisión Nacional de Emergencias, con el apoyo de otras entidades como las universidades estatales, y a la actitud responsable de la mayoría de la población, Costa Rica se ubicó al finalizar el 2020 como la sexta nación de Iberoamérica con la mortalidad más baja, con 273 defunciones acumuladas por cada 100 000 personas mayores, según datos publicados por el Centro Centroamericano de Población (CCP) de la UCR.
En la otra acera, la realidad del sector económico no es nada alentadora, pues la pandemia ha motivado sendas variaciones en el consumo de los hogares, esto según un estudio estadístico divulgado en la Encuesta Actualidades 2020 de la Escuela de Estadística de la UCR.
Dicha encuesta forma parte del trabajo práctico que llevaron a cabo los estudiantes de tercer año durante el segundo ciclo lectivo del 2020, dentro del curso Diseño de encuestas por muestreo. Se trata de la edición número 10 que fue presentada en diciembre pasado e incluyó una encuesta telefónica nacional con una muestra probabilística de 1 287 personas mayores de edad.
La recolección de los datos se realizó entre el 10 y 27 de octubre del 2020 y los estudiantes quienes tuvieron a su cargo el tema de la variación en el consumo debido al COVID-19 fueron Melany Jiménez Picado, Danerick Alpízar Jiménez y Emerson Zúñiga Bolaños.
El equipo de estudiantes mencionado concluyó que, a partir de los datos recopilados, y al tomar en cuenta que más del 60 % de los hogares han sido afectados económicamente por la pandemia, que la estructura de los gastos familiares ha cambiado.
Los principales gastos del hogar que disminuyeron fueron la compra de ropa y zapatos (el 44,4 % reportó esa disminución), comidas fuera del hogar (41,6 %), recreación o entretenimiento (40,5 %), transporte o combustible (39,7 %).
Mientras tanto, algunos de los rubros que aumentaron fueron la compra de alimentos preparados dentro del hogar (37,2 %), telefonía o internet (52,1 %) y servicios como agua, luz o electricidad (57,1 %).
“Es importante aclarar que, para conocer la importancia relativa de cada rubro de gasto, se utilizó el consumo per cápita mensual del hogar que proporciona la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares del 2018 (ENHIG-18). Esto fue útil para determinar que el gasto en ropa y zapatos, que fue el que más disminuyó, ocupa la octava posición en la estructura del consumo. Por su parte, el rubro de comidas preparadas fuera del hogar, que fue el segundo que más disminuyó, ocupa la tercera posición en importancia en la estructura del consumo. Además, los gastos en recreación y entretenimiento, cuya disminución también fue importante, ocupa la novena posición. Estos tres rubros reflejan el impacto negativo sufridos por el comercio y los servicios en la economía nacional”, mencionó Melany Jiménez.
Asimismo, las familias con menos recursos económicos bajaron aún más los gastos en ropa y zapatos (52,1 %), y en alimentos preparados dentro del hogar (30,7 %). Este segundo rubro es el más importante de todos, según la ENHIG-18, lo que demuestra la lamentable existencia de una desigualdad económica en el país.
Y por si esto fuera poco, los hogares que presentan más dificultades económicas han aumentado los gastos en los servicios de agua, luz o electricidad (65,4 %), telefonía o internet (43,2 %) y transporte y combustible (28,9 %).
En contraparte, las familias que sí pueden ahorrar subieron sus gastos en los apartados de reparación de vivienda (20,9 %) y comidas fuera del hogar (18,1 %), mientras que están gastando menos en transporte y combustible (49,6 %), y en recreación o entretenimiento (45,1 %)
“Si se comparan los hogares afectados laboralmente por el COVID-19 con los que no, los primeros disminuyeron con mayor intensidad el consumo en casi todos los rubros. El porcentaje promedio de reducción del gasto, para todos los rubros, fue del 25,2 % en hogares afectados laboralmente y de 19,0 % en los que no lo fueron. Saber que el 31 % de los hogares con grandes dificultades económicas reportan una disminución del gasto en alimentos preparados dentro del hogar, es una muestra más de las manifestaciones de desigualdad que aún bajo los peores escenarios se puede presentar en el país”, recalcó Melany Jiménez.
Finalmente, el M.Sc. Johnny Madrigal Pana, profesor y coordinador de la Encuesta Actualidades 2020, indicó que este trabajo puede ser considerado como la primera encuesta nacional sobre el impacto del COVID-19, “constituye un nuevo aporte que la Escuela de Estadística y la UCR le brindan al país. Investigamos más de 90 temas incluidos en todas las Encuesta Actualidades que hemos hecho, pero ante una situación inédita mundial, decidimos dedicarle todo este trabajo a la pandemia”, acotó Madrigal.