Por más de tres décadas la Etapa Básica de Artes Plásticas de la Sede de Occidente se ha dedicado a trabajar con poblaciones vulnerables, posibilitando de esta forma el acceso al arte y compartiendo diferentes herramientas que permiten desarrollar procesos creativos.
Este proyecto, dirigido por docentes de la Sección de Artes, ha evolucionado a lo largo de su historia y ha incluido diferentes grupos sociales y novedosos métodos de enseñanza lo que le ha permitido mantenerse vigente durante todo este tiempo.
En 1985 inició atendiendo a niños y niñas de funcionarios universitarios, después las personas encargadas decidieron trasladarlo a las comunidades, en las cuales encontraron muchas necesidades, tal es así que a lo largo de estos 35 años se ha fortalecido y ha ampliado las poblaciones atendidas. En el 2011 el proyecto dio un cambio importante ya que se incorporó a la población adulta mayor y actualmente también se trabaja con jóvenes y adultos.
Cada una de las poblaciones participantes reciben, además del conocimiento en artes, herramientas que les permiten desarrollar las habilidades blandas. En el caso de la población infantil se les apoya a trabajar en equipo y a desarrollar actividades conjuntas. A la población adulta y adulta mayor se le ofrece un espacio para compartir y socializar con otras personas su forma de apreciar el mundo. Y también se han utilizado algunas técnicas de arte terapia para poblaciones que así lo requieran.
Milagro Arias Rodríguez, docente responsable del proyecto, identifica dos hitos importantes a los largo de la historia de la EBAP “el momento en el que se da el paso para hacer extensiva su labor fuera de las instalaciones de la Sede de Occidente articulando esfuerzos con las comunidades y el presente, en el que el proyecto se debió asumir en un plano virtual”.
Arias explica que esta iniciativa se mantiene actualizada y visible gracias a dos factores: “una postura autocrítica de los docentes de la Sección de Artes Plásticas que han sabido captar e interpretar lo que se vive en las sesiones, lo que se ve traducido en nuevas estrategias didácticas y el trabajo conjunto de la EBAP con otros proyectos de Acción Social, instituciones gubernamentales, actores de las comunidades, entre otros”.
El profesor Ricardo Rodríguez ha sido uno de los colaboradores en este proyecto, él menciona que a lo largo de estos 35 años la EBAP “ha tratado de generar un impacto positivo en la comunidad a través del uso del arte como herramienta para generar discursos artísticos y oportunidades de mejora en las capacidades cognitivas de los participantes. Este proyecto fue evolucionando y respondiendo a necesidades del entorno”, aseguró.
La celebración del 35 aniversario vino acompañada de nuevos retos, ya que gracias a la situación nacional y mundial por la pandemia, se debió buscar métodos novedosos de acercamiento a la población.
Arias destaca que la experiencia de este 2020 ha visibilizado dos aspectos muy importantes: “la necesidad permanente de espacios para la expresión creativa y
la virtualidad en la Acción Social como herramienta para conectar con las comunidades más allá de lo planificable”.
Explicó que la virtualidad les ha permitido expandir su impacto y abrir espacios de conversación y aprendizaje en instituciones o grupos de personas que viven en otras zonas geográficas. Añadió que estos procesos requieren esfuerzos conjuntos con otros proyectos: “producir material que combine varios ejes temáticos siempre será una fortaleza para cualquier proyecto y significa un aporte multiplicado para todos los participantes” concluyó.
El profesor José David Rodríguez, colaborador de la EBAP, destacó que actualmente el trabajo se ha enfocado mucho en la persona adulta mayor, ya que es una de las poblaciones más vulnerables en este momento, “creemos que tienen muchas limitaciones pero estamos tratando de llegar por medio de material audiovisual, hacemos pequeñas prácticas, les planteamos tareas sencillas que vayan basadas en un eje temático que les ayude a identificarse como miembros de una sociedad activa, que les ayude a volver a socializar”.
El Hogar de Ancianos de Naranjo ha sido uno de los lugares beneficiados este 2020. Marieta Aguilera Zúñiga, administradora de este Hogar, mencionó que por medio de las actividades realizadas las personas adultas mayores que atienden se mantienen ocupadas y se distraen en un momento importante, ya que llevan casi cinco meses de no ver a sus familias de manera física. “Recibir el curso de esta manera es una nueva experiencia para ellos y les ha gustado, han requerido un poco de acompañamiento por parte del personal del Hogar por sus condiciones particulares”. Añadió que las actividades han sido un apoyo para el trabajo que desarrolla la terapeuta ocupacional ya que le aporta nuevas ideas.
Destacó que les gustaría establecer una relación duradera y que sea un apoyo permanente, ya que se trabaja con recursos limitados y no se cuenta con personal o voluntariado que realice este tipo de iniciativas.
La EBAP también ha trabajado con el “El sol brilla para todos” un Centro de Atención Integral para Personas Adultas con Discapacidad ubicado en San Ramón. Vanessa Quirós Ramos, docente de este centro, destacó que “el aporte es súper importante ya ellos se han motivado mucho con lo que pueden lograr con la pintura y pueden ver que son capaces de hacer trabajos con diferentes técnicas, han logrado desarrollar más la motora y han incrementado la imaginación”.
Por su parte, la docente Yajaira Cruz Barboza de la Escuela La Balsa en San Ramón, explicó que la EBAP permitió que sus estudiantes tuvieran la oportunidad de apreciar el arte y descubrir sus habilidades.
Destacó que “35 años no se dicen tan fácil, muchas personas se han visto beneficiadas y han desarrollado su amor al arte por medio de este proyecto. Es importante que lo mantengan y que le permitan a muchas otras personas e instituciones conocerlo”.
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