Sheelagh Richards es una escocesa que tomó la decisión de vivir en Costa Rica. Al estar en el país, ella se planteó una pregunta poco usual, pero que describió como necesaria: “¿qué pasará con mi cuerpo si fallezco aquí?”
Días después, Sheelagh halló el Programa de Donación de Cuerpos de la Universidad de Costa Rica (Prodocu-UCR), el único del país en ser un proyecto formal y que en agosto de este 2020 cumplió dos años de fundación. En ese momento supo lo que quería hacer: donar su cuerpo a la ciencia.
“¿Qué me motivó a donar mi cuerpo? Hace más de 50 años me formé como terapeuta ocupacional. Cuando haces medicina, o cualquier otra profesión de salud, tienes que aprender anatomía. Tienes que saber sobre los huesos, los músculos, los tendones, las articulaciones, las arterias y toda esa mecánica. Aprender eso es un trabajo muy difícil y que las universidades tengan donantes para la enseñanza es muy importante. Entonces, pensé: ustedes, que me permitieron vivir en este maravilloso país, el mejor regalo que le puedo dar a la gente de Costa Rica y a la ciencia es donar mi cuerpo”, manifestó Sheelagh en una entrevista que brindó a Prodocu-UCR.
La contribución de personas como Sheelagh permite que cada año 150 jóvenes de medicina, y otros 1 000 de diversas áreas académicas de la UCR, aprendan de manera detallada la anatomía humana, técnicas quirúrgicas y de disección, así como el abordaje de zonas de difícil acceso.
“Si usted no entiende el cuerpo humano, no puede entender la enfermedad, el dolor y la disfunción” comenta, con mucha certeza, Sheelagh. El aprendizaje que logren los estudiantes en el campo de la anatomía será decisivo cuando, finalmente, se gradúen y deban enfrentarse al reto diario de salvar vidas.
Para estudiantes como Marco Vega Chaves, aprender con un cadáver es, básicamente, el “primer paciente”.
Muchos jóvenes describen ese acercamiento como “inigualable”, cuando se inicia la exploración de las texturas de los músculos, la conformación de los vasos sanguíneos y hasta variantes anatómicas particulares que, en otro caso, serían difíciles de hallar.
“Estamos muy agradecidos con las personas quienes, mediante su donación, son parte de nuestro proceso formativo como seres humanos y como profesionales”, dijo José Daniel Fonseca Figueroa, de quinto año de la carrera de Medicina.
En ese mismo sentido, Valery Darnelly Jara Chacón agregó: “soy UCR y agradezco a los donantes porque aprendí anatomía de una manera única y, debido a eso, hoy aspiro a ser cirujana”.
De acuerdo con el Dr. Fernando Morales (decano de la Facultad de Medicina de la UCR), los conocimientos que adquiere un estudiante con un cuerpo no lo da ninguna virtualización o simulación computacional. Es algo completamente insustituible y en lo mismo coincide la Dra. Jéssica González, coordinadora de Prodocu-UCR.
“El aprendizaje basado en la práctica y el reconocimiento de estructuras en un cuerpo real permite que los estudiantes de medicina desarrollen las habilidades manuales necesarias para fijar conocimientos teóricos al integrarlos con la práctica. Los estudiantes necesitan saber cómo se ve lo normal, para que luego puedan identificar algo que no es normal”, indicó la Dra. González.
Pero no solo eso. Con este material biológico, los profesionales ya graduados pueden desarrollar destrezas manuales para que, al momento de implementar un procedimiento en un paciente real, su curva de aprendizaje haya mejorado gracias a horas de práctica en un cadáver humano.
“La educación de la medicina en la Universidad de Costa Rica es de un gran nivel y reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional. Eso, en gran parte, está dado por la búsqueda de la excelencia en todos los niveles y porque las ciencias básicas en los primeros años de la carrera se caracterizan por ser de gran calidad. Aquí es donde se resalta la enseñanza de las ciencias morfológicas con material biológico humano de alta calidad”, ahondó la Dra. González.
El Programa de Donación de Cuerpos de la UCR se inauguró en el marco del Simposio de Ciencias Morfológicas Dr. Rolando Cruz el 20 de agosto de 2018.
Desde su nacimiento, el objetivo siempre ha sido muy claro: asegurar la disponibilidad de cuerpos, con fines docentes y de investigación, para desarrollar nuevos tratamientos médicos, técnicas quirúrgicas y dispositivos biomédicos, así como perfeccionar técnicas médicas y forenses, todo en beneficio de la salud del país.
“La iniciativa cuenta con el apoyo de un grupo interdisciplinario de profesionales en el área de la salud, comunicación colectiva, diseño gráfico y especialistas en gestión de proyectos, que buscan construir una cultura de donación de cuerpos en la población nacional”, aseguró González.
El nacimiento de este programa permite mantener una educación de alta calidad, además de desarrollar líneas de investigación que otorgan avances significativos en la salud nacional.
Lo anterior, siempre en el marco de los valores como la generosidad, el humanismo, la dignidad, la ética, la gratitud y el respeto por la solidaridad. Incluso, cuando ya el cuerpo cumple su vida útil y pasa a ser parte de otros procesos de aprendizaje.
“Un cuerpo embalsamado puede ser disecado por estudiantes de la carrera de Medicina en el transcurso de un año, luego ser utilizado por las otras carreras del área de la salud por un período de dos a tres años. Posterior a esto, se obtiene la osamenta completa y los huesos pueden ser utilizados por muchos años si la conservación es la adecuada. En términos simples, el aporte de un donante perdura por mucho tiempo”, indicó González.
Si está interesado en donar su cuerpo, lo primero que debe saber es que este acto es completamente altruista y adhonorem. Es decir, no conlleva recompensa monetaria.
Luego, debe contactar al Programa de Donación de Cuerpos a los números 8831-2502, 2511-8295 ó al correo electrónico prodocu.em@ucr.ac.cr.
También, puede visitar la página web: https://emedic.ucr.ac.cr/dona-tu-cuerpo/, donde encontrará todos los pasos a seguir, el contrato de donación y los dos testigos con los que debe contar.
Al completar el formulario, los datos serán verificados por parte del personal del Programa de Donación de Cuerpos, quienes se contactarán directamente con usted y lo guiarán en el resto del proceso.
Actualmente, debido a la pandemia del COVID-19, se siguen recibiendo donantes con algunas excepciones. Por ejemplo, no se aceptan cuerpos de personas fallecidas por COVID-19, así como aquellos que tuvieron diagnóstico activo de tuberculosis, por representar problemas de salud pública para el personal.
“Al donar el cuerpo no estoy perdiendo nada. Hay que crear una cultura en ese sentido, en el que mucha gente done su cuerpo para que a las nuevas generaciones se les pueda facilitar el desarrollo de la ciencia médica”, motivó Hermer Soto, otro de los donantes del Programa.
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